El 5 de abril de 1992, hace 26 años, Alberto Fujimori dio un autogolpe de Estado disolviendo el Congreso de la República.
Desde esa época, se ha manipulado la memoria de la opinión pública para ocultar el origen político de Fujimori. Según la post verdad imperante, Fujimori fue apoyado por Alan García. Según los verdaderos hechos históricos, Fujimori nace por el apoyo programático, movilización social y la cobertura periodística de la izquierda peruana.
Es una tarea pendiente de las ciencias sociales y de la politología seria, rescatar la memoria social del país de éstas post verdades. Veamos.
El origen de los votos
Una revisión rápida de los votos de 1ra y 2da vuelta muestran que el grueso de la votación que recibió Fujimori provino mayoritariamente del votante de izquierda (el aprismo votó por Luis Alva Castro).
El apoyo periodístico
Todos los partidos de izquierda movilizaron activamente a sus cuadros en barrios, sindicatos y ciudades en favor de Fujimori. Todos los medios de comunicación de la izquierda se pusieron a su servicio. La República y Páginas Libres (donde toda la plana de la PUCP se puso a disposición), fueron sus arietes comunicacionales.
El apoyo Programático
Inesperadamente, los dirigentes de la izquierda limeña se encontraron ante un candidato que emergía del anonimato político. Sin dudarlo, rápidamente se subieron al “tractor del Chinito” y lo coparon políticamente. El equipo económico que asesoró a Fujimori para la 2da vuelta provenía de la Izquierda: Santiago Roca, Daniel Schydiowsky (Superintendente en el Gobierno de Humala) y César Ferrari.
Por su lado, el APRA intentó -sin resultados- abrir una comunicación política con Mario Vargas Llosa para encontrar una fórmula de gobierno de Unidad Nacional (ver “El Pez en el Agua” y “El Diablo en Campaña”, entre otros escritos y testimonios) ante la peligrosa incertidumbre que significaba el recién llegado.
Oscar Ugarteche, distinguido economista de izquierda, resume la falsa disyuntiva creada por ellos mismos para justificar su giro hacia un desconocido: “la encrucijada política peruana entre la derecha ultra liberal y una izquierda moderada se dio en 1990, cuando el candidato por la derecha ultra liberal era Mario Vargas Llosa y el de la izquierda moderada era Alberto Fujimori” (http://rcci.net/globalizacion/2011/fg1184.htm)
Alberto Fujimori ganó la 2da vuelta de las lecciones del 1990 y nombró en su 1er Gabinete a connotados dirigentes y técnicos de izquierda: Gloria Helfer (la Susana Villarán o Verónica Mendoza de la época) juró como Ministra de Educación, Fernando Sánchez Alvabera como Ministro de Energía y Minas, y Carlos Vidal como Ministro de Salud, entre otros.
La izquierda fue el útero que gestó a Fujimori.
Colofón
El furibundo Antifujimorismo de la izquierda de hoy es un mea culpa inconsciente de negación de paternidad. No es sano. Y más allá de éstas culpas ocultas o autocríticas necesarias que no llegan, la sociedad peruana no tiene porqué sufrir una amnesia impuesta por la culpa no reconocida de una parte de ella.