Después del hilarante comentario dicho por la congresista morada Susel Paredes al referirse a Pedro Castillo descripción diciendo que “puede ser delincuente, pero no es incapaz moralmente, corona la catadura moral no solo de los inquilinos comunistas instalados en Palacio de Gobierno, sino de la podredumbre de una clase política bien representada en los esperpénticos congresistas morados.
Pero, más allá de esa confesión de parte, aquello que ha quedado más que demostrado ante la inmensa mayoría de peruanos es que ya tienen por cierto que el hombre de los baños dolarizados no usa la cabeza exclusivamente para lucir típicos sombreros, sino que -y sobre todo- la utiliza para acomodarse muy bien las gorras nocturnas que ocultan su semblante ante los transeúntes de la calle Sarratea, en Breña, cual delincuente que intenta pasar desapercibido en medio de la oscuridad.
Para algunos, nada de esto es sospechoso. Susel tenía razón: “puede ser delincuente” y no pasa nada. Pedro Marmaja ha logrado salir victorioso, aunque quedando bien ubicado en el sumidero político, ante los ojos de millones de peruanos que absortos han sido testigos de sus ágiles desplazamientos para reunirse con paisanos, sobrinos, lobbistas (posibles integrantes de más de una red mafiosa que ha tomado el Estado como botín propio), que luego consiguen jugosas licitaciones con entidades estatales.
¡Y, sin embargo, para los cojudignos no pasa nada!
MIRTHA VÁSQUEZ, ¿DÓNDE ESTÁS QUE NO TE VEO?
El personaje político ausente antes, durante y después de todo este zafarrancho es Mirtha Vásquez, quien no ha dicho ni una sola palabra al respecto. ¿De los $ 20.000 en el baño de Palacio? Solo un “debe investigarse”. ¿De los invitados a Sarratea que cambian su identidad para no ser reconocidos públicamente? Nada. ¿De las propias declaraciones de Castillo confesando que saldrán audios y videos comprometedores? Nada. Parece estar ocupada Mirtha, desestabilizando la minería formal en el Perú.
Es cierto que, en caso de crisis ministerial, el presidente no es directamente "responsable" políticamente, sino el ministro que suscribe junto a él. Pero no es menos cierto que cuando los fuegos se han encendido en lo más alto del poder, los primeros ministros den un paso al costado. ¿Por qué no hemos visto el mínimo gesto de sorpresa o incomodidad en instancias supremas del gabinete? Muy llamativo, pero cuando sucede algo parecido, lo más probable es que entre todos se están cubriendo las espaldas.
Si algún congresista se propone, puede causarle también un dolor de cabeza a la señorita Vásquez. Por ahora, el gobierno ha ganado la última partida.
RATONEANDO EN SARRATEA
La antesala de la más reciente crisis política nacional estalló cuando la prensa empezó a jalar hilos de una madeja bastante pomposa y comprometedora. Se había convertido en el personaje del momento, ni más ni menos que el secretario de la Presidencia de la República, un sujeto llamado Arnulfo Bruno Pacheco Castillo.
Y rápidamente había impreso un sello en modo de operar. Sus declaraciones eran ley, en la práctica, porque tenían la venia presidencial, según han referido muchos de los contactados por él para interceder en oficios irregulares dentro del escalafón de más de una institución nacional. Un forajido puesto en Palacio por el hoy apodado Pedro “Marmaja”. Dime con quién andas y te diré quién eres…
Un tipo al que hay que tomar en serio pues como dijo recientemente el ex ministro Ciro Gálvez: “Pedro Castillo no dirige nada” y fue su secretario General quien “me pidió salir por la puerta falsa para no hacer roche”. De este ciudadano Pacheco Castillo, supuestamente, son los $ 20.000 que se encontraron en el baño de la residencia presidencial, de los cuales hasta ahora no se ha brindado una explicación solvente por parte de la cabeza que sostiene sombreros de día y gorros de noche.
Mas no hay como el tiempo para ubicarnos o en el preciso lugar.
Y el lugar preciso es el inmueble del pasaje Sarratea N°179 en el distrito de Breña, donde Castillo “despachaba sin transparencia”, según ha determinado la Contraloría.
LAS MENTIRAS Y PEDRO CASTILLO TIENEN PATAS CORTAS
Ante varios informes periodísticos que mostraban el tráfico regular de gentes, saliendo y entrando en situación sospechosa de la mentada dirección, el actual gobierno alcanzó su línea de flotación. No dio para más.
La irascible reacción de Pedro Castillo Terrones y posterior mensaje al país, sin decir mucho, lo demostró todo. Tenía menos palabras que de costumbre y las pocas que alcanzó a mencionar fueron insuficientes y absurdas, ante la evidencia.
Por ahora, todo parece estar en calma, luego de salvar el pellejo todos los integrantes de estos grupos subte de la política. Pero la salvación solo es momentánea. Antes de los poco honrosos apoyos de César Acuña, José Luna Gálvez y demás flotadores salvavidas, hubo declaraciones que dejaron a vista y paciencia de todas las contradicciones de los actuales “héroes de la jordana” chotana.
Vimos al delincuente, sentenciado por corrupción, Vladimir Cerrón exigiendo explicaciones y escuchamos las declaraciones del ministro de Defensa, Carrasco, contradecir al ‘profesor’, al decir que allí se sucedían “coordinaciones del despacho”.
¿QUIÉN ACUSA? ¿QUIÉN DEBE ACUSAR?
¿Quién tiene facultades de investigación? ¿La Fiscalía o las rondas campesinas?
Según las palabras de Pedro Castillo, se someterá a las rondas, sin tener en cuenta la Fiscalía de la Nación lo ha citado como testigo por el tema de los tratos de su secretario en el caso de ascensos y presiones al jefe SUNAT.
Mientras tanto, la Comisión de Fiscalización del Congreso de la República se encuentra a la espera de que el Pleno le conceda las facultades de comisión investigadora que han solicitado su presidente, Alejandro Aguinaga, y el congresista Eduardo Salhuana (APP) para efectos de contar con las prerrogativas legales correspondientes para profundizar las indagaciones.
El hilo podrá jalarse lento y muy suave, pero la madeja es inocultable. La mafia comunista en el poder no podrá soterrar por mucho tiempo los ascos de su actividad delincuencial.