"La Democracia se basa en el sufragio y por ello es imprescindible velar para que los result ados de cualquier elección, representen fielmente la voluntad de los electores".
Y esta voluntad jamás se verá reflejada en los resultados si es que seguimos aceptando una y otra vez, que oscuros personajes como los Crovettos o Salas Arenas manejen los procesos a su entero antojo y conveniencia.
Tenemos claro que si no queremos repetir la última experiencia electoral, es imperativo realizar cambios en los cargos importantes de los organismos electorales y en la ley.
Pero tanto o más importante que borrar personajes o cambiar reglas, es cuidar la seguridad de los cimientos de todo proceso electoral: las cédulas de votación y los padrones.
Felizmente para ello se requiere de decisiones simples y al alcance de la mano: personalizar cédulas y padrones de votación, no destruir documentos y publicar inmediatamente todas las imágenes de actas y padrones con nombres, firmas y huellas de electores, evitando así que los votos se cambien, que los muertos sufraguen y que los muy vivos suplanten.
La solución es tan sencilla como imprimir las cédulas y padrones sobre papel de seguridad, personalizarlos con los datos relativos a la mesa de sufragio y adicionalmente darle un número correlativo del 001 al 300 a las cédulas.
En caso de encontrar cédulas que no correspondan al ánfora, se eliminarían exclusivamente éstas y no otras, y menos aún toda el ánfora, ya que eliminar los resultados de una mesa por cualquier razón subsanable como una suma mal hecha, es atentar abiertamente contra la voluntad ciudadana y el derecho fundamental de los electores.
Es obvio que las cédulas y padrones electorales deberian ser provistos por gráficas de seguridad de larga trayectoria, en paquetes sellados e inviolables (Tyvek), para recién ser abiertos el dia del sufragio. Por razones obvias, este material nunca debería ser provisto por la ONPE.
Cambios simples que le darían certeza a las elecciones ante posibles intentos de cambio de cédulas, mal conteo de votos y hasta suplantacion de electores. Cambios simples que por algún interés politico no han sido realizados en los ultimos 25 años.