Rafael Caro Quintero, nació en Sinaloa el 24 de octubre de 1952. Fundó -por decirlo de alguna manera- el cártel de Guadalajara junto con Miguel Ángel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca Carrillo.
Fue el 4 de abril de 1985 cuando Rafael Caro Quintero fue detenido por primera vez en Costa Rica, por la venta de droga, la privación de la libertad y el asesinato de un agente de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos de América, (DEA por sus siglas en inglés), Enrique Camarena.
Tenía sólo 29 años, y ya era el mandamás del Cartel de Guadalajara, en otras palabras, controlaba el negocio de las drogas en México. Llegó a ser conocido como “El Narco De Narcos”, por el poder que tenía en territorio mexicano.
La historia comenzó el 8 de diciembre de 1984, cuando un establecimiento rural denominado “El Búfalo”, ubicado en Chihuahua, fue quemado por las autoridades.
Era un lugar que pertenecía a Caro Quintero; empleado para cosechar marihuana. Para tener una idea de la magnitud del inmueble, se dice que trabajaban alrededor de 7 mil personas en la siembra y cosecha.
Alfredo Zabala Avelar, quien era piloto de la Secretaría de Agricultura y Recursos Hídricos, fue quien se percató de la plantación de droga desde su avioneta y, lo comunicó a Enrique Camarena Zalazar, el agente de la DEA de Estados Unidos de América.
Como se consecuencia de las comunicaciones, se realizó un operativo y una invasión policial que finalizó con la quema -ante las cámaras de televisión- de ocho mil toneladas de marihuana. En su momento, fue un hecho histórico y un golpe para el narcotráfico sin precedentes.
Al enterarse Caro Quintero de cómo habían encontrado sus plantíos, perpetró el secuestro de Zavala y Camarena con su gente del Cártel, ambos fueron torturados y asesinados en febrero de 1985. Como de costumbre, según el actuar del Narco en México, sus cuerpos fueron encontrados una semana después en un terreno baldío en Michoacán.
El capo fue capturado junto a José Albino Bazán, Juan Carlos Campero Villanueva, Luis Beltrán, Miguel Lugo y Violeta Estrada Yaver, en un rancho denominado “El Castillo”; una vez capturado, fue extraditado a México.
Para que el lector se dé una idea del poder que tenía – o tiene- Caro Quintero, ofreció pagar la deuda externa del país con Estados Unidos de América, si lo dejaban en libertad. Ese era el nivel de dinero, de poder, de una joven de menos 30 años, que era la cabeza del Cartel de Guadalajara.
Evidentemente, la propuesta fue rechazada, porque el dinero era dinero obtenido de manera ilegal y, consecuentemente, no puede ser utilizado para pagar la deuda externa, vaya, ni en el comercio porque es dinero ilegal de conformidad con las leyes mexicanas.
Posteriormente, en 1986 fue supuestamente sentenciado a 40 años de prisión por los homicidios de Enrique Camarena y Zabala Avelar (el piloto).
Hasta aquí, es una historia común; un narcotraficante que es detenido, y paga su condena de conformidad con las leyes mexicanas, sin embargo, no estuvo 40 años preso, sino sólo 28 años en la cárcel.
Lo anterior, porque el 9 de agosto de 2013 un Tribunal del Estado de Jalisco determinó otorgar el Amparo a Caro Quintero, ante varias irregularidades que existieron en su proceso de detención, extradición y sentencia.
Algunas versiones expresan que, los años que estuvo en prisión, estaba en prisión preventiva y no dictaron sentencia definitiva en todos esos años; otros, que el agente estadounidense no estaba debidamente registrado, por lo que su homicidio era del fuero común y no federal; en cualquier caso, se da lugar a un Amparo y, consecuentemente su liberación.
El Amparo es una figura jurídica que te permite protegerte de los Actos de Autoridad por carecer de fundamentación constitucional, es decir, que no cumplan con lo establecido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que, en este caso, podría ser la incertidumbre jurídica después de 28 años en la cárcel.
A partir de su liberación, Caro Quintero, volvió al negocio de las drogas y, los gringos, así como en las películas que tienen que parecer triunfadores y todopoderosos (aunque en la realidad no suceda), pero tienen que al menos aparentar que ganaron, aunque sea 37 años después y a nadie le importe, ellos tienen en su ADN, en su esencia, ese complejo de aparentar superioridad así sea más de 3 décadas después y carezca de lógica su actuar, por lo que han declarado y siguen firmes en la idea de hacer pagar a Caro Quintero el asesinato de su agente en el año de 1985.
El pasado 15 de julio de 2022, fue encontrado entre matorrales por un perro policía, en Sinaloa y apresado por elementos de la Secretaría de Marina.
Seguramente será extraditado a Estados Unidos de América, y ahí terminará este berrinche de los vecinos del norte, por tener detenido a un señor de 70 años y proclamar al mundo que son implacables en la justicia, aunque se tarden 5, 10, 15, 20 o hasta 37 años, siempre ganan (o eso creen ellos, porque es una ganancia pírrica).