Las delaciones que la empresa Odebrecht ofrecerá entre los días 14 y 18 de enero próximos, configuran un tipo de pago a los peruanos: el pago a la memoria histórica o el aporte que estos puedan brindar al rompecabezas de la verdad.
Los directivos de la empresa Odebrecht tienen el deber de otorgar toda la información que se encuentra aún encriptada en los servidores informáticos My Day Web y Drousys. Pero el Ministerio Público ha conseguido que además se requieran declaraciones, testificaciones y, de ser necesario, sindicaciones claras que hagan relevante el acuerdo sostenido entre la empresa brasileña y las autoridades peruanas.
Dicho acuerdo se hace efectivo desde el 11 de enero de 2019; esto permite tener a Jorge Barata, nuevamente, como protagonista de la escena política nacional si en caso tiene por revelar todavía nueva información que, a la sazón, resulte novedosa.
¿Jorge Barata o algún otro algo ejecutivo de Odebrecht habrían podido ocultar información trascendental a los fiscales peruanos hasta ahora? Formalmente, no. Esto debido a que los actores testimoniales se limitan a responder puntualmente las preguntas que las autoridades pertinentes ejecutan. Por esta razón, la Fiscalía peruana armará una batería inquisitiva que permita corroborar las hipótesis elaboradas por el Grupo Especial Lava Jato en cada uno de los casos investigados que mantienen procesos abiertos.
El caso del ex presidente Alan García Pérez es el que más suspicacia e interés genera en el equipo fiscal liderado por José Domingo Pérez; varios de los futuros interrogados por parte de la empresa Odebrecht han ocupado puestos administrativos o cargos gerenciales de primera importancia con respecto a temas que hoy complican la suerte del ex mandatario peruano.
No es de sorprender el especial ahínco con García, esta especial diligencia es clara consecuencia del fracasado pedido de asilo por parte del ex presidente a la República Oriental del Uruguay. Por ejemplo, al igual que Jorge Barata, también serán interrogados Sergio Nogueira Panicali, secretario de la junta de accionistas de Conirsa, empresa encargada de la línea 1 del metro de Lima.
Marcos Grillo, operador financiero de Odebrecht; José Américo Spinola, mentado intermediario que contratara a Alan García para dictar una conferencia en Brasil y Luis Eduardo da Rocha Soares, encargado operativo de la caja 2 de la División de Operaciones Estructuradas son los ex funcionarios de la empresa brasileña que, con premura, desfilarán ante los fiscales peruanos.
Esta nueva entrega brasileña es fundamental para el relato histórico de los hechos porque permitirá conocer las reales dimensiones de las operaciones realizadas en Perú por más de una década.
Es necesario destacar que, con estas anheladas declaraciones, la ciudadanía peruana podrá alcanzar a tener mayor y mejor información que le permita acrecentar o dispersar las sospechas formuladas. En más de un caso, el criterio jurídico ha cedido a valorizaciones de carácter político.