Punto de Encuentro

Mea culpa político

La prensa en particular y la ciudadanía en general, han criticado, y con razón, a los partidos políticos, a sus dirigentes y representantes, con especial énfasis en los parlamentarios, por haber precarizado la actividad política, considerada como el ejercicio para promover la democracia, la gobernanza  y el desarrollo del país con la meta de lograr el bien común.

 

Se ha reclamado, desde hace mucho tiempo, por la malsana práctica política de usar los adjetivos calificativos denigrantes,  así como  falsas acusaciones,  insultos, diatribas  y otras procacidades, que únicamente han generado el fastidio ciudadano.

 

Ante lo expuesto, los medios y la ciudadanía han exhortado al cambio de actitud en el quehacer político, para sustituir lo expuesto anteriormente, por la confrontación de ideas y programas que tengan como fin encauzar al país en la ruta del desarrollo inclusivo, así como mostrar a las personas que sean capaces de llevarlos a cabo.  Se ha exigido  la transparencia de los recursos partidarios, y el llamado fair play político.

 

Pues bien, la mayoría de partidos  han entendido el reclamo y la necesidad del cambio de actitud, y en lo que podríamos denominar un mea culpa, suscribieron días atrás una importante declaración que compromete su voluntad de rectificación para dignificar la actividad política, dejando de lado improperios y  ofensas, y anteponiendo los altos intereses del país.

 

La declaración  no se agotó en lo antes reseñado, sino instó a todos  a llevar la campaña electoral que se avecina con reglas de buen comportamiento y pulcritud, pero al mismo tiempo sin ignorar los casos de corrupción que tienen que ser investigados y procesados por las autoridades que  son competentes para ello, y de ser el caso, severamente sancionados.

 

Igualmente señalaron los partidos la necesidad de garantizar la estabilidad económica, para lo cual hay que promover las inversiones que generen empleo digno y desarrollo.  Esto obligará a destrabar los procesos de inversión y las autorizaciones, licencias, permisos y tantos trámites que las retardan o impiden.

 

Adicionalmente y ante la ola de violencia y delincuencia, así como de inseguridad  que azota a  nuestra patria, apoyan los suscriptores de la declaración, la adopción de medidas extraordinarias para combatirlas.

 

La prensa que cotidianamente critica a los actores políticos por su comportamiento equívoco que hemos descrito, nos recuerda a la conocida frase que el Capitán Arraya, que a todos embarca pero se queda en la playa.

 

En efecto, con la excepción del diario La República y RPP, y quizás de algunos otros  medios, poco o nada se ha dicho, ni menos destacado, de la declaración de las agrupaciones políticas.  Es posible que ello se deba a algunos pactos éticos suscritos anteriormente, que en la práctica no se cumplieron, aunque hoy se note una diferente predisposición a la que conviene a todos apoyar. Ojalá lo hagan.

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