Chengzun Pan
El mundo en que vivimos está lleno de sorpresas. En realidad, muchos de nosotros no estamos preparados para los cambios, especialmente en el mundo de los negocios. Como empresarios, no podemos dejar de ser objeto de los golpes producidos por las crisis imprevistas; en el día a día de un empresario “ser fuerte” no es una palabra de declaración, sino un estilo de la vida cotidiana.
Los empresarios tampoco somos gente hecha con algún material especial. Somos humanos que tenemos sentimientos y amor. En muchas ocasiones, los hombres de negocios no se sienten felices con la vida que tienen. En muchos casos, viven con gran sufrimiento producto del estrés y la depresión, a pesar de tener muchas riquezas materiales. En más de 30 años de experiencia como especialista en el tratamiento de dolor y estrés, he visto casos en los que el paciente sufre tanto que está dispuesto a pagar lo que sea para encontrar una solución efectiva. Pero realmente ¿existe el remedio milagroso para ser más feliz? La respuesta es afirmativa y económica.
Recuerdo un cuento muy bonito sobre felicidad que me envió un amigo. El cuento dice: en cierta ocasión se reunieron todos los Dioses y decidieron crear al hombre y la mujer; planearon hacerlo a su imagen y semejanza para que sean fuertes e inteligentes. Pero, para evitar que los humanos lleguen a ser Dioses como ellos, decidieron quitarles la felicidad. El problema era que no sabían dónde esconderla para que los humanos no la encuentren jamás. Propuso el primero: “Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo.” Pero inmediatamente fue negado por otro: “no, recuerda que les dimos fuerza, alguna vez alguien puede subir y encontrarla, y si la encuentra uno, ya todos sabrán donde está.” Luego propuso otro: “Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar.” Otro contestó: “no, recuerda que les dimos inteligencia, alguna vez alguien va construir una nave por la que pueda bajar y entonces la encontrará”. El último de ellos, era un Dios que había permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas de los demás Dioses, analizó cada una de ellas, rompió el silencio y dijo: “creo saber en dónde ponerla para que realmente nunca la encuentren”, todos voltearon asombrados y preguntaron al unísono: “¿En dónde?”. “La esconderemos dentro de ellos mismos, estarán tan ocupados buscándola fuera, que nunca la encontrarán”. Todos estuvieron de acuerdo, y desde entonces ha sido así, el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la trae consigo.
Es cierto, los hombres de negocio en la sociedad moderna que vivimos siempre tienen que estar ocupados y atentos por el rápido cambio del mercado. La concentración hacia el mundo externo tiene como resultado a empresarios que se convirtieron en gente que realmente tienen poco tiempo para su vida privada. Muchos de ellos andan con una agenda cargada todos los días sin parar. El único día de descanso es cuando está enfermo. Pero nos topamos con la pregunta de siempre; “¿Eres feliz?”. Reflexiona mucha gente sobre ello, la respuesta común es “¿no?”. Entonces, si nosotros venimos al mundo solamente para trabajar y sufrir, qué es la gracia de la vida. Con un rostro de sufrimiento, mucha gente me va a preguntar “Pero ¿cuál es la solución?” Es una excelente pregunta, porque desde aquí, significa que ya estás dispuesto al cambio.
El ser humano, es una entidad física y espiritual. Por lo tanto, cuando hablamos del camino hacia la felicidad, también tenemos que mencionar estos dos aspectos. Según los estudios científicos de los últimos años, encontramos la famosa Endorfina como el remedio mágico a la felicidad. La Endorfina es un químico que produce la glándula pituitaria localizada en la base del cerebro, este químico es desalojado de la glándula en momentos que el cuerpo sufre dolor o alta tensión, ayuda a calmar el dolor y produce un estado de placer. Se cree que la endorfina funciona desplegando conexiones de dopamina, el cual es un químico que actúa como transmisor de señales cerebrales. Este químico aparte de ser responsable de controlar movimientos corporales y reacción a ciertos estímulos también afecta a las partes del cerebro relacionadas con el placer.
¿Cómo lograr el aumento de secreción de endorfina? En mi experiencia puedo mencionar 3 simples maneras que pueden servir como referencia para su aplicación. Estos son ejercicio aeróbico, meditación y acupuntura. Estudios científicos han demostrado que estos 3 métodos pueden producir un incremento considerable de la secreción de endorfina en el cerebro. Estos estudios explican muy bien por qué la acupuntura sirve en el tratamiento de los dolores y la depresión.
Hemos hablado el lado físico, vamos a hablar un poco de espíritu. Los monjes chinos se enfocan en el Tao y De cómo una tarea muy importante en su rutina diaria. Tao, significa el camino, indica de qué manera puede llegar su culminación espiritual o la misión que tienen que cumplir en su vida. De, significa moral, es el elemento básico para tener una conciencia en paz. No somos monjes, pero no perdemos nada reflexionando un poco más sobre nuestra vida. Si consideramos la felicidad como un estado placentero y satisfecho. Entonces tenemos que entender de dónde viene nuestra ansiedad, inseguridad e insatisfacción. En mi consideración, la ansiedad viene de un estado confuso por el futuro desconocido; la inseguridad, por la falta de conocimiento sobre uno mismo; la insatisfacción porque estamos pidiendo demasiado. Somos humanos, hay dos cosas principales de las que tenemos que tomar en cuenta. Primero, en reconocer nuestra capacidad limitada; segundo, la vida no solamente es trabajo. En un curso de manejo de estrés, el psicólogo levantó un vaso de la mesa, y dijo, ¿Cuánto pesa este vaso? Los públicos respondieron diferentes pesos según lo que a ellos les parece. El psicólogo se rió, y dijo, “para mí, el peso del vaso depende cuanto tiempo yo lo cargo en mi mano.” Los cargos físicos y espirituales en la vida también son como el vaso, si no sabes dejar en el momento cuando sientes la necesidad de descansar, nunca tendrás felicidad.
La felicidad es planificación, es inteligencia, es unión de los seres queridos, es el sentimiento de satisfacción por apoyar a los demás, es una reflexión de la vida, es la palabra mágica de amar; sobre todo, es la manera más adecuada de vivir.