Punto de Encuentro

La prevención de la violencia contra las mujeres requiere un enfoque integral y coordinado

Jacqueline Santos Julca

@JackySantos10

Los hechos de violencia contra las mujeres no deben ser normalizados ni aceptada. La persistencia de actitudes y creencias patriarcales que colocan a los hombres en una posición de poder sobre las mujeres, creyendo tener el derecho a controlarlas y dominarlas (con actitudes de violencia física, sexual, emocional y económica contra las mujeres) y que a su vez son reforzadas por estereotipos de género y roles tradicionales. Una frágil conciencia sobre la gravedad de la violencia que se minimiza o se justifica como "parte de la vida" o "es algo que sucede en todas partes" - las mujeres no informan sobre la violencia de la que son víctimas, por tanto, no realizan la denuncia respectiva. La falta de recursos y servicios para apoyar a las mujeres que han sido víctimas de violencia, las deja en situación de desamparo y sin opciones para escapar de la violencia.

Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) de Perú, el 66% de las mujeres peruanas han experimentado algún tipo de violencia a lo largo de sus vidas. El 44% han experimentado violencia de pareja en algún momento de sus vidas.

Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) del INEI, el 16% han experimentado violencia sexual en algún momento de sus vidas. Durante la pandemia de COVID-19, se ha registrado un aumento significativo del 10% con respecto al mismo período del año anterior.

La prevención de la violencia contra las mujeres es un proceso complejo que requiere un enfoque integral y coordinado. Es necesario que incidir en:

  1. Educación y concienciación: Es importante educar y concienciar a la sociedad sobre la gravedad de la violencia contra las mujeres, sus causas y sus consecuencias. Con programas educativos en escuelas, campañas de sensibilización en los medios de comunicación y la sociedad en general.
  2. Promoción de la igualdad de género: Con políticas y programas que fomenten la igualdad de oportunidades y la eliminación de la discriminación por razones de género.
  3. Leyes y políticas efectivas: Con leyes que criminalicen la violencia de género, políticas públicas que fomenten la prevención de la violencia y el acceso a servicios de atención a las víctimas.
  4. Servicios de atención y apoyo a las víctimas: Como casas refugio, líneas de ayuda y servicios de asesoramiento y psicológicos.
  5. Participación de la sociedad civil y de las mujeres: La creación de organizaciones y grupos de mujeres, la participación en campañas y la promoción de los derechos de las mujeres.
  6. Fortalecer la familia: En escuelas para las familias, en las juntas vecinales. Siendo una prioridad educar con un estilo de crianza que promueva la disciplina positiva, la empatía y la comunicación abierta puedan ayudar a prevenir la violencia y los niños aprendan a resolver conflictos y a relacionarse de forma saludable con los demás, de manera que influya en su comportamiento violento o no violento. Fomentando la comunicación y la resolución de conflictos de manera saludable, puede disminuir el riesgo de que los niños sean violentos en el futuro

Estimado lector la prevención de la violencia contra las mujeres es un proceso a largo plazo que requiere esfuerzos sostenidos y coordinados de diferentes sectores de la sociedad. Además de un alto nivel de conciencia de cómo estamos educando a nuestros hijos, acabar con la normalización de la violencia contra las mujeres, cambiando actitudes y creencias patriarcales y proporcionar recursos con servicios para apoyar a las mujeres que son víctimas de violencia.

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