Emisiones controvertidas de Bonos Soberanos en soles para intercambiarlos por Bonos Globales en dólares.
Desde que se inició el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski (PPK) y Martín Vizcarra, la deuda pública ha aumentado en S/ 55,000 millones, es decir nada menos que US$ 17,000 millones (ver gráfico).
Esto, pese a que en este mismo período de tres años, un país pobre como el Perú ha tenido que desembolsar -por deuda pública- la suma de US$20,000 millones para seguir siendo la estrella de la región, con grado de inversión A3 de Moody’s y BBB+ en Standard & Poor’s (que es el reconocimiento de haber sido un extraordinario pagador en las últimas dos décadas).
Según cifras del Banco Central de Reserva (BCR), el gobierno de Martín Vizcarra-PPK recibió una deuda pública de alrededor de S/ 142,000 (julio 2016) y la ha incrementado, alegremente y sin mucha responsabilidad, a casi S/ 197,000 millones (agosto 2019).
NOS HABÍAMOS ENDEUDADO TANTO…
Como cualquier familia, un país tiene derecho a endeudarse a cómodas tasas de interés, pero los recursos obtenidos en el mercado financiero hay que utilizarlos con responsabilidad, porque si no, la bola de nieve de los intereses sacrifica otros futuros beneficios.
Si uno observa con detenimiento las cifras oficiales, como el Cuadro 121 de la Nota Semanal del BCR, encuentra verdaderas sorpresas.
Por ejemplo, en los tres años de Gobierno Vizcarra-PPK, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) ha emitido bonos soberanos (en soles) por la astronómica suma de S/ 78,188 millones (ver tabla 1).
Según la página web del MEF, la parte medular de esta suma -el 80%- se ha destinado a financiar el gasto corriente del presupuesto. Y en menor medida al apoyo a la balanza de pagos, al prefinanciamiento y operación de administración de deuda-intercambio. Es decir, pago de burocracia y compra de bienes y servicios.
Un exceso de gasto donde brillan con luz propia las consultorías y otros gastos superfluos.
Únicamente el 20%, o sea, la quinta parte de estos bonos, han servido para financiar proyectos de inversión pública. Dicho de otra manera, no es dinero que haya pasado bajo el puente.
La lógica financiera de Vizcarra y PPK se parece a la de un jefe de familia irresponsable, que utiliza la tarjeta de crédito para los gastos diarios en el mercado y termina ahogado por las deudas sin haberse comprado una casa, un televisor, un juego de dormitorio, la construcción de una habitación, etc.
La gran diferencia es que el jefe de familia, sí o sí, o paga o lo embargan y termina en Infocorp, siendo un paria financiero, mientras que el presidente Vizcarra dejará el aumento irresponsable de la deuda pública para que lo paguen las siguientes generaciones.
Este endeudamiento gigantesco de Vizcarra no suele llamar la atención a los analistas porque con relación a la producción nacional anual (PBI) se reconoce que era la quinta parte de una torta (22 % del PBI en el 2016) y ha crecido hasta considerarse la cuarta parte de la misma (27 % del PBI a fines del 2019).
Pero, si bien es baja con relación a nuestros principales vecinos Brasil (79.6%), Colombia (48.5%) y México (46.4%), sin prisa pero sin pausa, este gobierno ya igualó al endeudamiento de Chile (27%).
RESPONSABILIDAD DEL MEF
Los ministros de Economía del actual gobierno han elogiado estas emisiones de deuda, sobre todo las llamadas “Operaciones de Administración de Deuda” (D.S., R.M.,) por la suma de S/ 36,429 millones, señalando que estaban orientadas a dos objetivos incuestionables: reemplazar deudas de corto plazo –cuyo vencimiento era inminente- por deudas de largo plazo (reperfilamiento) y canjear Bonos Soberanos (en soles) para intercambiar o recomprar Bonos Globales (en dólares o euros), que servirían además para blindar la balanza de pagos ante una eventual devaluación.
Las emisiones más importantes las realizaron los ministros Alfredo Thorne (S/10,252 millones 06/10/16) y Fernando Zavala (S/ 10,000 millones 17/07/17) con operaciones lideradas por Bank of America, y el actual ministro, Carlos Oliva, con dos emisiones lideradas por el banco británico HSBC, una por S/ 10,350 millones (06/12/18) y otra por S/5,828 millones (20/06/19).
Luego de este cambalache de canje de Bonos Soberanos (soles) por una suma tan grande S/ 36,000 millones (US$11,000 millones) para rebajar la cuenta de Bonos Globales (dólares), llama la atención que si bien sube como la espuma el saldo de Bonos Soberanos, el saldo de Bonos Globales apenas disminuye S/3,500 millones. Es decir, US$ 1,000 millones. Magia.
En estas operaciones participa la Contraloría General de la República y la Comisión de Presupuesto del Congreso, que se limitan a ver pasar el toro. Un informe de la Contraloría (N° 00055-2016-CG/PREV 19/9/2016), emitido antes de la primera Operación de Administración de Deuda, señaló muy suelta de huesos que el ahorro de este intercambio de bonos en soles por bonos en dólares apenas alcanzaría los S/ 44 millones. Ni siquiera para cubrir las comisiones del Bank of America, ni qué decir de los honorarios de los bancos neoyorquinos.
