El ministro de Transportes de Perú, Juan Barranzuela, anunció este domingo que el Gobierno logró consensos con un sector del gremio de transportistas para levantar un paro nacional que se había convocado para el lunes, aunque un grupo afirmó que sí lo acatará ante su rechazo a los acuerdos alcanzados.
"Podemos indicar que tenemos su compromiso (de un sector de los transportistas) para levantar esta medida. No podemos sentirnos más que halagados por la confianza que depositan en el Gobierno", declaró el ministro en una conferencia de prensa.
Barranzuela agregó que el acuerdo se dio "de manera mayoritaria" y tras un extendido diálogo entre el Ejecutivo y los dirigentes del gremio del transporte que, entre otras demandas, pedían un subsidio al combustible en un 80 % ante el incremento de sus precios, estabilidad jurídica por diez años y declarar en emergencia el transporte a nivel nacional.
Sin embargo, algunos grupos del servicio público en Lima y Callao se mantuvieron firmes con que acatarán la paralización del lunes ante su oposición a los acuerdos trazados en la mesa de diálogo.
"Nosotros ratificamos que el día de mañana se llega al paro con el 85 % de vehículos, que representan más de 16.000 unidades", declaró a la prensa local Ricardo Pareja, presidente de la Cámara de Transporte Urbano de Lima y Callao.
Entre otros acuerdos alcanzados en la reunión sostenida este domingo, el Gobierno se comprometió en incorporar al transporte urbano al beneficio de devolución del 70 % del impuesto selectivo al consumo aplicable al combustible diésel hasta diciembre de 2025.
Además, el Ejecutivo estableció un beneficio económico temporal por cuatro meses del 40 % del monto de los peajes para empresas de transporte de carga, interprovincial y urbano, y aseguró que impulsará medidas para promover la adquisición de vehículos con energía limpia.
El paro anunciado para el día 4 de julio es la segunda medida de fuerza de los camioneros peruanos en una semana, pues el lunes pasado comenzó una huelga indefinida que acató un sector del gremio de transportistas de carga pesada y se desarrolló sin mayores incidentes y con reducidos bloqueos de carreteras a nivel nacional.
Ante este escenario, el Ejecutivo declaró el lunes pasado el "estado de emergencia" en la Red Vial Nacional durante 30 días y restringió derechos constitucionales como el libre tránsito por las carreteras para evitar desórdenes públicos.
Esta oleada de paros es la segunda protesta del gremio de transportes a la que se enfrenta el Gobierno de Pedro Castillo en sus once meses de gestión, ya que en abril pasado una huelga del sector desató bloqueos en decenas de vías del país y motivó una protesta masiva en Lima ante el polémico toque de queda que decretó el mandatario para el 5 de abril.
Aquella semana, que se saldó con seis víctimas mortales y decenas de detenidos, el Ejecutivo también declaró el estado de emergencia en la red vial nacional.