Punto de Encuentro

Uruguay 2024: El Frente Amplio vuelve al Gobierno

  • Rafael Rodríguez Campos

El domingo 24 de noviembre casi 2.8 millones de uruguayos debían concurrir a las urnas para elegir a la fórmula presidencial (Presidente y Vicepresidente) que gobernará su país durante el periodo constitucional 2025 - 2030 en el marco unas elecciones que coinciden con los 100 años de la primera elección presidencial, y con los 40 años de democracia ininterrumpida desde la caída de la última dictadura cívico/militar que gobernó en el periodo 1973 - 1985. Cabe precisar que en esta segunda vuelta o ballotage se registró una participación casi del 90% del padrón electoral.

Los resultados

Al respecto, la Corte Electoral -cuyo trabajo ha sido impecable en este proceso electoral- informó que casi al 100% de las mesas de sufragio escrutadas, Yamandú Orsi, candidato del partido opositor Frente Amplio, se convertía en el presidente electo alcanzando el 52% de las preferencias frente al 48% obtenido por Álvaro Delgado, candidato del oficialista Partido Nacional, que en este ballotage representó a la denominada “Coalición Republicana” (alianza de partidos de derecha y centro derecha que se unieron para competir contra el Frente Amplio).

La palabra de Yamandú Orsi

Así, una vez conocido el reporte consolidado de la Corte Electoral, un Orsi, notoriamente emocionado, se digirió a sus seguidores que pintaron de azul, rojo y blanco el comandado de campaña diciendo: “Triunfó, una vez más, el país de la libertad, de la igualdad y de la fraternidad; voy a ser el presidente que convoque una y otra vez al diálogo nacional para encontrar las mejores soluciones, escuchando muy bien lo que nos dicen los demás”, destacó Orsi.

Además, Orsi reconoció que asume las riendas de un país cuya mitad de su electorado no los votó, y lo hizo en los siguientes términos: "Hoy estamos muy felices quienes abrazamos estas banderas, aquellos que reconocemos que accedimos al triunfo, pero hay otra parte de nuestro pueblo que, como nosotros hace un tiempo, hoy tiene otro sentimiento, esa gente también nos tendrá que ayudar a construir un país mejor, a ellos también los precisamos", subrayó Orsi.

Por último, Orsi aseguró que hará todos los esfuerzos necesarios para construir “una sociedad más integrada, un país más unido, en donde, a pesar de las diferencias, nadie podrá quedarse atrás desde el punto de vista económico, social y político".

La palabra de Álvaro Delgado

A su turno, un Delgado visiblemente triste por la derrota se dirigió a la militancia blanca diciendo lo siguiente: “Es uno de los discursos más difíciles que voy a tener que hacer en mi vida, pero en la vida política siempre pasa que uno tiene que respetar por sobre todas las cosas la decisión soberana”, expresó Delgado.

Asimismo, sobre el triunfo del Frente Amplio dijo lo siguiente: “Hoy, con tristeza claro que sí, pero sin complejo de culpa podemos felicitar a quién ganó, a quien tuvo la preferencia y hacerlo con sinceridad y de corazón, con desprendimiento y con un sentido muy republicano. Por eso, quiero mandar un fuerte abrazo y un saludo para Orsi y para el Frente Amplio. Hoy Orsi tiene la llave, la posibilidad de buscar y encontrar los acuerdos nacionales. Pero sepan que acá va a haber una suma de partidos que vino para quedarse. Los dueños de la coalición son la gente, que la vivió y la militó en todo el país. Si necesita una mano en pos del país, le damos las dos”, dijo Delgado.

Por último, sobre lo que le espera al Partido Nacional y a la Coalición Republicana señalo lo siguiente: "Nosotros no estamos derrotados, acá hay una coalición integrada por cinco partidos, a los cuales quiero agradecerles el haber puesto el amor, el compromiso, la fuerza y las ganas en esta campaña". 

La victoria del Frente Amplio

Ahora bien, lo cierto es que el Frente Amplio de la mano de Orsi, el delfín del ex presidente José “Pepe” Mujica, vuelve al poder luego de 5 años de gobierno del Partido Nacional.  Así, más allá de la potencia electoral y el carisma político de la fórmula presidencial Orsi - Cosse,  analistas como la politóloga Camila Zeballos de la Universidad de la República, explican que uno de los factores del triunfo del Frente Amplio se debe a la intensa campaña que desplegó desde las internas de junio de 2024, que consolidó su presencia a lo largo del todo el territorio nacional. Como lo recuerda también Fernando Pereira, presidente del Frente Amplio, para la segunda vuelta la fórmula presidencial logró visitar 320 localidades contando con el apoyo logístico de los más de 300 comités de base que les permitieron llegar a toda la población.