Sería conveniente que el contralor Nelson Shack tome una pausa de sus constantes viajes a las zonas de reconstrucción del norte, para analizar estas cifras tan inconsistentes. ¿Por qué en este intercambio de Bonos Soberanos por Bonos Globales aumenta considerablente la cuenta de Bonos Soberanos en soles de 52 mil a 113,000 millones, mientras que la cuenta de Bonos Globales (en dólares) se mantiene casi inalterable en el período julio 2016-agosto 2019 en US$ 38,000 millones?
El 2014 fue el año fatídico en que empieza la farra fiscal
Al fin la prensa oficialista admite que la posición fiscal del Perú ha sufrido un deterioro absoluto que se refleja en el creciente déficit fiscal desde 2014 y entra al sexto año consecutivo este 2019, esto en un contexto en que los ingresos tributarios están a la baja, el gasto público en alza y el peligro de recesión que acecha al país, según los expertos en temas financieros.
Atrás quedaron pues los años en que el Perú era el centro de las miradas continentales con una tasa promedio de crecimiento de más de 6 %.
¿Qué han hecho las administraciones de Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski y Martín Vizcarra? Han financiado el creciente déficit fiscal gastando las reservas internacionales, como el Fondo de Estabilización Fiscal (FEF), y han echado mano –hasta para pagar sueldos y salarios de la burocracia- a la deuda externa bajo el eufemismo de bonos soberanos, tal como ha venido informando en solitario este diario.
Con relación al FEF, recordemos que fue creado en 1999 para gastos en situación de excepción, sea de crisis fiscal grave o desastres naturales. Este fondo de ahorro público, al finalizar el gobierno de Ollanta Humala, en 2016, tenía un acumulado de US$ 9,169 millones.
Y desde entonces se empezó a usar para gasto corriente y otros, al igual que en gobiernos sucesivos, hasta llegar a contar con apenas US$ 4,293 millones en los últimos meses.
Sobre los bonos soberanos, si bien empezó con Pedro Pablo Kuczynski (PPK) en 2002, cuando era titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), también se aceleró desde ese fatídico 2014 cuando Alonso Segura, ante problemas de Caja para pagar a la burocracia, en octubre de este año endeudó al fisco con US$ 500 millones pagaderos a 6.625% de interés en 40 años.
En los años siguientes vinieron otros cuatro desembolsos del mismo tipo, como informó una web local:
-US$ 545 millones al 6.625% a 40 años en marzo de 2015.
-US$ 1,250 millones al 4.125% a 12 años en agosto de 2015.
-US$ 1,100 millones de euros al 2.751% a 10 años.
-US$ 1,100 millones en euros al 3.75% a 14 años.
Fue un endeudamiento externo de más de S/ 22,500 millones.
Desde entonces, el oficialismo y su prensa aliada siempre señalaron que nuestro nivel de deuda pública era bajo respecto del PBI que, a la entrada de PPK, fue calculado en US$ 200,000 millones.
RATIO DEUDA/PBI
Ahora dicen que sigue siendo bajo respecto del umbral del 30 % puesto por las calificadoras de riesgo, como Moody’s, pero que en junio hemos llegado un equivalente al 25.8% de deuda con relación al PBI, lo que representa su nivel más alto de los últimos diez años, afirman.
Si nos atenemos a los viejos cánones de la ratio Deuda/PBI, se podría aceptar dicho porcentaje, pero si tomamos en cuenta a otros expertos que incorporan a la deuda pública, que está en alrededor de US$ 58,000 millones, la deuda privada (US$ 35,000 millones), las contingencias y la deuda previsional, como lo hizo hace años el Consejo Fiscal del MEF, dirigido por Waldo Mendoza, ahí vuela el tope del 30 %.
Es de subrayar que algunos analistas ligados al oficialismo ya calculan dicha ratio de la deuda pública (que ya en gran parte es deuda interna) en 36.5%, sin embargo, si consideramos el nuevo PBI en US$ 225,000 millones, y sumamos deuda pública, deuda privada y solo contingencias y deuda previsional, el monto supera de lejos los US$ 110,000 millones, por lo que la ratio Deuda/PBI debe estar mínimamente en un 50 %.
Cuando hablamos de saldos de contingencia nos referimos a los compromisos u obligaciones con la deuda agraria, bonos, arbitrajes mineros y otros, como los de Odebrecht, Kuntur Wasi (aeropuerto de Chinchero), los peajes de Lima, etc.
Y en cuanto a la deuda previsional, tiene que ver con el adeudo del Estado a la Oficina de Normalización Previsional (ONP) y las pensiones de la Policía Nacional y de los Institutos Armados, sin las AFP, que en su momento fue calculado en un 18% del PBI, es decir unos US$ 30,000 millones.
(Fuente www.expreso.com.pe)