Aníbal Torres: la cara de la hipocresía.

Por : Luis Yntor.

El presidente del consejo de ministros Anibal Torres, figura como accionista de Credicorp y sus acciones están valoradas aproximadamente en US$ 100 mil dólares, beneficiandose de los placeres económicos del capitalismo y del "modelo neoliberal explotador" que tanto hipócritamente crítica, pues es un oligarca disfrazado de 'buenito socialista" que vive como burgués en una zona  exclusiva de San Isidro y de manera rentista se favorece del grupo de poder económico mas poderoso y rico del país. El premier Torres está violando la ley pues ningún funcionario público debe ser parte de directorio, gerencia o ACCIONARIADO de alguna empresa.

Anibal Torres es un promotor del  comunismo que inflama a las calles, manipula y seduce a muchos ingenuos con su odio discriminador de resentido social,  y con su narrativa de ricos contra pobres, despotrica de la gran empresa y vilipendia contra los monopolios y oligopolios, sin embargo es accionista de Credicorp, un holding que es parte del oligopolio financiero de nuestro país y  que tiene los intereses más usureros del sistema financiero latinoamericano y dónde Anibal Torres cobra puntualmente sus dividendos por las prácticas abusivas  de este holding de la ultra derecha.

El premier Torres es muy crítico contra la corrupción, pero ya vemos que es sólo un discurso falso, pues descaradamente  no solo viola la ley con su accionariado en Credicorp, sino también lo hace  con los contratos que ha suscrito su hermano, su cuñada y su esposa por una cifra de hasta S/14 millones de soles, a pesar de que están prohibidos de contratar con el estado y que lamentablemente la fiscalía ni se pronuncia ni investiga ante los negociados de esta familia.

No es nada malo tener acciones en alguna empresa importante o tener un nivel económico pudiente, eso no está en discusión,  lo reprochable es la doble moral de Anibal Torres en criticar a la "derecha opresora",  censurar el modelo económico, pero disfrutar de las bondades del capitalismo, que le ha permitido tener comodidades que jamás podría alcanzar en sistemas que él defiende,como Cuba y Venezuela. Al parecer a estos admiradores del comunismo les molesta la fortuna de los demás, pero no la suya, quieren hambre para el pueblo y dinero para su bolsillo.