Las últimas cuarenta y ocho horas mostraron a Pedro Chávarri, Fiscal de la Nación, participando su versión en medios, acerca de la circunstancia atípica que protagoniza en enconada lucha frente al Ejecutivo y sus aliados oficialistas. Las fichas ya habían ejecutado su movimiento.
Con rapidez, el presidente Martín Vizcarra expresó, en conferencia de prensa, que el respeto a la autonomía de poderes de Estado, no le permite "interferir en lo que haga (el Congreso), pero pedimos que hagan el esfuerzo en hacer lo correcto”, en alusión a las cuatro denuncias constitucionales que aguardan pendientes en la Sub Comisión de Acusaciones Constitucionales, presidida por César Segura (FP).
El mandato a sus aliados es claro: ¡persistan en la lucha! Chávarri no se hizo esperar y ha presentado denuncias constitucionales contra Pedro Pablo Kuczynski y los congresistas Mercedes Araoz, Carlos Bruce, entre otros más, por el presunto delito de compra de votos para evitar vacancia del ex presidente PPK.
Vientos de paz nunca estuvieron más lejanos. Sin embargo, haremos un ejercicio hipotético de pragmatismo en la reformulación de alianzas políticas.
Mientras Pedro Chávarri pueda mantenerse atrincherado en la jefatura del Ministerio Público, es sabido que intentará conducir con diligencia los casos respectivos a PPK, Alejandro Toledo, Nadine Heredia, Ollanta Humala y Susana Villarán, él mismo ha mencionado el rigor de su ambición en tales casos. Factor común: todos los mencionados comparten vínculos directo o indirecto con Martín Vizcarra o con sus aliados políticos y/o mediáticos.
Por mencionar uno de estos casos, ¿podría Martín Vizcarra, empezar un progresivo alejamiento del círculo más próximo de PPK?
El presidente Vizcarra ya demostró flexibidad acrobática y sagaz para desprenderse convenientemente, en el pasado inmediato, de figuras políticas que resultaron tóxicas en determinado tramo del trayecto. Ha sucedido con el propio PPK, en circunstancias de adversidad para el ex presidente, y con Keiko Fujimori, luego de revelados los célebres audios de la vergüenza.
Esta renovada lejanía con PPK podría fundamentar su base en otros audios, los del congresista Mamani (FP). ¿Vizcarra sostendría la actual alianza con el ex presidente una vez que pueda quedar expuesto, con mayor detalle, el proceder mafioso que aplicaron renombrados miembros de los otrora gabinetes de lujo de PPK?
Si sigue el instinto del ”aplausómetro" y de la "encuestocracia", tal vez, vaya a tomar con mucha seriedad esta hipótesis, aunque no vaya a ser nada sencillo replantear para fueros internos con qué sector político buscar nuevas conexiones.
Ante un cuadro poco alentador, como el que describe el propio Primer Ministro, César Villanueva, al referir que este es un gobierno sin partido y sin bancada, podríamos tener a un Vizcarra edulcorado o radicalizado, pero no cabe la menor duda que, ante las acusaciones contra sus actualidad aliados, no tendremos a un Vizcarra igual en los próximos meses.