Punto de Encuentro

Kuczynski y el Fujimorismo sin brújula.

Según los últimos sondeos de opinión tanto Kuczynski como Keiko Fujimori han visto reducida su aprobación en alrededor de 5 puntos porcentuales en el último mes. Lo cierto es que de igual forma el Presidente como la lideresa de la ahora primera minoría del Parlamento se encuentran notoriamente desgastados luego de 20 meses de enfrentamiento con poco espacio para el entendimiento y aún menos para mirar los problemas del día a día del ciudadano. Ello sumado a los efectos de LavaJato (sindicación por parte de Barata a Yoshiyama, Briceño y Bedoya, como a De la Puente) han determinado que los líderes más apoyados en la campaña presidencial de 2016, hoy sean ampliamente resistidos.

Keiko ha demostrado que no es una lideresa de fuste; en los meses que aún eran 71 parlamentarios naranjas no planteó a modo de ley ningún tema o reforma de fondo; aún peor, luego ha permitido que su bancada se divida por la oferta mercantil de Kuczynski y por la influencia de Alberto; todo mediatizado por la acción de los intereses de algunos grupos económicos en favor de Kenji Fujimori, un personaje sin perspectiva ideológica, sin propuesta y a todas luces un títere de la derecha y del aún Presidente. Parece que la ex candidata presidencial no había afinado bien su lista congresal y aliados que hoy la han traicionado de manera abierta en un casi 20% de parlamentarios con los que  inició en Julio de 2016. De seguir esta tendencia pronto quedará muy poco del gigante con pies de barro que fue su partido.  

En el caso del mandatario el desgaste es tal que la única salida política pareciese ser la no continuidad de PPK en el poder. Hoy su presencia -lamentablemente- es un obstáculo para relanzar la gobernabilidad. Si en algo pensase nuestro Presidente en la patria debería por propia voluntad alejarse de Palacio, su credibilidad está mortalmente dañada y de esa forma ningún proyecto ambicioso de reformas procederá. Lástima que en lugar de ello él y Araoz sigan cometiendo torpezas gigantescas como el nombramiento de Molinelli en ESSALUD. Lo curioso es que el sector que a dudas penas sostiene a PPK aún maniobra para que en 2021 elijamos entre Julio Guzmán y Kenji Fujimori, sus nuevas marionetas. 

De darse la vacancia Vizcarra debiera renovar totalmente el equipo de Gobierno apuntando a que sólo un Gabinete amplio y plural, de auténtica reconciliación -y no la gente de tercera línea que ha colocado Kuczynski al frente de los ministerios- lo ayuden a llegar a 2021, al relevo democrático.
 

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