Punto de Encuentro

Uruguay 2024: Inicia la carrera presidencial

  • Rafael Rodríguez Campos

El domingo 30 de junio se llevaron a cabo las Elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Voluntarias (PASV) en Uruguay. Así, en horas de la noche, y ya con las primeras proyecciones y tendencias electorales confirmadas las tres principales fuerzas políticas: El Partido Nacional (oficialismo), El Frente Amplio (oposición de izquierda) y El Partido Colorado (el partido más antiguo) presentaron a quienes los representarán como candidatos presidenciales en las Elecciones Generales de octubre (primera vuelta) y noviembre (segunda vuelta), así como también anunciaron a los compañeros de fórmula de los mismos.

El Partido Nacional

Álvaro Delgado, ex Secretario de la Presidencia de Uruguay, se convirtió en el candidato presidencial por el partido oficialista. Así, luego de escrutar casi el 100% de los votos, Delgado alcanzó el 75% de las preferencias frente al 19% obtenido por Laura Raffo, seguidos por Jorge Gandini, quien apenas obtuvo el 5%, respectivamente.

A su turno, Delgado anunció que la ex sindicalista Valeria Ripoll será quien lo acompañará en la fórmula presidencial. Se trata de quien fuera la Secretaria General de ADEOM, el sindicado de funcionarios públicos de la Intendencia de Montevideo. Para algunos analistas como el destacado politólogo Adolfo Garcé esta designación obedece a la necesidad de intentar correrse a la izquierda lo más posible y así robarle algunos votos al Frente Amplio, sobre todo pensando en una eventual segunda vuelta.

Luego, en el marco de una reunión pública que sostuvo con el Directorio del Partido Nacional, Delgado señaló que lo más importante siempre será la consolidación de la bandera (es decir, el partido por encima de las personas), y que ahora él como abanderado del Partido Blanco deberá desplegar todos sus esfuerzos para convocar con amplitud a todos los sectores del espectro político y social uruguayo.

Asimismo, Delgado dijo sentirse orgulloso de haber formado parte del gobierno de Luis Lacalle Pou y aseguró que votar por él será votar por la continuidad del proyecto iniciado por el actual presidente. Además, Delgado aseguró que si bien muchos uruguayos no votaron por Lacalle Pou, hoy, luego de 5 años de gobierno blanco, muchas personas esperan con ilusión un eventual nuevo gobierno del Partido Nacional.

Acto seguido, Delgado hizo tres importantes anuncios en el terreno estrictamente electoral: 1) Señaló que Agustín Iturralde, coordinador de su equipo técnico, convocará a los asesores del resto de pre candidatos que tuvo el Partido Nacional para la elaboración de un programa único y así evitar cualquier contradicción e inconsistencia en dicho bloque; 2) Destacó la valentía y compromiso social de Valeria Ripoll, quien será su compañera de fórmula, y quien deberá liderar la agenda social que el Partido Nacional le propondrá al país para los próximos 5 años; y 3) Confirmó que el actual presidente Luis Lacalle Pou integrará las listas al Senado del Partido Nacional.

El Frente Amplio

Yamandú Orsi, ex intendente de Canelones, se convirtió en el candidato presidencial por el Frente Amplio. Así, luego de escrutar casi el 100% de los votos, Orsi alcanzó el 60% de las preferencias frente al 35% obtenido por Carolina Cosse, seguidos por Andrés Lima, quien apenas obtuvo el 3%, respectivamente, respectivamente.

A su turno, Orsi anunció en la sede del Frente Amplio que la Mesa Política de la coalición de izquierda de la que forma parte le había propuesto que Carolina Cosse sea su compañera de fórmula presidencial. Al respecto, Orsi señaló enfáticamente que era un honor para él tener como compañera de fórmula a la ex intendenta de Montevideo, para luego abrazarla dando una clara señal de unidad en la coalición progresista, más aun teniendo en cuenta que a la ex intendenta la respaldaron principalmente el Partido Comunista y el Partido Socialista, dos de las organizaciones más radicalizadas al interior del Frente Amplio, las cuales deberán asumir como suya la propuesta centrista de la coalición.

Luego, en su discurso Orsi llamó a la unidad de la izquierda y centro izquierda para resolver los problemas de seguridad, la pobreza infantil y el desarrollo económico de los sectores más desfavorecidos del país. En esa línea, Orsi asumió el compromiso de aumentar los salarios más deprimidos, mejorar los topes de las jubilaciones e integrar las regiones del país, impulsando de manera decidida un proceso de descentralización para que ningún departamento se quede atrás. 

Asimismo, Fernando Pereira, presidente actual del Frente Amplio, destacó el desempeño electoral de su coalición al señalar que la izquierda obtuvo más de 400 mil votos en las PASV, superando la votación alcanzada por el Partido Nacional y el Partido Colorado, respectivamente. Estos resultados, dijo Pereira, nos permiten decir que hemos empezado a ganar las próximas elecciones.

