“Servirse de un cargo público
para enriquecimiento personal
resulta no ya inmoral,
sino criminal y abominable”
Ciceron
La obediencia a un hombre cuya autoridad
no está alumbrada con legitimidad
es una pesadilla”
Simone Weil
¿Quién es el responsable de la profunda crisis política y moral en la que –en plena Pandemia- está hundido el Perú?
El día de hoy jueves 17 de Setiembre, el TC (de cuyos 7 magistrados 6 ya tienen el mandato vencido) deberá ver la admisibilidad de la demanda competencial sobre vacancia presidencial, en medio de una profunda crisis política y deterioro moral de la cosa pública. El único responsable para que el país haya llegado a ésa situación es el Ing. Martín Vizcarra Cornejo.
¿Es legal y constitucional la demanda competencial presentada por el Presidente ante el TC?
No lo es. Interponerla destruye nuestro sistema democrático y jurídico constitucional, pues no hay ninguna polémica “competencial” sobre la vacancia del Presidente, por la sencilla razón que la Constitución establece taxativamente que ella es competencia del Congreso de la República. No hay ninguna contienda. Es una demanda manifiestamente improcedente.
La única conspiración contra la democracia y la constitucionalidad –si la hay- la dirige el actual Presidente de la República con éstos actos pseudo-jurídicos. Aún más, Vizcarra hace perder legitimidad a la institución de la Presidencia de la República, y fuerza el ridículo legal y moral de que podamos llegar a tener un Presidente en funciones, “protegido” por una “medida cautelar”. Los peruanos seremos el hazmerreir del mundo.
Visto los hechos ¿qué significa la incapacidad moral permanente?
La letra, el sentido y debate e intención de los constituyentes, como los innumerables fallos del TC, han definido con claridad el concepto de “incapacidad moral permanente”. Afirmar lo contrario, sólo obedece a una estrategia de confundir a la opinión pública, a la vez que muestra ignorancia jurídica e histórica.
La constitución no tiene una definición ni ambigua ni imprecisa sobre lo que debe entenderse por incapacidad moral. El artículo 113 de nuestra Constitución es claro. El TC ya definió en abundante jurisprudencia reiterada y ha dicho dos cosas: a) que el Congreso es competente para vacar a un Presidente como parte del control político que le corresponde, y b) ha definido la “incapacidad moral”, como incapacidad ética, de una persona que –por ello- carece de las capacidades para gobernar. Esta carencia de cualidades éticas es entendida en el Derecho Constitucional peruano como “incapacidad moral”. En el debate de la Constituyente de 1993, los Constituyentes señalaron de manera expresa que, si bien el Presidente está protegido por la Constitución y no puede ser acusado ante la Justicia por delitos comunes, el Estado y la Nación no podrían tener de primer mandatario a una persona homicida, o a un pedófilo, o un traficante de drogas, o un obstructor de la justicia. Ese es el sentido del artículo que establece la vacancia por “incapacidad moral permanente”.
En esa perspectiva, no hay ninguna duda que una persona que intenta obstruir la justicia, que concerta versiones de testigos, que elimina pruebas (como el registro de visitas a Palacio de Gobierno) que ya tiene contenido penal incluso, no tiene esa capacidad ética. La sanción penal que reciba, será materia posterior que como ciudadano se someta a la investigación ante el Ministerio Público y los Tribunales de Justicia. Mientras tanto, la Constitucion establece que no puede seguir al mando de la Nación.
¿Hay antecedentes históricos?
Si. No es la primera vez que el Congreso vaca a un Presidente. En nuestra historia reciente -de manera legítima- el Congreso vacó a Fujimori EN UN DÍA, en un proceso de vacancia express, incuestionable por nadie. También se inició el proceso con PPK, sin que haya ninguna controversia sobre la competencia del Congreso. Los antecedentes de casos similares desde el inicio de la República en el siglo XIX son abundantes. No conocerlos solo muestra ignorancia o complicidad.
¿Y cómo puede afectar éste proceso de Vacancia a la estabilidad económica?
Bajo el mandato del Ing Vizcarra, el país ya está en un grave y profundo proceso de crisis y recesión económica, producto del mal manejo económico para enfrentar la pandemia. Se han perdido 6 millones de puestos de trabajo, especialmente en los sectores más pobres y de los emprendedores. Por el contrario, la permanencia de Vizcarra en el poder, se va constituyendo en la más grave amenaza para enfrentar con éxito la salida de la crisis. Su pérdida de autoridad moral, de legitimidad, de ser un Presidente en funciones protegido ridículamente por una “medida cautelar” afectará aún más la economía.
En esa perspectiva, es muy importante también exigir a las nuevas autoridades constitucionales y al actual Congreso de la República, responsabilidad, mesura y concertación, para que se adopten medidas radicales y sensatas que destraben los obstáculos a las inversiones que crean empleos y que también faciliten las actividades económicas a los cientos de miles de empresas de los emprendedores y de las PYMES del país.