Punto de Encuentro

Toledo y los odiadores

La invectiva, el ataque furibundo, malintencionado, no ayuda a construir democracia.

Los apristas sabemos de eso: hasta después de muerto, Alan García sigue siendo víctima del insano antiaprismo. Ojalá, Sr. Farid Kahhat, que ningún familiar o amigo suyo (de la PUCP, por ejemplo) se suicide y le digan, en el velorio, “se suicidó para no ir preso”.

En el mismo sentido, Martha Meier, acusa a Alejandro Toledo de ser el fundador de la nación caviar, la misma que ha “ejercido su poder en el país durante los últimos 23 años”. Eso se llama “hacer leña del árbol caído”.

Que yo recuerde, Sra. Meier, la tecnocracia dorada apareció mucho antes, con el mismo Alberto Fujimori ¿No fueron Rosa María Palacios, Augusto Alvarez Rodrich, entre otros profesionales devenidos en periodistas, funcionarios de Alberto Fujimori? Pero la diferencia entre usted y nosotros, los apristas, radica en que nuestra estrategia política no es ganar espacio atacando con odio al rival político. Nosotros tenemos una ideología, un programa y un proyecto de país, algo que nunca tuvo la derecha peruana. Ustedes, ante la ausencia de ideas, han comprado el discurso de la derecha alternativa: Soros, los illuminatis, la cúpula reptiliana, terraplanismo, negacionismo climático, Grupo Bilderberg y otras extrañas ideas. Como decían en el franquismo, al que seguro miran con nostalgia, “la conspiración judío-comunista-masónica-internacional” dispuesta a homosexualizar el mundo mediante la ideología de género y el marxismo. Un Gólem que se parece más a un Gramsci de ambiente.

Y ojo que yo le discuto con ideas, Sra. Meier. No con el vituperio.

Con respecto a Alejandro Toledo, solo esperamos que se le respete su derecho al debido proceso, que la justicia sea real y no politizada o mediatizada, y que asuma su responsabilidad si es que el órgano jurisdiccional así lo declara. Esa es la manera de tratar al rival político en democracia, Sr. Kahhat, Sra. Meier. Por gente irresponsable y poco seria, la política se encuentra en crisis permanente en nuestro país. Y Sra. Meier, la situación no cambia con el relevo generacional, en tanto estos “jóvenes políticos” tengan las mismas ideas retardatarias, ultramontanas que usted encarna. Les podría pasar lo que sucede con Kahhat: sus conocimientos académicos entran en un bloqueo mental cuando se enfrenta a la pluma del twitt.

Por todo lo dicho, y a manera de conclusión: La justicia debe garantizar a Alejandro Toledo todo lo que, en vida, le negó a Alan García.

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