"Castillo es fruto de un régimen político cultural de principios de la década del 2000, que ha convertido a la política en una guerra de religiones con el intento banal de la exclusión a la otredad. Castillo no se puede entender sin la guerra que se desató contra otras fuerzas políticas que no comulgaban con las ideas de los académicos, periodistas y analistas políticos".
Iván Arenas