Por: Michel Angelo Barrón del Solar.
PUNTO DE ENCUENTRO entrevistó hace poco al Doctor Domingo García Belaunde, constitucionalista, docente, investigador, autor del libro ‘Los Vaivenes del Constitucionalismo Americano en las últimas décadas’ y publicaciones como ‘Los tribunales Constitucionales en América Latina’. Presidente de la Comisión Revisoria del Código Procesal Constitucional.
PUNTO DE ENCUENTRO: Un análisis constitucional de lo que estamos viviendo y todo lo que ha estado realizando Martín Vizcarra desde que asumió la Presidencia.
DOMINGO GARCÍA BELAUNDE: Bueno, habría que hablar demasiado porque han pasado demasiadas cosas. Pero yo diría, básicamente, que este Estado de Emergencia ha dado demasiado poder al Ejecutivo y dentro del estilo de confrontación que tiene Vizcarra, ha agudizado sus enfrentamientos con el Congreso y con terceros, como se ven casos como el reciente y patético de las clínicas. En este momento el sector salud está cubierto el 95% por el sector público que es como debe ser. Porque la salud es un servicio público y está puesto al servicio de las grandes mayorías. Pero este sistema ha colapsado, porque el Estado no se preocupa en la salud hace años de años. Vizcarra ofreció 80 hospitales y no ha construido ni una posta médica. Entonces ¿qué cosa le quedaba? Irnos a las clínicas privadas. Que son entre privados y que tienen el derecho de la propiedad. No pueden ser alegremente tocados. Y no sé que pasó en el camino, quizá no había entendimientos en cuanto al costo, porque yo creo que el gobierno no quiere pagar nada. Esa es la impresión que tengo. En todo caso les amenazó con expropiarlos en 48 horas, como hemos visto recientemente. Es una barabata porque para la expropiación hay que tener, en primer lugar, una Ley que lo decrete. Si no, no hay expropiación. Salvo que este señor meta a la tropa a la clínica. Que es otra alternativa brutal. En segundo, tiene que haber un arbitraje, un juez que diga cuánto vale. El tercero, tiene que pagarse antes de tomar la cosa.
Porque eso dice la Constitución: previo pago justipreciado, por delante el justo precio. ¿Cuál es el justo precio? El que designa el juez o el arbitraje, de acuerdo a las pericias técnicas. En el mejor de los casos dura 2 o 3 meses. ¿Cómo iba a expropiarlas en 48 horas? Fue una barabata.
PUNTO DE ENCUENTRO: Entonces ¿qué pasó para que tomen esta decisión?
DOMINGO GARCÍA BELAUNDE: En castellano, querían llegar a un entendimiento con el gobierno. Que ya estaba cocinado hace varias semanas, pero que, como hay mucho inepto, en el camino; pues no se había formalizado. Pero, en fin, ya se superó. Pero no podemos vivir el caldo con bravuconadas a la población, al Congreso, a los medios, al sector privado. Esa no es manera de gobernar.
El gobierno está en deslizadas en la dictadura. Y mucho, me temo, que quiera hacer algo para quedarse. No sé para qué, porque es un gobierno de inútiles. Pero me temo algo de eso.
PUNTO DE ENCUENTRO: Martín Vizcarra presentó, en 2019, el adelanto de elecciones para el 2020. Debería haberse adelantado ya. ¿Qué hubiera pasado si se llevaba a cabo esa reforma y encontrarnos en estas condiciones del Covid-19?
DOMINGO GARCÍA BELAUNDE: Bueno, lo que dicen los médicos, que no encuentran eco en los medios, es que el gobierno, más allá de las buenas intenciones que haya podido tener, no tomó la vía adecuada.
El gobierno no escuchó a nadie, está rodeado de gente que no conoce, no ha pedido a las Iglesias. Estoy hablando de la Iglesia Católica y demás Iglesias que hay. No han pedido apoyo a las Fuerzas Armadas y no han pedido apoyo al sector privado. Ellos quieren hacerlo todo por sí mismos. Ese es el punto. Entonces, seguramente si hubiera habido cambio de elecciones hubiera venido mejor gente, no lo sé. Pero el asunto es que esa era una mañosería.
Él dice “yo no puedo gobernar”. ¿Porqué se van a ir todos? ¿Porqué vamos a quebrar el orden constitucional? Porque este señor no puede gobernar, él dijo “no puedo gobernar”. No dijo así: “no me dejan gobernar”, no se fue. Después vino la disolución del Congreso, que fue un golpe de estado en el fondo. Con todo el mundo se pelea. Mi punto es que peleando no se llega a ninguna parte, ese es el gran punto. El problema no es el país, el problema es la personalidad del presidente que es una personalidad arrolladora, agresiva e intolerante; ese es el punto. Y así vamos a llegar al 2021.
