El domingo 25 de junio los guatemaltecos se volcaron a las urnas para elegir a presidente y vicepresidente, 160 diputados del Congreso de la República, 340 corporaciones municipales y 20 diputados al Parlamento Centroamericano. Así, con una participación que alcanzó el 60%, dos puntos más que en las últimas elecciones, las de 2019, en las que ganó la presidente Alejandro Giammattei, los resultados emitidos por el Tribunal Supremo Electoral indican que el próximo 20 de agosto habrá segunda vuelta.
Elecciones presidenciales y congresales
Previamente, es importante señalar que en Guatemala la elección de la fórmula presidencial (presidente y vicepresidente) se realiza por voto universal, directo y secreto. Ahora, para que una opción se imponga en la primera vuelta debe obtener la mayoría absoluta de los votos (50%+1). De no ser así, se debe realizar una segunda vuelta o balotaje donde solamente participarán las dos candidaturas más votadas. Cabe precisar que la Constitución de Guatemala prohíbe la reelección.
Del mismo modo, en el caso del Congreso de la República se eligen 160 diputados por voto universal y secreto, de los cuales 128 son elegidos a través de los 11 distritos electorales definidos y 32 por lista nacional.
Sorpresa en los resultados
Una vez que los resultados oficiales (al 99%) fueron dados a conocer por el Tribunal Supremo Electoral, organismo constitucionalmente autónomo encargado de los procesos electorales en Guatemala, podemos afirmar que el balotaje lo disputarán Sandra Torres, candidata de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), quien alcanzó el 16%; y Bernardo Arévalo, candidato del Movimiento Semilla (MS), quien obtuvo el 12 % de las preferencias.
Sin lugar a dudas, el segundo lugar obtenido por el MS fue la gran sorpresa de la jornada. Ninguna de las encuestas o estudios de opinión publicados días previos a la jornada electoral le daba más del 3% de los votos. Es más, en todos los sondeos el segundo y tercer lugar eran ocupados por el diplomático Edmond Mulet y la exdiputada Zury Ríos, hija del dictador Efraín Ríos Montt, quienes finalmente quedaron en quinto y sexto lugar, siendo desplazados por Manuel Conde, del partido oficialista Vamos, en el tercer lugar, y Armando Castillo en el cuarto lugar, del partido Vivir.
¿Quién en Sandra Torres?
Ha sido la primera dama durante el gobierno del que en vida fuera su esposo el ex presidente Álvaro Colom (2008 a 2011). Como lo señalan las periodistas Lorena Arroyo y Evelyn Boche, se trata de una política con experiencia que pasó de la socialdemocracia a una postura más de derecha conservadora. Durante la administración de su esposo (fallecido el 23 de enero pasado), Torres jugó un rol activo en la política del Gobierno pues no solo cumplió con las labores protocolares propias de una primera dama sino que también asumió la dirección política de programas de asistencia social para los sectores rurales y zonas históricamente abandonadas por el Estado.
Sin embargo, a pesar del apoyo con el que cuenta en los sectores rurales y populares urbanos, lo cierto es que Torres es la candidata que tiene el mayor anti voto en las zonas urbanas, pues muchos electores la vinculan con graves actos de corrupción acontecidos durante la administración de su difunto esposo. Eso explica, según los medios guatemaltecos, su caída en los dos balotajes anteriores en los que perdió la presidencia ante Jimmy Morales y Alejandro Giammattei. Ha sido justamente ese anti voto, que suele definir una elección, sobre todo cuando se trata de una segunda vuelta, el motivo por el que irónicamente fue bautizada como “la candidata que hace presidentes”, ya que para los analistas las urnas la castigan votando siempre a favor de su oponente.
¿Quién es Bernardo Arévalo?
Por el otro lado, el líder del Movimiento Semilla, un partido de corte progresista, nacido en plena ebullición de las movilizaciones de 2015, ha sido bautizado por parte del electorado como el “hijo del mejor presidente de Guatemala”, un título que ha estado reservado durante décadas a Juan José Arévalo Bermejo, el gran líder reformista que gobernó dicho país de 1945 a 1951, luego del triunfo de la Revolución de Octubre de 1944, que puso fin a un ciclo de feroces dictaduras.
