Llama poderosamente la atención de que el Papa Francisco I (al igual que su predecesor Benedicto XVI) esté pensando renunciar en un próximo futuro a la Silla de San Pedro. Así lo anunció en el segundo aniversario de su Pontificado, ante un equipo de la cadena Televisa en entrevista concedida en El Vaticano el pasado 13 de marzo de 2015.
Benedicto era el típico "intelectual" que transmitía cierta frialdad cartesiana y hasta cierto distanciamiento de las masas. Pero Francisco es tan popular y adorable, que no procede ni siquiera pensar en su innecesaria renuncia. Líder carismático, muy querido en Italia por su perfecto uso del lenguaje italiano (heredado de su padre inmigrante de Asti; y su madre, hija de inmigrante piamontés y genovesa). El Papa Francisco (Jorge Mario Bergoglio nacido en Buenos Aires en 1936), es en Latinoamérica, conocido y amado por ser el segundo Papa no Europeo de la historia, y el primero oriundo de América.
Además Francisco tiene todos los dones necesarios para renovar la Iglesia y ponerla al día (el tan ansiado “aggiornamento” que buscaron Juan XXIII y Paulo VI). Así, este Papa habla de que el Infierno no existe como lugar, sino como concepto a albergar en nuestras conciencias y corazones. Además, quiere participar en la Cumbre del Clima de París, apoyando la firma de un acuerdo efectivo, incluso ya está preparando una Encíclica sobre el Cambio Climático... Francisco es un Papa que en su corto mandato actual, ya ha logrado importantes éxitos, como por ejemplo, el tan difícil acercamiento entre La Habana y Washington... Por lo tanto, al mundo entero, sea católico o no, le resulta útil este Papa: ¡Vale la pena apoyar a Francisco I°!
Entonces, ¿cuál es el problema? ¿Por qué a ratos el Papa flaquea y hasta se quiere retirar? Sociológicamente hablando, podemos decir, que el problema vaticano es "estructural" y depende de la propia curia romana y su aparato burocrático internacional (que incluye cardenales, arzobispos, obispos, órdenes religiosas, templos, conventos, hospitales, colegios, haciendas, bancos, etc., etc.)
El Vaticano es un Orden Terrenal para un "Reino que no es de este mundo" como decía Jesús. Y en tiempos de la Sociedad de la Información, nadie te guarda un secreto: todo se sabe... De forma que la "Santa Sede" en las últimas décadas ha estado involucrada en toda suerte de escándalos económicos, políticos y hasta sexuales (casos de pederastia sacerdotal católica, probados, juzgados y sentenciados en el mundo entero). He ahí la contradicción: una burocracia del espíritu, como es el Vaticano, siempre va a funcionar mal, porque incurrirá de facto, en el triste refrán: "errar humano es". La Iglesia predica perfección, pero nunca la alcanza por sí misma, por la naturaleza "humana" de sus propios gestores.
Francisco entró hace sólo dos años, con todas las ganas de corregir los graves problemas que afectan a la Iglesia Católica Apostólica y Romana como institución, y parece que pasados únicamente veinticuatro meses, ya se está cansando... ¿Será que la inercia institucional de los pecados de la curia es un toro que no puede dominar ni el más valiente de los gauchos?
Dios quiera que, por el bien de la Iglesia Católica y sus cerca de 1.229 millones de feligreses en todo el mudo, se superen los problemas y El Vaticano vuelva por la senda de los primeros apóstoles, que es el camino de la sencillez y la humildad, renunciando a los boatos y fastos de un Estado que representa a través de sus Nuncios, a todos los Cuerpos Diplomáticos del mundo.
Menos poder y más amor; menos riquezas y más entrega y servicio. Esa es la gran lección que viene dando el Papa Francisco al mundo entero, y que el Vaticano y la Iglesia Católica en pleno deben hacer suyos intensa y decididamente, para recuperar en parte, la moral y la ética, entre tantos millones de personas que son gente de bien, gente que ora y tiene FE en un mundo mejor...
Conozco a muchos sacerdotes que en Perú, han logrado con su vida, dar ejemplo de esta vuelta a los valores primigenios de la Iglesia. Sacerdotes como Gustavo Gutiérrez (autor de la Teología de la Liberación), Gastón Garatea (que lucha por la infancia y contra el hambre en el Perú), o el fallecido pero siempre presente Hubert Lanssiers (que fue conocido como el padre de las cárceles). El ejemplo de ellos y otros muchos buenos sacerdoes peruanos, ha logrado que el mensaje de Cristo en nuestro país, crezca en bondad, humildad y dones (pese a que otros tantos ayudan poco o nada).
San Francisco de Asís dijo:
"Comienza haciendo lo que es necesario, después lo que es posible y de repente estarás haciendo lo imposible".
Dios bendiga al Papa Francisco y a todos aquellos que trabajan de corazón, por un mundo mejor (sean Católicos o no). AMÉN.