PUNTO DE ENCUENTRO: Cambiando de tema, en su libro de LOS VAIVENES DEL CONSTITUCIONALISMO LATIONOAMERICANO EN LAS ÚLTIMAS DÉCADAS, usted menciona que entre los años 60 y 70 se define la verdadera democracia. ¿En qué consiste esta democracia?
DOMINGO GARCÍA BELAUNDE: Bueno, no recuerdo exactamente la cita, pero debe ser así como usted dice. Lo que sucede es que hubo muchos vaivenes. Hubo una especie de auge democrático luego que vino la segunda post guerra y hay un afinamiento, porque es la época de los Derechos Humanos. Se aprueba el Pacto de San José, se instala la Corte Interamericana, se aprueban los pactos Internacionales de Derechos Humanos que aprueba las Naciones Unidas.
Entonces el constitucionalismo se renueva con eso ya hay nuevos bríos, hay algunos cambios. Algunos bien hechos y otros mal, pero hay nuevos cambios. Y eso dura, yo diría, hasta los años 2000 o 2010 cuando la cosa empieza a cambiar. Yo creo que hay un avance hacia adelante, pero lentamente con algunos retrocesos. Pero hay un avance si lo comparamos con lo que pasaba hace 50 años o hace 100 años. ¡Qué digo yo! Lo que se conoce como el año de la barbarie que describió lo indescriptible, en ese sentido hemos ido avanzando. Pero todavía nos falta mucho, evidentemente.
PUNTO DE ENCUENTRO: ¿Cambió en algo ese concepto de verdadera democracia? Ahora que vemos casos como el de Venezuela, Cuba, una dictadura basada en la censura que sucede en China y Rusia.
DOMINGO GARCÍA BELAUNDE: Yo le quiero decir lo siguiente. Lo que pasa en Venezuela y en Cuba son dictaduras, así de simple. Ellos han convencido a ciertos juristas latinoamericanos para decir que hay un nuevo constitucionalismo latinoamericano que se da en esos países. ¿Me explico?
Pero yo no creo que sea un nuevo constitucionalismo. Hoy día el único constitucionalismo es el Occidental, que es el clásico enriquecido con las vertientes sociales humanistas de los últimos 30 o 40 años. Todo lo que implique censura, deportación o encarcelación de la gente; eso no es democracia. La democracia parte, básicamente, de un consenso de respetar; si no hay eso, no hay democracia. Podrían llamarlo como quieran.
Yo recuerdo que, en los años 60, la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas que en esa época existía; hablaba de que existían dos democracias: la socialista y la burguesa. En realidad, que para los Derechos Humanos los importantes eran los sociales y no los políticos-individuales que habían existido siempre. Todo eso fue un mito. A la larga, la democracia es todo, todo junto.
Y tan es así, que nuestras democracias por ser permeables y susceptibles de mejoras han subsistido en la Unión Soviética y todos los países comunistas se desplomaron en los años 90. Entonces no hay más democracia que esa.
Imperfecta, sí. Le falta mucho, sí. El camino es largo, por supuesto, ese es el futuro, no hay otro. No puede haber democracia con censura, con apresamiento de gente.
PUNTO DE ENCUENTRO: En el mismo libro y una vez definida el concepto de democracia, ¿cree que ese modelo de verdadera democracia se practica en el Perú? Porque usted dice algo muy cierto y que rescato, existe una gigante diferencia entre la teoría y la práctica cuando usted escribió y cito "Este debate fue fructífero y sigue siendo de interés, pero no ha sido cerrado pese a la Declaración de las Naciones Unidas, en el sentido de que todos ellos son de igual categoría: lo son en teoría, pero no en la práctica."
DOMINGO GARCÍA BELAUNDE: No, evidentemente que no. Porque, yo creo que la democracia es básicamente un instrumento o una forma de gobierno política. Pero una democracia tiene supuestos, es lo mismo que yo le diga un edificio que supuestos tiene; usted porqué vive en un séptimo piso o en un cuarto piso; porque el edificio está sólido, tiene buenos cimientos. Entonces, la democracia tiene supuestos: que la gente sepa leer y escribir, que la gente tenga un cierto concepto de lo que es vivir en libertad en una sociedad organizada y que la gente tenga un mínimo de bienestar. No digo que sean ricos.
Y eso pasa, lamentablemente, en Estados Unidos y en Europa, no pasa en otros países. En la medida que esos supuestos no existen, las democracias son frágiles. Lamentablemente. La democracia es un producto muy bonito, pero es una especie de coche que requiere un mantenimiento especial y requiere de buenas pistas para andar. Y eso, en el Perú, lamentablemente no existe.
Entonces tenemos una democracia incompleta, artificial, fraccionada. Lamentablemente no hay forma mejor, entonces debemos seguir adelante con lo que tenemos. Porque lo que se conocía como el modelo socialista, se derrumbó.
