Punto de Encuentro

Lo que Humala dice y lo que Humala hace

Ollanta Humala es no sólo incapaz e ineficiente en el manejo del Estado y en el impulso que se requiere para hacer crecer al país, es también alguien que ha empleado sistemática y persistentemente la mentira en su desenvolvimiento público. Existe una clara diferencia entre lo que dice y lo que hace y sus motivaciones más sólidas. Hoy, Enero de 2015 ya está revelado el verdadero rostro del régimen: aventurismo, ambición metálica, felonía y mitomanía. Veamos ejemplos concretos:

Humala impulsa con terca convicción su régimen laboral juvenil y dice que va destinado para formalizar a aquellos jóvenes que están en negro, que no tienen nada. No ha prestado atención a los miles de “pulpines” movilizados en todo el territorio nacional. Lo que Ollanta realmente hace es ofrendar una flexibilización laboral que provea de mano de obra más barata al escaso porcentaje que representa la gran empresa del país; como no ha podido crear condiciones para la bonanza económica plantea que éstos ahorren en materia de costos laborales.

Ollanta dice preocuparse por la seguridad ciudadana y para ello protege y promueve a su mediático ministro del interior Daniel Urresti. Lo que hace realmente es empoderar a un personaje de dudosa honorabilidad y nula estabilidad emocional para que ejecute reglajes a opositores, monte shows farandulescos alrededor de operativos de rutina, ofenda por redes sociales a los críticos del régimen y apalee jóvenes. Humala tiene en Urresti a su sicario lumpen que enloda y desprestigia la política.

Ollanta dice que se ha generado “crecimiento con inclusión” y que por ello tenemos combustibles baratos en 2015. Lo que realmente hizo fue generar más trámites y requisitos engorrosos que frenaron el desenvolvimiento de la economía y que hoy, casi al final de su mandato, quiere desmontar. Nuestro actual mandatario no ha tenido el liderazgo para atraer inversiones y hoy quiere aprovecharse de la baja mundial del petróleo, que tardó en sentirse en Perú por su culpa, para presentarlo como un éxito de su gestión. Por cierto Humala dijo ue el balón de gas costaría 12 soles; hoy casi 4 años después en ciertas partes del Cusco bordea los 100 soles. Mentiras sumadas unas a otras a modo de marca personal.

Ollanta dice que durante su gestión el Estado ha llegado a lugares antes olvidados, que su gobierno promueve “progreso para todos”. Lo que nuestro Presidente realmente hace es avalar un manejo caótico de los programas sociales, manejo que ha tenido como evidencia el avance de la anemia y la no reducción de la pobreza. Humala es el responsable que hoy cientos de miles de peruanos sigan viviendo bajo los estándares de pobreza sólo por no continuar la política social exitosa del gobierno de Alan García, que continúo con lo positivo de Toledo y potenció la inversión social y la conectividad vial como herramientas democratizadoras y realmente inclusivas.

Humala dice que en su gobierno nadie tiene privilegios frente a la justicia, llegó al poder con el slogan “honestidad, para hacer la diferencia”; lo que realmente ha hecho es configurar con sus colaboradores uno de los gobiernos más corruptos de la etapa republicana, con microcorrupción generalizada, producto de la improvisación y de la falta de cuadros. Por si eso fuera poco da una evidente protección a su colaborador Martín Belaúnde permitiéndole fugar a Bolivia, en donde aspira a tener protección e impunidad.

Después de este breve recuento, usted, estimado lector, ya sea pulpín, fonavista, médico, emprededor ó promotor de la campaña del nacionalismo en 2011, ¿Aun le cree a Humala?

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