El dios de los fariseos

Me sorprende que muchos cristianos todavía piensen que Israel es el pueblo elegido de Dios, sabiendo que fue el mismo Cristo, quien luchó contra el fariseismo de su época. Hoy el nuevo fariseismo tiene su propio país y se llama Israel.
Dios no está con Israel; el verdadero pueblo de Dios está disperso en el mundo y sus habitantes no son engendrados de sangre, carne o voluntad de varón, sino de Dios (Juan, 1). Fue el mismo Jehová quien mandó a no adorar nada creado en la tierra o en el cielo, y eso incluye a "lugares santos" como Jerusalén o alguna "nación elegida" como Israel, según la tradición. 
Para el verdadero cristiano no existen tradiciones, existe un solo Dios: Jesucristo. Lo demás es idolatría, incluso si se trata de Jerusalén, Israel, el Vaticano o algún pueblo o deidad costumbrista como el Señor de los Milagros. Israel es el fruto de la idolatria, del sionismo nacionalista chauvinista narcisista supremacista blanco (la peor basura). Nada que ver con la doctrina de amor de Cristo. De hecho, los judíos creen que Cristo nunca resucitó y que es el hijo no reconocido, fruto del adulterio, entre un esclavo romano y María. 
Israel no es el pueblo elegido, de hecho, de ahí saldrá el enemigo de Dios, el Anticristo, según las profesías bíblicas. 
El Dios de los fariseos, el falso mesías, el Anticristo, ya está entre nosostros. Solo es cuestión de tiempo para que sea manifestado. #Israel