El Vivir es una Práctica a la iluminación

Trabajé desde 1995 en los hospitales de IPSS (Instituto Peruano de Seguridad Social) de Trujillo como especialista de acupuntura y medicina alternativa casi tres años. Debido a varias leyes y regulaciones de este país, y al desconocimiento de la medicina china, naturalmente tenía muchas restricciones en el uso de los medicamentos chinos, tanto en su manera natural como fabricados de laboratorios. Felizmente mi especialidad es acupuntura, puedo utilizar libremente mis agujas en mis prácticas clínicas. En aquel tiempo los líderes del hospital y muchos colegas médicos occidentales no entendían el alcance de la acupuntura, yo recibía frecuentemente las recomendaciones de los colegas con casos difíciles o aquellos casos que no encontraban solución en la medicina convencional. No dudo que algunos colegas realmente querían ver el efecto de la acupuntura, pero no faltan otros que querían ver que yo fallara para burlarse de mí. Independientemente de las mentalidades que encontrara, debido a la necesidad de supervivencia, suelo aceptar a todos los pacientes que me recomiendan. No solo tenía que aceptar, sino también debía tener resultado positivo a toda costa para mantener mi puesto del trabajo; entonces, además de revisar los pacientes cuidadosamente en la clínica ambulatoria todos los días, también tenía que leer muchos libros, buscaba información e investigaba los casos teniendo en cuenta que en aquel entonces no existía el Internet. Aparte de leer los libros que seleccionaba de los más de 50 kilogramos en libros que traía a cuestas desde China, llamaba y escribía frecuentemente a mis maestros y compañeros con la esperanza de obtener una guía a distancia para resolver mis inquietudes. Estaba entonces también estudiando psicología como mi segunda carrera. La vida es tan jodida, como dijo un amigo: "Levantar más temprano que un gallo, dormir más tarde que un perro, y trabajar más duro que un burro ...". Pero fue precisamente por este tipo de presión de mi vida lo que me permitió avanzar a pasos agigantados en un corto período de tiempo y convertirme en un médico poco común a los ojos de los lugareños. Todos los padecimientos en la vida son una práctica para la iluminación. Siempre lo que des, lo obtendrás de alguna forma en recompensa, a pesar de que cada uno tiene su punto de vista diferente sobre el valor de estas recompensas.

         Ya sea en China u otros países, ya sean médicos tradicionales chinos o médicos de medicina convencional, si no fueran personas que ven la vida de manera holgazana sabrían bien que el efecto curativo es la clave para que los pacientes afirmen el nivel de un médico como profesional. Un médico que no muestra los efectos curativos en su tratamiento será automáticamente eliminado por los pacientes, sin importar cuán famoso sea su nombre o cuán alta sea su grado de educación. De hecho, hay muchas formas de evitar desvíos en la vida, pero no hay atajo que absolutamente no requiera de dedicación. Si alguien decide ser un médico calificado frente la exigencia ante Dios, el paciente y uno mismo, debe continuar aprendiendo y profundizando toda la vida en los estudios relacionados a la ciencia médica y tratar a los pacientes como su verdadero amigo y familiar. Conoce a los demás como si se tratara de la existencia de uno mismo, y pensando el sufrimiento del paciente como si fuera propio, entonces entenderá el principio de Confucio: “no hagas las cosas que no quieres que los demás te hagan". De hecho, los practicantes espirituales también son mortales, por eso no es necesario el fingir que somos grandiosos y perfectos; es la enseñanza más simple, es el paciente quien paga para tener mejoría, el medico tiene que cumplir con ello lo mejor posible.

         Estoy muy agradecido por la aparición de Internet. Actualmente, cuando tengo que buscar alguna información, ingreso una palabra clave y salen miles de fuentes relacionadas. Si estas fuentes y la información en ellas no disuelven mi inquietud, puedo acudir a los grupos de estudios y discutir con los expertos abiertamente. El tiempo ha cambiado en el mundo con tantísima cantidad de conocimientos, si Confucio hubiera vivido nuestros días, tampoco podría llegar al nivel de sabiduría que él profesaba “no tengo confusiones a mi edad de cuarenta años”. El conocimiento debe actualizarse continuamente y la experiencia debe acumularse continuamente. No tienes porqué considerarte como el gran salvador del mundo, cada vivencia es un practica a la iluminación. Mientras el corazón no tenga malicia, la forma de llegar a ella no es importante.

Chengzun Pan