Punto de Encuentro

Cambios en China

Por Roberto Rendón Vásquez.

Nos sorprendemos al volver nuevamente a la República Popular China por su impresionante progreso. Como ya lo hemos escrito, la conocimos en 1962  a 13 años de su Constitución . Era un país pobre agravado por “el embargo económico” que le impusieron ciertos países “occidentales”. Su economía no era sufrientemente desarrollada para satisfacer las necesidades de sus entonces 500 millones de habitantes. Sus ciudades eran generalmente con su ancestral arquitectura donde vivía la población; mayoritariamente sus habitantes eran del área rural. No obstante, sus limitaciones los chinos mayoritariamente respaldaban a su gobierno y al Partido Comunista China. Esto era impresionante para los visitantes extranjeros porque su gobierno y pueblo se esforzaban por mejorar su economía. Pero su desarrollo era lento. En siguientes visitas observábamos los paulatinos cambios. Por ejemplo, del Aeropuerto de Pekín a la capital China se edificaron edificios de varios pisos para dedicarlos a viviendas: ya aparecían centros industriales que acogían más mano de obra, los servicios públicos de educación, salud, transporte y otros fueron mejorando incluso en las comunidades campesinas paralelamente a sus actividades agrícolas, producían bienes (ensamblado) de artefactos.

Los cambios gubernamentales comienzan en la década de 1970 introducidos por las propuestas económicas de reforma y apertura formuladas por Deng Xiaopig que devolviendo su país al orden han permitido a la Nueva China alcanzar un impresionante crecimiento económico. Con la captación de capitales foráneos, respetando los derechos e intereses de empresarios, motivaron no solamente la apertura de miles y miles de centros de producción de bienes con tecnología de punta en cada tiempo con lo que lograron no solamente capacitar permanentemente a los trabajadores sino generar cada vez más centros de trabajo con mano de obra calificada y con racionales – y excelentes – remuneraciones. Ahora los trabajadores sufragan satisfactoriamente la subsistencia familiar. Cada a vez hay más centros de trabajo que requieren mano de obra proveniente en mucho del campo. La población en general ha incrementado notablemente el consumo de bienes para el bienestar familiar. Los chinos de hoy son uno de los más grandes consumidores de bienes y servicios con lo que han ido fortificando tanto la economía familiar como la del Estado. Gran cantidad de la producción china abastece el mercado mundial a precios racionales. La economía china ha ido no sólo mejorando sino robusteciéndose.

Con nuestro reciente viaje a China hemos quedado impresionados por los cambios producidos no solamente en las ciudades capitales sino en todas. Hay edificaciones impresionantes de 40 o más pisos destinados a viviendas, y lucen perfectamente iluminados. Se han respetado las viviendas tradicionales evidenciando el respeto por lo antiguo.  En las actuales calles, avenidas y plazas, los primeros pisos de los edificios hay impresionantes centros de comercio de toda clase de productos y en cada cuadra hay restaurantes que son muy concurridos tanto por los propios chinos y sus familias y con los visitantes extranjeros. Hemos observado que en las ciudades hay centros comerciales impresionantes de uno o varios edificios de más de 20 pisos grandiosamente iluminados, todos para establecimientos de gran tamaño en las que operan comercios, restaurantes, servicios, oficinas donde se atienden a miles de clientes y en sus rededores operan muchos establecimientos comerciales. Miles y miles de consumidores concurren a dichos “mall” especialmente en las tardes y noches.

En las ciudades hay por miles vehículos; no hemos visto “antiguos” o viejos (“chatarra”). Para desplazarse dentro de la ciudad usan generalmente: Metro, tren, autobús de no menos 2 vagones, bicicletas, motocicletas. El transporte público es eficientemente ordenado con ómnibus nuevos. El transporte entre ciudades  aparte de los aviones – existen los ferrocarriles y los impresionantes “tren bala” (de por lo menos 8 vagones).  Estos corren a un promedio de 450 kilómetros por hora (por ejemplo, de Lima a Ica lo harían aproximadamente en menos de 40 minutos) y hay varios horarios diarios y los pasajes son módicos. Sus estaciones son mucho más grandes que el Aeropuerto de Lima.

Los servicios públicos de salud, educación, administración son eficientes. Hemos constatado la seguridad ciudadana; las personas gozan de plena seguridad en calles y domicilios. Impera la formalidad. La pobreza está en extinción. Los visitantes y turistas internos y externos son miles y atendidos fraternamente.

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