Punto de Encuentro

Macron: un Napoleón de cartón, un belicista electorero.

24 Marzo, 2024

Luis Yntor

Por: Luis Yntor.

Las últimas declaraciones del  Presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha puesto más en peligro el conflicto de Rusia con Ucrania, al afirmar que enviará tropas francesas a Ucrania e insta a la UE ha detener el avance ruso. No soy admirador de Vladimir Putin, por ser un dictador disfrazado de demócrata y apoyar a regímenes totalitarios de la extrema izquierda hambreadora en Latinoamérica, ni tampoco creo en toda la narrativa occidental, sin embargo la actitud de Macron, cual aprendiz de Napoleón, no tiene la fuerza ni la confianza como líder para convocar al mundo a una guerra contra Rusia. Quizás estamos a un paso de la tercera guerra mundial, que será catastrófica, Europa sería un inmenso Chernóbil con un invierno radiactivo,  de una guerra nuclear que contaminaría todo el planeta.

Macron olvida la historia de Francia y no aprende del pasado. Este Napoleón de cartón, no se da cuenta que los Franceses tienen decadas y decadas de no ganar una guerra. Napoleón fracasó en su intento de conquistar Rusia, los británicos salvaron a Francia en la primera guerra mundial, y en menos de dos semanas los alemanes invadieron París en la segunda guerra mundial y fueron las fuerzas aliadas, entre ellos los Rusos que liberaron a París de la invasión nazi. La historia demuestra que Francia ha sido débil en conflictos bélicos, siendo su única apogeo, la época napoleónica. Están acostumbrados a armar líos de fuego y que otros con fondos y soldados ajenos, apaguen el incendio.

En su ilusión de megalomano,  Macron quiere llevar a Francia en el liderazgo Europeo a través de una guerra, sin embargo el ingreso de tropas francesas al conflicto de Ucrania podría desatar una conflagración mundial, pudiendo escalar a una guerra nuclear, porque arrastraría a la OTAN y,  probablemente Rusia se vería obligada a  usar armas nucleares. Ello sería el fin de la humanidad. Si bien es cierto Francia es una potencia nuclear, requiere recursos para enfrentar una guerra de desgaste,  pues tiene al frente a una Rusia, con una economía de guerra que asigna el 6% de su PIB y el 30% de sus gastos presupuestales a sus ejércitos, cifra inalcanzable para Europa que necesita de la presencia de EEUU en la OTAN. Es real que la OTAN asiste a Ucrania en todos los ámbitos posibles y ahora está desarrollando ejercicios militares en Suecia, pero es de aclarar que Francia es el país que menos ha gastado en el conflicto con Ucrania, pero Macron cual gallito de patio aviva la guerra.

Macron, el alumno más disciplinado del globalismo mundial, el mismo que hizo constitucional el aborto, el que quiso vacunar a toda Francia, el que está acabando con el sentido de patria y que hace guiños a los dictadores de Latinoamérica, nunca ha cogido un fusil, pero quiere entrar en guerra,  quizas sale a relucir su objetivo globalista de reducir la población a la mitad. Ha visto en el conflicto con Ucrania un caramelo de distracción y necesita un pushing, no solo por el estancamiento económico Francés,  sino por el desfavorable resultado en las encuestas para su reelección y que con su discurso lo convierte en un  belicista electorero, con el fin de maquillar sus problemas políticos internos y justificar el gasto en presupuestos militares de su industria armamentista, debido que  Francia es el segundo exportador de armas en el mundo.

Macron histriónico, con aires de patriotismo falso, ha permitido e impulsado que los árabes musulmanes invadan Francia, representando el 25% de la población. Macron apoya la inmigración Islámica en Europa, sujetos que en su mayoría odian el cristianismo y la cultura occidental y que estratégicamente agentes de la Jihad Islámica toman posición en Europa, conquistando silenciosamente este territorio. Macron quiere más guerra, según él, para prevenir el avance ruso, pero no se da cuenta que en su propio espacio tiene que pelear una guerra, que es el avance de la invasión cultural musulmana que acabará en unos pocos quinquenios con la nación francesa y serán parte directa e indirecta del califato mundial de los Ayatolás.

Estamos al borde de una guerra mundial a gran escala, por tanto no es Macron el líder que pueda convocar a una guerra para detener lo que se avecina, se requiere de un líder con inteligencia.

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