Hacia la defensa del Estado - Nación

El socialismo mundial de la Unión Europea y la ONU quieren destruir o "deconstruir" a los Estados Nación con el mismo ímpetu con que quieren feminizar a los hombres y masculinizar a las mujeres. De manera matonesca, amenazan con sanciones económicas a la derecha italiana conservadora por reclamar soberanía y por defender sus valores nacionales y familiares, al mismo tiempo que atacan todo intento de no allanarse a las clausulas progres de la UE. 

La Constitución del 93, representa un retroceso para los intereses globalistas de la ONU, porque es la reafirmación del Estado Nación, que tanto molesta al socialismo mundial. Es por ello, que se han propuesto cambiarla a como dé lugar, ya que un "incapaz" como Pedro Castillo, todavía no lo ha podido hacer, ni lo piensa hacer, porque hacerlo supondría una amenaza para su supervivencia, ya que la Constitución protege al presidente de todo intento de golpe y fue diseñada para defender el Estado Nación, la Integridad Territorial y el Libre Mercado, principios que según los cirujanos de la "deconstrucción" deben ser extirpados o remodelados quirúrgicamente, como si se tratase de una operación de cambio de sexo. 

¿Pero qué está haciendo la derecha conservadora peruana, al respecto? Pues nada. Al contrario, le está dando el bisturí para que el cirujano intervenga al desafortunado paciente y le cambié de sexo y, tal vez, hasta de nombre, siguiendo el manual de la deconstrucción de la ONU. De esta manera, nuestro desventurado Juan, pasaría a ser Juana o Juane, según sea el caso, y nuestro Rafael, pasaría a ser Rafaella, una alegre gordita de bucles dorados. Esta aberrante transformación que debería de indignar a los sectores más conservadores que se autoflagelan la espalda a chicotazos, pareciera no tener mucha importancia cuando se trata de tener el poder como fin supremo, porque como bien decía Maquiavelo: el fin justifica los medios.