Punto de Encuentro

Desafíos de la integridad y lucha anticorrupción

11 Diciembre, 2019

Wilberth Vilca

Por: Period. Wilberth Vilca Laura (*)

La Asociación Pro-Ética, capítulo peruano de Transparencia Internacional, ha presentado los resultados de la XI Encuesta Nacional sobre Percepciones de la Corrupción en el Perú 2019, publicado el jueves 05 de diciembre en la Universidad del Pacífico, y en la “Semana de la Integridad”, esta encuesta es una de las más prestigiosas al respecto. El objetivo de la encuesta es “contar con información que permita sensibilizar a la población y a las instituciones involucradas, a desarrollar acciones orientadas a luchar contra la corrupción en el país”, el trabajo de campo se realizó entre el 31 de octubre al 12 de noviembre del presente, se aplicaron 1857 encuestas a nivel nacional, a personas mayores de los diversos niveles socio-económicos, en Lima y 17 principales localidades del país, con un margen de error de +/- 2.3 %. Veamos algunas de las revelaciones que nos trae, la corrupción es el segundo problema más importante del país (62%) luego de la inseguridad (66%); sin embargo en los últimos seis años ha incrementado 20 puntos, así el 2013 un 44% lo identificaba como tal, sin embargo el 73% considera que la corrupción seguirá incrementándose en los próximos cinco años, y además a nivel de sierra sur van parejos: inseguridad (51%) y corrupción (50%). Evidentemente los graves casos de corrupción han motivado esta percepción como los vinculados a los altos funcionarios y  Odebrecht, ó los “cuellos blancos” del Callao y el poder judicial; pero lo grave es la actitud tolerante hacia la “micro-corrupción”  en el orden del 68% (por ejemplo pagar una propina para evitar una multa o agilizar un trámite), una de los desafíos es promover una cultura de valores y quebrar la tolerancia hacia la corrupción, como es el caso de dar por “valido” el famoso diezmo en las contrataciones públicas en particular en los gobiernos locales y regionales. Y al mismo tiempo es mayoritaria la percepción de que la corrupción nos perjudica (82%), en cuanto a nuestra economía familiar, desconfianza en el Estado y los políticos, baja calidad en los servicios públicos, reduce oportunidades de empleo y propicia baja calidad en las obras públicas. Al interrogarse si en los últimos doce meses realizó algún pago indebido?, 8% lo dio a la policía, 5% en un municipio, 4% en un hospital y 3% en un establecimiento de justicia y en una escuela; se ratifica a la institución policial como la más proclive a las coimas. Otro aspecto a destacar es que el 91% no denuncia los pedidos de coimas, porque dicen que tendría ningún efecto, o bien obtuvo algún beneficio, no tienen tiempo o temen las represalias, o bien no saben cómo denunciar. Otro aspecto graves es el pedido de favores sexuales para acceder a servicios o trámites, así el 4% lo percibió en la universidad, colegio o entidad de justicia, en tanto un 3% lo percibió en la municipalidad, policía u hospital, de igual modo no hay una actitud de denuncia de dicho hechos, 58% no lo hizo, porque creen que no les harán caso o temen represalias. En cuanto a la percepción de las instituciones más corruptas, el congreso sigue liderando con el 76%, seguido del poder judicial 47%, los partidos políticos 31% y la policía 26%; en definitiva la llamada “clase política” atraviesa un descrédito total, urge impulsar la reforma política y un profundo proceso de renovación de liderazgos y actitudes, de lo contrario la debilidad institucional proseguirá profundizándose. Ante este panorama depresivo, también se consultó a la población, qué hacer?, la primera exigencia es la rendición de cuentas de las autoridades (49%), seguido del acceso a la información pública (36%), transparencia (34%),  integridad (33%), deslindar responsabilidades (29%); y en cuanto a acciones concretas de anticorrupción, un 31% pide transparencia en las compras públicas, 28% simplificar los trámites,  27% mejorar la carrera pública, 27% cultura de integridad y 24% innovación tecnológica. Hasta aquí un panorama resumido de la opinión ciudadana respecto a la corrupción, es un desafío y una tarea pendiente de la ciudadanía, la lucha frontal contra la corrupción, pero al mismo tiempo percibimos que las instituciones como las “Comisiones Regionales y Locales de Lucha Anticorrupción” en su mayoría son inoperativas, carecen de planes de acción o bien estos son solo un formalismo, y no cumplen acciones efectivas, al mismo tiempo la participación ciudadana es limitada, pues no se fortalecen los escasos espacios de vigilancia, como son los COVIC, CCLs, mesas de concertación, etc. Es hora de que reaccionemos ya, un ciudadano responsable es un ciudadano vigilante, el desafío es de todos, juntos si podemos.

 (*) Email: ideasayni@gmail.com

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