Punto de Encuentro

Una Cámara que piense en la Nación.

En Inglaterra la Cámara de los Lores es la responsable de mantener las tradiciones y la propia Constitución que, en gran parte, no es escrita. Formalmente, ambas Cámaras podrían decidir aprobar una ley ordinaria para optar por la República o por el régimen presidencialista. En EEUU el Senado no estaba inicialmente previsto en el proyecto de Constitución. Fue incluido por Madison como fórmula de transacción entre los Estados grandes con los pequeños, pues ya había sido aprobado que el Congreso tuviera representantes en proporción al número de electores de cada circunscripción, de forma que los Estado pequeños evitaron quedar en manos de los grandes y permanecieron en la Convención de Filadelfia. En Alemania el Bundesrat es la Cámara de los Lander, los gobiernos de cada Estado federado designan representantes en él, constituyéndose en una asamblea de temas regionales y presupuestales, esencialmente.

Así, en cada país, el Senado tiene un propósito. Nuestro Congreso unicameral es en realidad una Cámara de las regiones y provincias, pues sus componentes son elegidos entre las personalidades que destacan en el ámbito fundamentalmente local, a excepción de Lima Metropolitana, que está descaradamente subrepresentada. La consecuencia es que predominan comportamientos, criterios y argumentos de necesidad inmediata y poca proyección. Si a ello agregamos la casi inexistencia de verdaderos partidos políticos, y la incesante lucha de algunos medios de comunicación y ONGs por destruir lo poco que queda de organización política, tendremos que tiende a ser una asamblea descoordinada, que ni siquiera trabaja permanentemente en mantener y en seducir a sus electores para asegurar la reelección, como la Cámara de Representantes norteamericana, sino por lo general, sigue una agenda política semanal impuesta por los grupos de presión.   

Hace pocas semanas, por ejemplo, nuestro Congreso estuvo a punto de aprobar una prohibición al uso de la leche en polvo, presionado por los medios de comunicación menos responsables, que hubiera significado multiplicar el precio final del tarro de leche para las amas de casa, no solo porque el valor de la leche natural subiría como los pasajes terrestres en Navidad, sino porque simplemente no existe suficiente producción para satisfacer la demanda de leche. Claramente, una Cámara de líderes locales, requiere ser limitada por una Cámara de líderes nacionales, elegidos en distrito nacional único, para que cada agrupación política postule sus mejores dirigentes y a los profesionales de trayectoria más destacada y reconocida inclinación ideológica.

En cuanto al costo, no es una verdadera preocupación, solo es cuestión de regularlo y evitar las actividades y gastos innecesarios, perfectamente prescindibles en un Parlamento moderno. Recordemos que el Congreso bicameral de los años 80, tenía la mitad del presupuesto que el Congreso unicameral de los últimos 10 años.  El Senador Felipe Osterling tenía un chofer, una secretaria y un asesor, y un sueldo equivalente a US $2500. Al Congreso se iba a debatir y a servir a la Patria, no ha cambiar de clase social. 

 

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