Punto de Encuentro

Partidos sin candidatos y candidatos sin partido

Desde hace algunas semanas somos testigos de cómo nuestra ciudad capital viene viviendo un fenómeno propagandístico impropio de éstas fechas por lo que me atrevería a calificarlo sin precedentes, al menos en los últimos años. Me refiero a los costosos carteles electrónicos que sin decirlo de manera expresa, anuncian las intenciones de alguno de postular a la alcaldía de Lima. Uno corresponde a un ex congresista y el segundo a un actual alcalde distrital.

Ustedes se preguntarán ¿Qué tiene eso de raro?, pueses absolutamente propio que los candidatos establezcansu estrategia de campaña sobre la base de su exposición frente a los electores y los carteles publicitarios en buena medida sirven para ese propósito.

Sin embargo, no estamos en campaña y por tanto no podemos hablar de candidatos, por ello, esta repentina fiebre expositiva, si cabe el término,resulta cuando menos opinable y por varias razones. En primer lugar, y como ya dijimos, a la fecha no se ha convocado a ningún proceso electoral y revisando el calendario,resulta fácil advertir que nos encontramos nada más y nada menos que a más catorce meses de la celebración de las próximas elecciones municipales, por igual razón, en segundo lugar, resulta evidente que ningún partido político ha anunciado aún sus intenciones de participar en dicho proceso, pues ello resulta prematuro y en igual sentido, en tercer lugar, es claro que ninguna organización política ha llevado a cabo su proceso de elecciones internas, por lo tanto, en estricto, bajo ningún aspecto podemos hablar de candidatosno obstanteno tenemos ninguna duda que lo serán

Pero, siendo esto así, nos preguntamos si resulta lícito adelantar la campaña electoral. No faltará quien diga, ley en mano, que no se trata en estricto de ninguna campaña pues no hay ningún proceso al cual postular y que ninguno de los carteles electrónicos dice que se trate de personas que están en campaña o incluso que de ellos se deduzca la aspiración a algún cargo público.

Estos argumentos, válidos por cierto, demuestran claramente cualquiera puede aprovecharse de las limitaciones de un deficiente marco normativo cuya revisión ha sido solicitada expresamente por los organismos electorales y sobre los cuales el Parlamento aún se resiste a pronunciarse. El ejemplo  más palpable de un caso similar al relatado, lo encontramos en la millonaria campaña de carteles que lanzó César Acuña Peralta con vistas a las Elecciones del año 2016, oportunidad en la cual apreciábamos la foto del entonces aún aspirante a candidato que aparecía al constado de la muy visible palabra “Presidente” no obstante debajo de ésta de manera casi imperceptible figuraba el nombre de una universidad, de modo tal que en realidad era un cartel de la universidad en la cual se anunciaba a su Presidente y no propaganda electoral. Burdo pero cierto.

Ahora bien, al margen de lo dicho me asalta la duda si los gastos de esta campaña disfrazada deben ser declarados a la ONPE o si se declararán cuando estas manifestaciones correspondan efectivamente a quien ya es en estricto un candidato, ello sin dejar de preguntarnos quién los financia.

Por último, nos llama además poderosamente la atención uno de éstos casos. Se trata de un ex directivo del fenecido partido político Justicia Nacional, que luego postuló sin éxito al Congreso en el 2006 por la Alianza por el Futuro, oportunidad en la cual consignó en su hoja de vida que ocupó cargos partidarios entre el 2004 y el 2005 en el también fenecido Sí Cumple, cargos que no consignó en la hoja de vida que presentó cuando volvió a postular al Congreso, esta vez con éxito, en el 2011 por Fuerza 2011, del cual fue vocero parlamentario hasta que su involucramiento el sonado escándalo del caso CopyDepot y posterior suspensión por 120 días de su actividad parlamentaria lo alejaran de la vocería partidaria. ¿Por qué nos llama la atención? Pues en el cartel electrónico se le ve junto a la imagen de un ferrocarril electrónico el cual acaba de ser reclamado como símbolo (¿Coincidencia?) de un partido recién inscrito.

Una vez más partidos sin candidatos y candidatos sin partido, financistas que encuentran vehículos con los cuales postularse son como el hambre y la necesidad, una característica inocultable de nuestros informales y precarios partidos sobre los cuales urge se adopten medidas desde la tienda congresal. ¿Usted qué opina?

 

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