Punto de Encuentro

Las reformas para militarizar México fueron aprobadas en la madrugada del sábado.

La madrugada del pasado sábado 3 de septiembre de 2022 fueron votadas varias reformas.

El viernes por la noche, Ignacio Mier, líder de la bancada de Morena, presentó la solicitud a la Cámara para aprobar de forma expedita la propuesta; la iniciativa fue enviada el miércoles por el presidente.

Su principal argumento, fue que no pretenden modificar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos sino sólo dar certeza jurídica a los miles y miles de trabajadores y trabajadoras que pertenecen actualmente a la Guardia Nacional.

Igualmente, añadió que las reformas obedecen al mismo espíritu de la ley que creó -esa institución atípica que no es policía pero tampoco ejercito, sino una institución civil creada Constitucionalmente de protección- la Guardia Nacional en el 2019.

Se pusieron a discusión varios cambios a leyes secundarias, para que el control operativo, financiero y administrativo de la Guardia Nacional pase a manos de la Defensa Nacional.

Aunque no ha iniciado el periodo ordinario legislativo, el presidente ya envió la iniciativa de reforma a leyes secundarias para convertir a la Guardia Nacional en una división a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional.

 Los argumentos que expresó el mandatario fueron:

"El  propósito final de esta iniciativa no es militarizar al país o implementar autoritarismo, sino cuidar con la tutoría de la Sedena el crecimiento sano de la que debe ser la principal institución de seguridad pública de México. Con ello se garantiza el combate a la impunidad y el respecto irrestricto de los derechos humanos."

Supuestamente, el propósito de la reforma es garantizar la consolidación de la Guardia Nacional en todo el país.

Las declaraciones del presidente -fiel a su estilo- son incongruentes, porque propone que el titular de la Comandancia de la Guardia Nacional sea homólogo de un  general de división y almirante, es decir, que sean un ejército también.

Evidentemente, la megalomanía del presidente Andrés Manuel López Obrador sale a relucir, pues la reforma permitirá que el nombramiento sea hecho por el propio presidente.

Si bien, la reforma permitirá al titular de  la Secretaría de la Defensa Nacional proponer a la persona, quien elegirá al indicado al final, será el presidente.

La votación fue "express", la Cámara de Diputados aprobó por mayoría de votos (MORENA y sus aliados) el dar trámite de manera urgente.

Como era de esperarse los militantes del PAN, PRD y PRI, realizaron mociones suspensivas para evitar que las reformas se votarán en ese mismo momento como lo pretendía la bancada Morenista.

Al final, sí fueron votadas y aprobadas las reformas el propio viernes por la noche, concluyendo el sábado por la madrugada.

Lo sucedido, muestra al pueblo mexicano que la Cámara ya está formada para satisfacer cualquier solicitud, pedido o capricho del actual presidente.

En este caso, todo el proceso legislativo está empapado de irregularidades y de violaciones a un proceso estipulado en las leyes para evitar que todo el poder recaiga en una sola persona.

En otras palabras, el poder legislativo está separado del poder ejecutivo para hacer un contrapeso y que las instituciones no sean comprometidas en su actuar y desempeño. Lo mismo sucede con el poder judicial, que está separado de los otros 2 para dotar de autonomía a cada uno.

Empero, este objetivo en la actualidad de México ya no existe. El presidente Andrés Manuel pide lo que se le antoja y la Cámara lo aprueba sin miramientos ni reservas.

Este sexenio será recordado por ser el sexenio de aprobar cualquier petición de Andrés Manuel López Obrador.

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