Punto de Encuentro

Los viejos a la tumba y los jóvenes a la obra en el Ministerio del Interior

Así como en el Siglo antepasado Manuel González de Prada lo hubiera manifestado en el teatro Politeama y luego en el Olimpo, hoy les diría: LOS VIEJOS A LA TUMBA Y LOS JÓVENES A LA OBRA EN EL MINISTERIO DEL INTERIOR.

Don Manuel murió en Lima un 22 de julio de 1918, y cuando sin pena ni gloria ha sido despedido el ministro del amor Mariano Gonzales, tenemos que a la fecha ya van 7 ministros del interior y estamos a la deriva, por lo que el reclamo de Parada vuelve a la vigencia.

Van 7 ministros del interior en la presente gestión de El Lápiz y nos encontramos a la deriva y desguarnecidos frente a la inseguridad ciudadana. No hay plan de seguridad y lo que debería ser una lucha frontal estratégica contra el sicariato, los robos, la extorción, el delito cibernético o el narcotráfico parece una broma de mal gusto para Castillo Terrones frente a la población.

Hace unos días Pedro Castillo le ha tomado juramento al nuevo ministro del Interior Willy Huerta Olivas. Esto tras la salida del “enamorado” Mariano Gonzáles. El nuevo ministro del Interior es uno licenciado en Administración egresado de la Universidad Nacional Faustino Sánchez Carrión, con especialización en Administración por la Universidad San Francisco de Quito (Quito – Ecuador). Además, es licenciado en Administración y Ciencias Policiales por la Escuela de Oficiales de la Policía Nacional del Perú. También es abogado egresado de la Universidad Alas Peruanas, con maestría en Docencia Universitaria e Investigación Pedagógica y doctorado en Gestión y Ciencias de la Educación por la Universidad San Pedro. De igual forma, ha sido oficial superior a la Policía Nacional con 35 años de servicio, desempeñándose como jefe de equipo de investigación de la Dirección Contra la Corrupción en apoyo al Ministerio Público.

Don Willy, títulos, tiene para regalar, pero carrera política y experiencia en altos mandos de decisión publica: CERO

Además, lo que preocupa es la falta de plan, la falta de estrategia, se han cambiado a 6 ministros en esta cartera tan importante y nadie dice nada; nadie reclama.

Hoy Prada, a 104 años de su partida mantiene su voz vigente: “los viejos a la tumba y los jóvenes a la obra, quien luego aclaró la frase:  los viejos no son los de la edad sino son los del espíritu, los que son incapaces de erguirse sobre los vicios de la antigua generación, los que son incapaces de librarse del egoísmo, los intrigantes, los que acechan en cualquier recoveco de la historia y de la vida, los politiqueros, los caga tintas, los que no miran la justicia si no su apetito, los capaces de vender a un hermano con tal de conseguir sus ansias, esos son los viejos para Prada; y ¿quiénes son los jóvenes? Todo lo contrario, no hay más que voltear la medalla y se verá que es la lealtad, la capacidad de empresa, el estímulo, la pureza de ideales, todo eso es la juventud.

Y arremetería certeramente diciéndole a Castillo Terrones y a su “banda”: todo fermenta y despide un enervante olor a mediocridad; abunda la pequeñez en todo: pequeñez en caracteres, pequeñez en corazones, pequeñez en vicios y pequeñez en crímenes.

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