Arévalo es un sociólogo, filósofo y antropólogo social que junto a otros intelectuales y jóvenes profesionales fundaron el Movimiento Semilla como una respuesta a la forma tradicional (autoritaria y corrupta, según sus lineamientos) de hacer política en Guatemala. Así, para el politólogo Edelberto Torres, la experiencia de Arévalo como funcionario internacional dedicado a la promoción de la paz y la solución de conflictos en Guatemala, África y América Latina, le han permitido transmitir su mensaje con serenidad y sin ningún exabrupto durante lo que va de la campaña electoral, algo que ha sido valorado por un electorado cansado del enfrentamiento entre los políticos que representan a los partidos políticos tradicionales.
¿Cómo explicar los resultados?
Es la pregunta que el reconocido politólogo Ricardo Sáenz explica señalando que esta elección presidencial expresó el rechazo de los guatemaltecos por ese “pacto infame que existe entre los corruptos de Guatemala”, refiriéndose a la alianza informal que existe entre políticos tradicionales, élites tradicionales y empresarios acostumbrados a poner al Estado al servicio de sus intereses patrimoniales.
Sumado a lo dicho por Sáenz, quien habla de un rechazo que se manifestó de dos maneras en esta elección: 1) El voto nulo y blanco que sumados alcanzan el 24% (1 de cada 4 electores); y 2) El respaldo al Movimiento Semilla que constituye un abierto rechazo a la ofensiva autoritaria y corrupta del tradicionalismo político en Guatemala; nosotros consideramos que esta elección también constituye la muerte electoral del riosmonttismo, ya que esta elección acabó con el mito Ríos Mont de la candidatura imbatible, pues al igual que en 2003 –cuando el dictador compitió-, esta vez su hija Zury Ríos ha sido vencida de manera categórica.
Lo que se viene
Diferentes especialistas, en opinión que compartimos, han señalado que vamos a ser testigos de una segunda vuelta muy polarizada entre dos candidaturas claramente antagónicas. Una elección que enfrenta no solo a dos formas de entender la política sino a dos maneras de concebir el Estado y la sociedad.
Por un lado, tenemos a Sandra Torres, quien a pesar de llevar como vicepresidente a Romero Guerra, pastor evangélico que se define como “pro vida, pro familia y pro libre mercado”, en un claro giro ideológico hacia la derecha conservadora, ha señalado que su “ideología es Guatemala”, como una forma de evitar los cuestionamientos ideológicos a su candidatura.
Por el otro, encontramos a Bernardo Arévalo, quien ha señalado expresamente que su movimiento “es un partido político y no una colección de personas”, es decir, es una agrupación que responde a un programa político progresista, dispuesto a defender la democracia frente a cualquier forma de autoritarismo, afirmó el líder del MS.
En suma, nada está dicho, y todo parece indicar que serán más los errores de los candidatos los que terminarán definiendo el respaldo mayoritario del electorado. Torres tendrá que hacer valer su experiencia (esta será su tercera segunda vuelta) para romper con el anti voto que le ha impedido convertirse en la primera presidenta de Guatemala, mientras que Arévalo, cuyo programa de Gobierno ha sido reconocido como uno de los más sólidos en esta elección, tendrá que seguir demostrando inteligencia, serenidad y capacidad de diálogo, para ganarse el voto del centro (tanto del sector urbano como rural) si quiere que una opción progresista como la suya se imponga en un momento histórico marcado por el avance de las propuesta autoritarias y conservadoras en América Latina.
[1] Abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Cuenta con un Título de Post Grado y estudios de maestría en Ciencia Política y Gobierno por la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas de la PUCP. Cuenta con un Título de Especialista en Justicia Constitucional, Interpretación y Aplicación de la Constitución por la Universidad Castilla – La Mancha (Toledo – España). Es Maestro en Derecho Constitucional en la Universidad Castilla – La Mancha (Toledo - España). Observador y Representante Electoral Internacional en Colombia, Ecuador, Bolivia, México y Uruguay (desde el 2016). Miembro del Comité de Coordinación Electoral del Sistema Electoral Peruano (2015-2019). Secretario General Titular del RENIEC (2019). Profesor de Constitución y Ciencia Política, Derecho Electoral, Ciencia Política, Historia de las Ideas Políticas en la Universidad de San Martín de Porres (2015-2020).