Punto de Encuentro

Organización, organización y autodisciplina

Por Roberto Rendón Vásquez.

Ha concluido la Cuarentena. Ahora todos pueden salir a las calles. Si con las medidas gubernamentales los ambulantes y la gente han llenado las calles y han extendido el mal, ahora hay el riesgo que lo harán con desorden y causarán un caos. Las consecuencias podrían ser funestas: habrán más contagiados con el Covid-19 y terminaran por colapsar más los centros hospitalarios.

Concluida la cuarentena sobreviene un peligro, será imposible impedir que los ambulantes salgan a vender en determinadas calles. Entonces prevengamos. Las autoridades deben organizarlos invocándoles conciencia. Algo ha logrado la Municipalidad; hay que mejorarlo. Los ambulantes no deben estar amontonados vendiendo artículos distintos (ropa al lado de verduleros, zapatillas, comida, golosinas, etc.). Se podría colocar por cuadras a verduleros, tubérculos, comidas, en otras a quienes venden ropa de varones, otra la de mujeres, de medias, zapatillas, etc. Y en cada cuadra estarán vendedores de artículos semejantes pero guardando una distancias no menor a 3 metros entre cada vendedor, No deben estar mesclados.

Consecuentemente los que desean comprar determinados artículos van directamente a la cuadra donde están los que venden lo que necesitan. Los compradores también se deben auto disciplinar.

Es necesario que las autoridades organicen a los ambulantes y compradores. Evitando mayores contagios, habrá menos muertos.

Es un deber organizar, planificar, arreglar, ordenar, coordinar y administrar bien. ¡No al desorden ni la desorganización!

Propiciemos la autodisciplina como la capacidad de seguir reglas impuestas personalmente, con orden y constancia, usando solo la fuerza de voluntad. Ser disciplinado implica enfocarse en las metas que se desean alcanzar, ya sea, en el ámbito personal, laboral o de vida. La capacidad de auto disciplinarse requiere que por nuestra libre voluntad transformemos la disciplina en hábito, respetando las reglas y normas impuestas por cada uno hasta que se vuelva algo normal.

Luchemos contra el desorden que es desarreglo, desajuste, desconcierto, confusión, desorganización, desgobierno. La tensión y afecta severamente el orden público.

No esperemos que sobrevenga la calamidad en nuestra sociedad. Autoridades y ciudadanos – cualquiera que sea su condición – debemos comprender que debemos dedicarnos al cuidado de las personas sin excepción. Es responsabilidad de todos. Las autoridades deben prevenir y no esperar que haya desgracias. Las personas podemos sobrevivir en comprensión, unidad, fraternidad y luchando contra el desorden, la anarquía.

Todos unidos podemos derrotar al Covid-19. Protejamos a la niñez que de ellos será el mundo del mañana.

 

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