Este año serán las elecciones presidenciales en México, así como se lee, este año se cambia de manda más en el país. El titular del ejecutivo federal cambiará de batuta este año y, las dos contendientes son mujeres -aplausos porque México intenta dejar de ser machista-.
Será una contienda diferente a las anteriores porque es la primera vez en la historia del país que la siguiente persona al mando de la República mexicana será mujer -aplausos otra vez, que no es tema menor que nos hallamos tardado 200 años en romper un molde totalmente inútil-.
Aún no es tiempo de precampaña, en teoría claro, porque todos los políticos en México viven en campaña todos los días sin importar si son diputados, senadores o gobernadores, es una de esas praxis que se impuso en México hace décadas y que el pueblo ha permitido.
He aquí lo interesante, en México se supone la iglesia está separada de la política. Esto, se debe a las leyes de Reforma, promulgadas por Juan Álvarez (aunque la mayoría de la población se las atribuye a Benito Juárez gracias al gran marketing que ha tenido ese personaje desde hace algunos años). Plasmé se supone, porque la población mexicana tiene arraigada la religión en sus corazones y es evidente que sí influye en la política mexicana.
Las candidatas presidenciales, conocedoras de esta situación visitaron al Papa. Claudia Sheinbaum visitó al pontífice y llevo una rosa de plata hecha por el artista Adrian Pallarols, para que fuera bendecida por el Papa Francisco tras su visita al Vaticano.
Por su parte, Xóchitl Gálvez mostró a través de sus redes sociales varias imágenes de su reunión con el Papa y describió que charlaron sobre varios temas.
Remató expresando que el sumo pontífice: “le deseó la mejor de las suertes”. Xóchitl, le regaló un rebozo; una artesanía mexicana que representa al pueblo mexicano.
La primera en visitarlo fue Xóchitl Gálvez y, posteriormente Claudia Sheinbaum. Puede parecer un tema menor, sin embargo, el hecho que ambas candidatas visiten al Papa muestra al mundo que México sigue siendo ampliamente dominado por la iglesia católica. Empero, aún no es tiempo de campaña electoral mas las candidatas ya empezaron a competir por los votos.
Lo curioso es que, Xóchitl Gálvez sí es católica lleva décadas demostrándolo; mientras que, Claudia Sheinbaum ya había declarado en varias ocasiones que no era católica.
Al parecer a la candidata se le olvidaron sus declaraciones -así como olvido dar mantenimiento al metro y terminó cayéndose-, porque terminó viajando al vaticano con una rosa de plata para mostrar a sus seguidores que ya lo pensó bien, y resulta que sí es católica.
Esperemos que la iglesia se mantenga imparcial y tengamos unas elecciones lejos de las creencias religiosas. La religión no es mala, lo malo es tratar de confundir que una situación tiene que ver con la otra, cuando claramente tienen génesis y objetivos distintos.
Ojalá que la gente no decante su voto lisa y llanamente porque una candidata visitó al Papa, porque esa política baratera es la que genera que una candidata que había declarado ser atea, se convierta al catolicismo con el único objetivo de engañar a las mujeres y hombres del país para obtener su preferencia en las urnas.