Punto de Encuentro

La lucha contra la dictadura de Vizcarra

El gobierno de facto de Vizcarra, su relativo y en aumento control sobre el sistema de justicia y sus aliados de la izquierda criolla San Isidrina y también de sectores extremistas que celebraron el cierre del parlamento son un combo que augura que el destino final de este proceso es la ruina social, económica y política del Perú. Si la oposición no se reorganiza y comete los mismos errores de perspectiva de la oposición parlamentaria -marcada por la miopía de la mayoría fujimorista- de actuar sin planificación ni coherencia será poco lo que podremos esperar del futuro. Es por ello que la lucha contra este proceso debe tener múltiples aristas y dimensiones.

En el panorama institucional la denuncia acerca de los excesos del régimen y su avance para el control mayor sobre las instituciones no sólo debe ser en el plano nacional, sino que cada vez extenderlo al espacio internacional; que el mundo tome conocimiento de los pasos que da el Presidente de facto, impulsado por su ambición y por eludir la justicia en "Chinchero" y en otras deudas pendientes con la justicia. Sumado a esto es importante constituir "tanques de pensamiento" que le puedan hacer seguimiento a los decretos y a las políticas de los ministerios. La crítica debe llegar con propuesta.

En el panorama social los actores de la nueva oposición debemos participar de los reclamos que se están gestando en todo el país; esto es lo principal puesto que ahora que no hay parlamento no hay excusa que logre ocultar la falta de plan del Gobienro para hacerle frente a los problemas de la inseguridad, del empleo, de la educación y la salud pública, del agro, entre otros. Participación en los reclamos del Perú popular junto a propuestas claras y articuladas sobre estos ejes es lo que debemos construir. Si la lucha solo es institucional, las mayorías nacionales no nos acompañarán.

Pienso que se debe articular un gran frente ciudadano de rechazo al autoritarismo en marcha y a la ruta ya iniciada de la implementación de un chavismo a la peruana, que puede tomar la variable de una posible Asamblea Constituyente de facto en este parlamento que viene, que durará menos de dos años. Los periodistas auténticamente comprometidos con las libertades, cuyas voces van en aumento, los líderes sociales que ven su agenda popular postergada, los trabajadores que pueden ver sus derechos cada vez más pisoteados, los pequeños empresarios, medianos y grandes que sufrirán aún más cuando no sólo la economía no de señales de impulso sino cuando el fundamentalismo de los aliados radicales del Gobierno pretendan cambiar el capítulo económico de la Constitución; también los partidos que no dudamos en señalar las características autoritarias del proceso; todos debemos apuntalar la unidad de criterios para hacerle frente a esta amenaza. En esto los avances de la "Coordinadora Republicana" serán sin duda importantes y fundamentales. Sus primeros comunicados caracterizaron el proceso que se implementaba y ahora su tarea debe ser servir de plataforma para propiciar el encuentro de todos aquellos que no queremos la venezualización del Perú.

NOTICIAS MAS LEIDAS