El chavismo siguiendo el manual que toda dictadura usa ha inhabilitado, a través de sus órganos administrativos y funcionarios adictos al régimen (esta vez le tocó el turno a la Contraloría), a María Corina Machado (MCM), la opositora que lidera las encuestas de cara a las Elecciones Primarias que se llevarán a cabo el próximo 22 de octubre y que decidirán quién enfrentará a Nicolás Maduro en las Elecciones Presidenciales de 2024.
¿Por qué ha sido inhabilitada MCM?
Al parecer, ni la propia Contraloría logra ponerse de acuerdo al momento de determinar la razón por cual MCM merece ser inhabilitada por 15 años (hasta el 2038) para ejercer un cargo público de elección popular.
Decimos ello pues si uno revisa el documento de la Contraloría -que fue puesto en manos de la prensa por el diputado José Brito, de la bancada de “alacranes”, que aglutina a antiguos opositores al régimen pero que en este caso resultó promoviendo el procedimiento administrativo contra MCM- se puede advertir que la inhabilitación contra la opositora se da “por esto, por aquello y por nada”. En otras palabras, estamos frente a otro crimen de una dictadura a la que cierto sector de la izquierda latinoamericana aún tiene el descaro de llamar revolución.
Por esto
Primero, la Contraloría afirma que la sanción responde a faltas en una declaración jurada que MCM presentó cuando era diputada sobre la justificación de ingresos durante el periodo auditado. Sin embargo, por ese caso MCM ya fue inhabilitada por 12 meses, razón por la cual no pudo postular como candidata a la Asamblea Nacional, cumpliendo cabalmente con la sanción establecida. No obstante ello, ahora resulta que para la Contraloría -que no expone razones para ello- el castigo debe ser prolongado por 15 años.
Por aquello
Segundo, como para enturbiar aún más el panorama legal en este caso, la Contraloría también acusa a MCM de ser cómplice política de Juan Guaidó en la comisión de delitos de corrupción relacionados con los casos de la filial petrolera Citgo y la petroquímica Monómero. Sin embargo, la Contraloría no ha explicado cómo MCM puede ser cómplice política de Juan Guaidó si nunca formó parte del Gobierno interino administrado por este líder opositor.
Por nada
Tercero, la Contraloría también responsabiliza a MCM por las sanciones de Estados Unidos y el congelamiento de fondos en el extranjero que recibiera el Gobierno de Maduro, al haber declarado a favor de estas medidas de presión adoptadas por la comunidad internacional en contra de la dictadura chavista. Es decir, para la Contraloría, MCM también controla las decisiones del Gobierno de los Estados Unidos, manipula a toda la comunidad internacional y lidera una conspiración global en contra del pueblo venezolano.
Se trata de una inhabilitación írrita
Como puede apreciarse, queda claro, como lo ha señalado toda la oposición venezolana, que estamos ante una inhabilitación absolutamente fraudulenta que viola no solamente el orden constitucional venezolano sino que también transgrede, entre muchas otras normas, los principios del derecho internacional de los derechos humanos referentes a la protección del derecho a la participación política de los ciudadanos.
Sobre este punto, el mismísimo Gustavo Petro, presidente de Colombia, al que nadie podría acusar de “imperialista”, ha señalado que “ninguna autoridad administrativa (como la Contraloría, en este caso) debe limitar los derechos políticos a ningún candidato”, en sintonía con lo que en su momento señaló la Corte Interamericana de Derechos Humanos en los casos Petro Urrego vs Colombia y López Soto vs Venezuela, respectivamente.
No obstante lo antes señalado, lo cierto es que la Comisión Nacional encargada de las Elecciones Primarias ha decidido no limitar la inscripción de candidatos “supuestamente” inhabilitados. Esta decisión permitirá la inscripción de otros políticos inhabilitados como Henrique Capriles y Fredy Superlano, y también debería incluir a MCM. Este será, sin lugar a dudas, uno de los puntos que negociará la oposición con el Gobierno de Maduro en la búsqueda de garantías que permitan llevar adelante un proceso electoral competitivo, por lo que quitarles el veto a los principales líderes de la oposición puede convertirse en el punto clave en este proceso.
¿Quién es María Corina Machado?