PUNTO DE ENCUENTRO: Si bien es cierto hay una cantidad de demandas y debates constitucionales que el mismo Doctor Blume señaló y que, incluso, hay una tarea pendiente de resolver. Hay otros retos que tiene por delante el Tribunal Constitucional. ¿Cree que el trabajo que se está realizando es suficiente? Y ¿Qué retos se le podría venir al TC?
DOMINGO GARCÍA BELAUNDE: En primer lugar, el gran reto que tiene el Tribunal Constitucional es resolver lo que tiene pendiente. Mire, por ejemplo, recientemente han sacado una Resolución muy interesante sobre el hacinamiento de los penales y ha declarado cosa de estado inconstitucional. Con lo cual, significa, de que ese estado no es constitucional, el hacinamiento de los penales. Y que con una acción simple puedes sacar a la gente que está ahí. Cosa que el gobierno está intentando hacer.
Pero esto del hacinamiento de los penales, se resuelve dentro de un caso de hábeas corpus que está vinculado con eso. Ese hábeas corpus era del año 2016 y la Resolución del hacinamiento salió en 2020. 4 años después que había ingresado al Tribunal.
PUNTO DE ENCUENTRO: ¿Entonces dónde radicaría el problema?
DOMINGO GARCÍA BELAUNDE: El primer problema del Tribunal Constitucional es ponerse al día. Y actualmente hay 7,500 expedientes en espera. Así de simple.
Yo no puedo darle más tareas a un Tribunal, más tareas de las que tiene, cuando lo que tiene no había resuelto. El motivo, habría que estudiarlo. Pero tiene 7,500 expedientes pendientes y no resueltos. Entonces, lo primero que habría que decirle es “ok Sres. Muy bien, adelante. Hagan un esfuerzo” claro que es más difícil ahora en esta pandemia “y traten de resolver. Y bien resuelto”.
PUNTO DE ENCUENTRO: En otro artículo sobre LOS TRIBUNALES CONSTITUCIONALES EN AMÉRICA LATINA.
DOMINGO GARCÍA BELAUNDE: Claro, un texto que tiene su tiempo.
PUNTO DE ENCUENTRO: Usted saca una conclusión interesante que es y cito "presencia de tribunales constitucionales, tomados de la experiencia europea, pero con matices, desde 1965". Le señalo que esto me parece interesante porque nuestro Código Civil y muchas de nuestras normas, así como el sistema del Derecho romano lo adoptamos desde Europa. ¿Cree que debamos seguir esta tendencia, esta línea jurídica? O ¿Inclinarnos por otras tendencias como el Derecho Anglosajón también conocido como el COMMON LAW?
DOMINGO GARCÍA BELAUNDE: Muy buena pregunta. Yo tengo esta tesis, que de repente es un disparate, pero yo creo en ella. Si me demuestran que estoy equivocado, lo aceptaré con mucho gusto. Y es la siguiente:
El Perú es un país peculiar, original. Tiene una vida ancestral, desde el punto de vista cultural, social y político. O sea, no somos como Estados Unidos que simplemente los ingleses se embarcaron, llegaron e instalaron colonias. No. Acá vino el conquistador y se mezcló con culturas antiguas y traían a los suyos, no eran solamente españoles, era toda la cultura occidental.
Nosotros hemos pasado a la historia como una cultura interesante que ha tenido muchas originalidades, en arquitectura, pesquería, cerámica, y lo que está reconocido internacionalmente: la comida. Pero tenemos muchas cosas originales que otros no tienen, inclusive tenemos productos internacionales que son valiosísimos como es la papa. La papa salió a Europa en el Siglo XVIII, eso es clarísimo. Y tenemos muchas cosas más. El continente americano, por ejemplo, ha dado la papa, el maíz, el tomate. Sin el tomate no habría pizza, así de simple.
Pero, en Derecho no hemos creado. La normativa que existía en el imperio incaico, se le llama Derecho por comodidad, eran normas de conducta, pero muy flojas, muy poco sustentadas. No hemos tenido nada de creación jurídica. Lo que hemos tenido, básicamente, es la Legislación de Indias; que era la Legislación española que se daba a las Américas para ser adaptadas a nuestro medio y de ahí tuvimos la influencia española y luego la francesa que tiene base romanista. Entonces, en materia jurídica, siempre hemos sido receptores. Nunca creadores. Pero lo que tenemos que hacer es receptar bien. Así de simple.
Nosotros en el control Constitucional, por ejemplo, acogimos en gran parte de América, el modelo americano. El Common Law en algunos puntos. Y lo hemos sido durante más de 100 años hasta que un buen día alguien dijo “¡no! No es confiable, es que crea una entidad aparte”. Y ahí tomaron prestado el modelo del Tribunal Constitucional Europeo. Entonces, lo que hemos hecho es ir incorporando de afuera lo que más nos convenía, lo que hay que hacer con mucha prudencia porque puede ser que lo de afuera no combine. Son otras realidades.