Al parecer, lo expuesto por Zeballos y Pereira cobra fuerza si tomamos en consideración los resultados electorales alcanzados por el Frente Amplio a nivel nacional ya que la fórmula Orsi - Cosse logró imponerse en 5 departamentos, 3 más que en el ballotage de 2019. En esta oportunidad, el Frente Amplio mantuvo a Montevideo y Canelones (los distritos electorales más grandes), y también ganó en San José, Paysandú y Salto. No obstante ello, el Frente Amplio aseguró la victoria con la gran diferencia obtenida en Montevideo, donde alcanzó el 56% de los votos contra el 38% de la Coalición Republicana, una diferencia que representa casi 150 mil votos. Del mismo modo, en Canelones obtuvo el 53% frente al 31% del oficialismo, es decir, 48 mil votos de diferencia.

Lo que se viene

Más allá de lo expuesto, lo cierto es que el próximo 01 de marzo de 2025 Orsi asumirá un Gobierno que deberá afrontar las demandas más urgentes de la sociedad uruguaya, centradas principalmente en el campo  económico (el costo de vida) y la seguridad pública (aumento de la criminalidad). En ese sentido, los técnicos del plan de gobierno del Frente Amplio han señalado que apostarán por una mayor eficiencia del Estado fortaleciendo los servicios públicos y optimizando la competitividad del país.

Así, en el campo económico, Gabriel Oddone, quien se presume será el Ministro de Economía de Orsi, ha manifestado que el plan del Frente Amplio tiene 3 ejes: 1) Crecimiento económico; 2) Reducción de la pobreza; y 3) Redefinición de la matriz de protección social; pero garantizando siempre la estabilidad macroeconómica y la confianza en las instituciones del Estado de Derecho. A su vez, en el campo de la seguridad pública, Orsi tendrá que presentar oportunamente el paquete de propuestas legislativas destinadas (como lo prometió durante la campaña electoral) a combatir la delincuencia, el narcotráfico y la corrupción.

En ambos escenarios será necesario contar con el apoyo del Parlamento. Por eso, resulta imprescindible que Orsi encuentre la manera de negociar con un Congreso fragmentado. Recordemos que en el Senado tiene mayoría (por 1 voto), mientras que en la Cámara de Diputados el Frente Amplio solo cuenta con 48 curules de un total de 99, por lo que será fundamental que las figuras de mayor peso político en la bancada frenteamplista busquen consensos con los sectores más heterogéneos de la Cámara Baja como Cabildo Abierto, Identidad Soberana o el propio Partido Colorado.

Lecciones uruguayas

Finalmente, lo acontecido en este ballotage nos permite reiterar lo que dijimos hace unas semanas, luego de observar el desarrollo de la primera vuelta gracias a la generosa invitación de la Corte Electoral: 1) Las elecciones transcurrieron con absoluta tranquilidad, 2) La jornada electoral se desarrolló en el marco de un ambiente festivo; 3) Los miembros de mesa mostraron gran solvencia en la ejecución de sus funciones; 4) No se registraron actos de violencia importantes en ningún lugar del país, 5) Los dos candidatos presidenciales y todas las autoridades reconocieron el gran trabajo de la Corte Electoral; y 6) A nadie se le ocurre hablar de fraude o irregularidades (ni siquiera a los perdedores) algo que lastimosamente se ha convertido en una práctica perniciosa en los países de América Latina.

Por ello, es menester destacar el gesto democrático del presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, quien fue el primero en felicitar al candidato electo Orsi. En Uruguay el Gobierno reconoció, sin titubear, el triunfo electoral de la oposición, como muestra clara del respeto por las reglas e institucionalidad democrática, no en vano, como también lo dijimos hace algunas semanas, desde la recuperación democrática en 1985, Uruguay es ejemplo de estabilidad y gobernabilidad para las democracias a nivel mundial, ello se debe a la fortaleza de sus instituciones políticas. Quizá por ello, según el índice de “The Economist”, el país se ubica entre las 14 democracias plenas que hay en el mundo.

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