Nació en Caracas en 1967, es ingeniera industrial y cuenta con una especialización en Finanzas en el Instituto de Estudios Superiores de Administración, IESA, la institución educativa de negocios más importante de Venezuela. Actualmente, y luego de casi 20 años de carrera política, MCM, a pesar de esta dilatada trayectoria, es vista como una política emergente -sobre todo por los más jóvenes- que representa a la derecha venezolana y a quien se la reconoce como dueña del discurso anticomunista más potente en la política llanera.
Asimismo, MCM es fundadora del partido VENTE VENEZUELA que representa al sector más antichavista en los últimos años. Como se sabe, MCM fue una de las pocas opositoras que siempre se negó a negociar con la dirigencia chavista y madurista, además de ser una de las grandes críticas de la oposición que organizada tras la figura de Henrique Capriles o Leopoldo López intentó hacerle frente a la dictadura chavista.
Por ese motivo, MCM no tiene una relación muy cercana con la mayoría de los principales dirigentes de la actual oposición venezolana. Es más, muchos de ellos la acusaron de obstaculizar el proceso para lograr la unidad de la oposición antichavista. Se trata pues de un problema pendiente que deberá resolver si quiere convertirse en la única carta de la oposición capaz de vencer a una dictadura tramposa que seguramente buscará atornillarse en el poder.
El discurso cambió
Como ya se ha indicado, MCM, durante muchos años -específicamente, a partir de 2005- fue una dura crítica de la oposición electoral al chavismo pues consideraba que la participación de los opositores en las elecciones (fraudulentas, por supuesto) terminaba legitimando a la dictadura. Hoy, sin embargo, se prepara para lograr algo que quizá jamás pensó: “Unir bajo su boleta a todas las fuerzas democráticas de Venezuela (de izquierdas a derechas) con el único propósito de echar a la dictadura a través de las urnas”, como ella misma lo ha manifestado.
Hoy, para MCM lo más importante es apelar a la fuerza y la energía de los venezolanos para liderar un proceso de transición democrática ordenado y solvente. Atrás quedaron los años en los que sostenía que solo el camino de la fuerza podía acabar con el chavismo. Quizá por ello MCM ha declarado que lo primero que hará si gana las Elecciones Primarias es liderar y construir un proyecto común que no busca cobrar revanchas ni cobrar facturas, sino generar consensos.
Por ello, ha manifestado que más importante que la lucha ideológica contra la dictadura es la búsqueda de la unidad entre los venezolanos. La dictadura, afirma MCM, ha ocasionado un daño emocional muy grande para todas las familias. La dictadura generó un verdadero éxodo en Venezuela, echando a miles de venezolanos más allá de sus fronteras -muchos de ellos escapando del chavismo- a diferentes partes del mundo. Por ese motivo, MCM busca la confluencia de todos los sectores, incluidas las bases chavistas, para gracias a esa “dimensión existencial y espiritual”, según sus propias palabras, contar con el poder suficiente para derrotar a Maduro con la fuerza de los votos.
De la derecha a un centro liberal
Durante muchos años MCM y su partido VENTE VENEZUELA fueron identificados como el ala radical de la derecha en Venezuela. Sobre ello, MCM ha señalado que para sus detractores (la mayoría de izquierda) todo lo que está a su derecha es extrema derecha, apelando a la mentira para generar temor en los electores. Yo soy una liberal, afirma MCM, una liberal que asume el liberalismo como una filosofía de vida, y que va mucho más allá de una propuesta política.
Lo que se viene
De cara a las Elecciones Primarias de octubre, pero, sobre todo, pensando en las Elecciones Presidenciales del próximo año (que dicho sea de paso -hasta ahora- no tienen fecha probable de realización), MCM tiene el enorme reto de hacer que los electores apuesten por su propuesta: “La construcción de una sociedad civil robusta, algo que supone pasar de un Estado distribuidor de privilegios y generador de dependencia o esclavitud a una Venezuela de autonomía y producción en todos los ámbitos que haga posible el libre desarrollo de cada ciudadano. Para ello es necesario utilizar ideas probadas y que funcionan, cerrando ciclos populistas o totalitarios basados en conceptos incapaces de generar bienestar”, como se lee en los estatutos de su partido VENTE VENEZUELA.