Por último, el candidato frenteamplista felicitó a la militancia por estos resultados obtenidos destacando la convicción, la voluntad de trabajo y el compromiso de las bases que a nivel nacional se movilizaron para alcanzar el primer lugar de las votaciones en las PASV. El Frente Amplio está unido, dijo Orsi, y unirá a todo el país para garantizar el triunfo electoral en octubre. Así, Orsi se comprometió a gobernar para todo el país y no solamente para un pedazo del mismo. Vamos a gobernar para todas y todos. Debemos desterrar la idea de que el que gana aplasta al otro, afirmó el candidato de la izquierda uruguaya.

El Partido Colorado

Andrés Ojeda, un abogado penalista, se convirtió en el candidato presidencial por el Partido Colorado, la organización política que históricamente había gobernado Uruguay antes de la irrupción del Frente Amplio en el escenario político actual. Así, luego de escrutar casi el 100% de los votos, Ojeda alcanzó el 64% de las preferencias frente al 22% obtenido por Robert Silva, respectivamente.

A su turno, Ojeda, visiblemente emocionado, saludó a todos los militantes del partido indicando que habían superado satisfactoriamente todas las expectativas electorales preliminares. Recordó, por ejemplo, que cuando la campaña inició el pasado 22 de noviembre nadie apostaba por su candidatura, pero que con el esfuerzo de las nuevas fuerzas del partido (los jóvenes que a nivel nacional están impulsando una renovación generacional en el Partido Colorado), habían logrado posicionar su propuesta de cambio dentro de los colorados.

Luego, Ojeda, pensando en las elecciones de octubre, señaló que había llegado el momento de dejar atrás las polémicas desatadas durante las internas coloradas. Reconoció que muchas polémicas políticas (incluso personales) entre los candidatos se presentaron durante este primer tramo de la campaña electoral pero que las mismas debían quedar atrás si se quiere enfrentar con éxito al Partido Nacional y al Frente Amplio. 

Asimismo, señaló que estas elecciones son importantes pues pueden consolidar un cambio en la política uruguaya. Lo que se viene, dijo Ojeda, trasciende al Partido Colorando. Se trata de un cambio de época en Uruguay. Por eso nosotros, subrayó Ojeda, venimos a encabezar el futuro de Uruguay y estamos dispuestos a darle estabilidad y apoyo a quien mejor represente ese cambio.

Se confirma una tendencia latinoamericana

Más allá de lo expuesto, lo cierto es que en estas PASV apenas votaron 990200 electores (de un Padrón Electoral con 2765903 de ciudadanos habilitados para sufragar). Es decir, se trata de un porcentaje de participación menor al 30% que está muy por debajo de lo que empresas de opinión pública como Consultora Cifra esperaban. Es más, se trata de la votación más baja de la historia de las PASV confirmando la tendencia iniciada hace algunos años en Latinoamérica que nos habla de un descenso sostenido en la participación electoral.

Lo que se viene

Ahora bien, por los resultados obtenidos en estas PASV y las encuestas de opinión que ya empiezan a circular, resulta poco probable que el próximo domingo 27 de octubre tengamos a un ganador en primera vuelta. Como se sabe, en Uruguay, como en otros países de la región, en caso de que ningún candidato alcance la mayoría absoluta de los votos emitidos (el 50% + 1 de los votos), la elección tendrá que definirse en una segunda vuelta entre los candidatos más votados. En esta oportunidad, la segunda vuelta está prevista para el próximo domingo 24 de noviembre y todo apunta a que la misma tendrá como protagonistas a los mismos partidos que se enfrentaron en el ballotage en 2019: El Partido Nacional (oficialismo) y el Frente Amplio (oposición de izquierda).

Así, en la izquierda frenteamplista esperan obtener la más alta votación en la primera vuelta (sacar la mayor ventaja es la consigna) sabiendo que en un eventual ballotage el Partido Colorado seguramente le dará su respaldo al Partido Nacional (como ocurrió en 2019) y con ello apuntalarán una alianza anti izquierda que le permita a los blancos gobernar por un nuevo periodo presidencial.

Ahora bien, todo dependerá de la forma cómo los candidatos encaren la campaña electoral la misma que, según la consultora uruguaya “Equipos Consultores”, deberá girar en torno a lo que los uruguayos consideran que son los principales problemas del país: la inseguridad, el desempleo y la economía. Para esta firma es importante que los candidatos entiendan, por ejemplo, que las referencias a la inseguridad son más altas en Montevideo y en los estratos socioeconómicos de clase media y altos. Mientras que en el interior del país y en los sectores medios bajos y bajos, la principal preocupación está por el lado del desempleo y la prestación de servicios públicos de carácter social como la educación, la salud y el sistema previsional. Así, definido el tablero electoral, el próximo 27 de octubre veremos qué candidatos interpretaron de mejor manera esta dinámica política.

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