Por: Abraham Fudrini.
En esta oportunidad expondré el pensamiento de un genial filósofo, diplomático, consejero, humanista, republicano y escritor. Sin embargo también fue y es odiado, prejuiciado, muy popular pero casi desconocido en su pensamiento.
Se trata nada menos, que del Padre de la Política, pues le dio a ella una nueva esfera y la desarraigó de la Filosofía Moral y la Ética, esferas en las que estuvo incluida. Él creo una nueva esfera autónoma de la política, dándole nuevo principio, conceptos y método. Para él no hay hombres buenos y hombres malos, para este extraordinario pensador todo hombre es bueno y malo a la vez, de esta forma distanció la política de la ética.
Para Nicolás Maquiavelo los hombres eran ambiciosos, codiciosos y vengativos. Él consideraba que a los hombres hay que conquistarlos o eliminarlos, por ello justificó el uso de la violencia, sin embargo también advirtió que el uso desmedido de esta convierte en tirano al gobernante.
Su época fue también la de Botticelli, Miguel Ángel, Leonardo da Vinci y Nicolás Copérnico quien superó y revolucionó la teoría geocéntrica de Aristóteles (los planetas giran alrededor de la Tierra) con su teoría heliocéntrica (los planetas giran alrededor del Sol).
Todo lo que Nicolás Maquiavelo aconseja o relata se puede verificar en la historia.
Este gran filósofo nació en Florencia-Italia en 1469 y murió en 1527 (la República de Florencia fue fundada en 1,115). Vivió los últimos 31 años del siglo XV y los primeros 27 años del siglo XVI (cuando escribió su obra cumbre El Príncipe).
En estos siglos hubo enfrentamientos en Europa y en Florencia. Italia estaba dividida principalmente en cinco grandes territorios: Dominio de Milán, Serenísima República de Venecia, República de Florencia, Estados Pontificios y Reino de Nápoles
Toda su vida estudió incansablemente, entre los 8 y 11 años conoció gramática y aritmética, a los 12 ya leía a Plutarco, Tito Livio, Cicerón y otros.
En los siglos XV y XVI, Florencia fue formalmente una República Democrática, pero en realidad era una monarquía hereditaria de la familia Medici que gobernó más de 60 años y que en 1494 fue derrotada y expulsada de Florencia. Así consiguió el poder el dominico Giolamo Savonarola, enemigo acérrimo de la corrupción, la inmoralidad y el envanecimiento, quien creó la Hoguera de la Vanidad en 1498, donde la población quemó libros de filosofía de autores griegos y romanos, vestidos de grandes escotes, perfumes, licores, pinturas cosméticas, hasta pinturas de arte consideradas libertinas, entre ellas algunas del renombrado pintor Botticelli. La caída del incorruptible predicador empezó cuando denunció la corrupción del Papa Alejandro VI y de la misma familia Borgia. Estas acciones motivaron que el Papa, acusado de corrupto, enviase fuerzas militares y le derrotasen. Finalmente se le excomulgó y fue condenado a muerte sin que nadie se opusiera, pues al pueblo no le agradó ver quemar sus vestidos, cosméticos, licores y otros objetos considerados pecaminosos.
Cuando Giolamo Savonarola recién asumió su poder, que solo duro entre 1494 y 1498, bajó impuestos, restableció y fortaleció las instituciones democráticas y prohibió la usura.
Durante toda su vida Nicolás Maquiavelo se preparó para concursar y ganar su ingreso a la administración de la República de Florencia, motivado por el deseo de recuperar la posición económica y social que había perdido su padre, así logró su objetivo a los 28 años (1497). Desde ese momento tuvo gran éxito y fue el mediador en las relaciones internacionales con países de Europa que querían invadir Florencia.
El Gobernador de Florencia, Piero de Soderini descubrió su brillante inteligencia y profundo conocimiento de la historia de los países del mundo, dándole la oportunidad para desarrollar una brillante carrera política. Durante 14 años tuvo éxito en superar las pretensiones de otros países de invadir Florencia: frente a ejércitos de Luis VII de Francia, de Maximiliano I de Austria y frente a las tropas pontificias de César Borgia.
Desgraciadamente para él, su carrera política en la administración pública concluyó en 1513, cuando los Médici acabaron con la república y crearon un nuevo Gobierno, conformando una nueva administración del Estado, en la que Nicolás Maquiavelo no pudo mantener su cargo y quedó desempleado a los 43 años.
La caída de la República en 1513 por obra de los Médici, aliados con el Papa Julio II, lo apartó del poder, pero lo acercó a la literatura. Ese mismo año escribió su obra más representativa: El Príncipe, que fue publicada en 1532, cinco años después de su muerte.
El Papa León X le salvó la vida cuando fue acusado de sedición y estuvo preso con peligro de muerte.
En el capítulo final (XXVI) de su libro El Príncipe, él se muestra como un republicano que trabajó siempre por la unidad de Italia.
El año que murió (1527) volvió a tener cargos como representante en la Santa Sede.
Justificó que el príncipe triunfara con medios desconocidos, ilícitos o pocos adecuados, según su pensamiento el gobernante debería ser audaz, aventurero, temerario, protector de las artes y las letras, y protector del comercio y la navegación. Pero sobretodo debía ser renacentista, es decir un príncipe moderno de su época.
Se preguntó si el Príncipe debe ser amado o temido, ya que casi era imposible que la población tenga los dos sentimientos a la vez. Consideró que era mejor ser temido.
Según su pensamiento, las bases de un buen Estado son las buenas leyes y las buenas armas. Por estas razones consideró la necesidad de conformar un ejército nacional propio con los naturales del territorio. Enseñó que no es bueno confiar en soldados alquilados, ni de sicarios, pues pueden abandonar a quienes los contrataron y por quienes debía luchar, para irse con otros por mejor paga, o porque podrían volverse contra la misma República que los contrató.
Para él, el objetivo era conservar y extender el poder del Estado, señalando que el arte de la guerra le otorga gloria al Príncipe.
Fue claro y contundente en reconocer que el poder se conquista por tres medios: las armas, la intriga y la ayuda del pueblo.
Consideró que al líder se le debe juzgar por el beneficio que otorga al Estado. Su concepto denominado razón de estado indica que se puede usar la astucia o/y la fuerza, pero que era mejor usar la primera.
Nicolás Maquiavelo no escribió “el fin justifica los medios”, sin embargo esta concepción es válida pues se evidencia en toda su obra.
Solo que hay que tener presente que para él, “el fin” es el fortalecimiento y expansión del Estado, que a su vez es la garantía fundamental de la libertad y el bienestar de la población.