Punto de Encuentro

LOS AÑOS DE LA SUBVERSIÓN

 

Por Roberto Rendón Vásquez.

No es un buen recuerdo que en la década de 1980 se comenzó a sentir los efectos del terrorismo organizado en el Perú. Realmente el actuar del terrorismo se inició coincidente con las elecciones generales de 1980 en que el 17 de mayo  de ese año quemaron las ánforas y las cédulas de votación en el pueblo ayacuchano de Chuschi. Este fue el primer acto terrorista llevado a cabo por Sendero Luminoso y de allí continuo para adelante y optaron por iniciar una lucha armada en las provincias norteñas del departamento de Ayacucho que se extendió a Apurímac y Huancavelica y con el tiempo llego a otros departamentos y hasta en Lima. A partir de 1983 y en los siguientes años, los ataques de Sendero Luminoso no se limitaron al campo. Se perpetraron ataques contra infraestructuras eléctricas en las ciudades de HuancayoHuancavelica, Lima. Se derivaron las líneas de alta tensión que ocasionaban apagones; se colocaban coche bombas y se producían asesinatos, paros armados. La gente vivía en permanente temor.

            Sendero Luminoso, que es una fracción de la dividida izquierda peruana (El Partido Comunista Peruano y después del partico Comunista del Perú - Bandera Roja), comienza su actuar en la Universidad de Huamanga, donde entre los estudiantes capto a sus militantes y luego hizo igual en universidades de Lima y con especial énfasis en La Cantuta y San Marcos.

En la centenaria Universidad de San Marcos la mayoría de los alumnos vivía en constante temor. En cualquier momento del día, generalmente durante las clases de noche, se presentaban armados y el rostro cubierto los cuadros senderistas a los salones donde los profesores dictaban sus clases, para amedrentándolos interrumpir su labor docente para hacer “sus prédicas”. Habían copado las direcciones de los sindicatos del personal administrativo, quienes hacían paros continuados. Las paredes de las facultades y de los salones en forma permanente eran pintados con lemas subversivos. Se preparaba las acciones para la toma final de Lima la capital peruana.

Lamentablemente ni las autoridades del país ni las universitarias hacían frente a esas acciones y hasta la subestimaban. Un Presidente de la República las calificó de “abigeos” y no las enfrentó.

En la histórica San Marcos, en los años 80, los semestres académicos eran de duración indeterminaba y una carrera duraba dos o tres años más. Algunos alumnos que se enfrentaron a Sendero, eran objeto de represalias clandestinas para que cunda el temor y pánico entre todo el estudiantado.

Son más de 30 años desde entonces. Muchos de las nuevas generaciones no han conocido esos días, semanas y años de terror. Quizá por tal desconocimiento no tienen conciencia de lo que significan tales acciones.

 

NOTICIAS MAS LEIDAS