Entonces, todo lo que se importa tiene que ser bien puesto. No sé si me entiendo.
PUNTO DE ENCUENTRO: Sí le entiendo.
DOMINGO GARCÍA BELAUNDE: Y en eso está. En materia jurídica no somos creadores, somos, digamos, recreadores sobre la base de lo que existe. Que es evidente. Nuestros Tribunales Constitucionales no son iguales que los europeos, eso es clarísimo, pero tiene la esencia.
9. Su análisis de lo que sucede políticamente en América Latina?
Bueno, es complicado. América Latina no es, hoy día, una unidad. Porque hay varias tendencias. La venezolana, la llamada chavista que presenta nuevas cosas, nuevas figuras. Ha vuelto a un lenguaje de hace 40 o 50 años. Pero que ha dividido en parte a América Latina. El resto que más o menos se define como una corriente liberal, democrática. No hay, lamentablemente, una unión de América Latina como había hace 30 o 40 años. Aunque ya Cuba fue un factor de los años sesenta disonante. Pero es un poco del panorama político. Y no sé como iremos en políticas comunes, eso es muy difícil.
PUNTO DE ENCUENTRO: Para ir cerrando la entrevista y la pregunta del millón: ¿políticamente que nos espera en 2021 y 2026?
DOMINGO GARCÍA BELAUNDE: Le voy a contar: hacer pronósticos en política es muy arriesgado. Las grandes encuestadoras norteamericanas que son métodos de trabajo de las ciencias sociales, entre los cuales está las ciencias políticas o la política; dicen que hacer proyecciones en materias humanas es muy complicado. Porque no es lo mismo que una Ley natural. Entonces, no sé qué pueda pasar en el 2026, pero lo que sí sé es que el 2021 se presenta complicado, porque no hay gente. Está un presidente Vizcarra que se va con toda su gente, pero de repente se quiere quedar, cosa que no lo sabemos. Y en el Congreso que hay medianías, que hacen populismo, cosa demagógica. Están perdiendo el tiempo.
Además, están haciendo harakiri, van a aprobar la eliminación de la inmunidad parlamentaria y ahí lo van a denunciar, así de simple. Entonces está controlado, el Sr. Julio Guzmán, que ya sabemos el espectáculo que tuvo que abandonó a la amiga en medio de un incendio; el Sr. Urresti, que se presenta que es un hombre fuerte, que haga en términos enérgicos. El panorama es muy sombrío, no sé quién pueda aparecer. Me parece que estamos en cascada con los hombres de importancia que esperaríamos tener y no tenemos.
Qué digo yo, todo el mundo rajaba y criticaba al Congreso disuelto. Ok, supongamos que tenían razón. Este es peor, así de simple. Ese es el problema.
Entonces, yo no veo un panorama. Aunque en política siempre hay sorpresas, como me decía un viejo político. Hay que esperar, pero espero que haya elecciones. Ha habido elecciones en Francia, hace poco, con la pandemia. No veo porqué no en Perú. Quizá eliminar la segunda vuelta, estoy pensando yo, para facilitar las cosas. Pero tiene que haber elecciones y no sabemos quién va a ser.
Y ojalá se presente la mejor gente para el Congreso. Porque un buen Congreso siempre es un control, en el buen sentido de la palabra, de un Ejecutivo.
PUNTO DE ENCUENTRO: Respecto a la segunda vuelta, hace poco se presentó un proyecto de que se elija al presidente con más del 40% de aprobación, me parece.
DOMINGO GARCÍA BELAUNDE: Y si no lo elige el Congreso.
PUNTO DE ENCUENTRO: ¿Cómo le parece esa medida?
DOMINGO GARCÍA BELAUNDE: Eso pasó en la Argentina. Mire, lo que le digo es lo siguiente: lo que tenemos, en mi opinión, hay que respetarlo. Me explico. Y más bien, pensarlo en cambiar más adelante, con mucha tranquilidad, con mucha asesoría, con muchas reflexión. Y, de inmediato, lo único que habría que hacer, en mi opinión, eliminar la segunda vuelta para no tener mayores problemas. ¿Cómo? Por elección mayor al 40% y si no lo elige el Congreso. ¿Porqué? Por el momento en que vivimos. En una norma transitoria, no puede ser permanente. Todo cambio constitucional importante tiene que ser reflexivo, pensado seriamente sin buscar intereses personales o inmediatos. Hay que hacerlo reflexivamente. Yo creo que cualquier reforma constitucional tiene que ser a partir del 2021 y, de inmediato, eliminamos la segunda vuelta y sale el que tenga mayor votos o el que tenga el 40%. Es una buena fórmula de solución.