Punto de Encuentro

¡El sociólogo de la PUCP descubre los partidos!

16 Noviembre, 2019

Iván Arenas

Por. Javier Iván Arenas

Días atrás, entrevistado por un medio universitario, un profesor de la PUCP hizo un descubrimiento importante y sostuvo que "mínimamente los partidos deben tener una conexión con la sociedad". De alguna u otra manera tamaña aseveración del sociólogo desnuda por completo las carencias y el límite del análisis ¡puesto que desde tiempo atrás la ciencia política indica que -evidentemente- los partidos se organizan para representar e intermediar entre la sociedad y el poder público!

Al margen de la precariedad de los argumentos y el análisis del intelectual, donde no hay nada novedoso, una pregunta cae de madura y está es ¿por qué los partidos longevos han perdido espacio en la sociedad actual y se han reducido a pequeños feudos de representación?

Es evidente pues que la debilidad del sistema de partidos en el país se origina porque estos no representan legítimamente a partes de la sociedad. En esta columna no vamos a repetir lo mismos argumentos que el intelectual y el sociólogo de izquierdas, sin embargo, vamos a aproximarnos a desarrollar por qué se origina exactamente ese "desfase" de representación entre partidos y sociedad.

De alguna u otra manera el fenómeno más interesante de esta parte del siglo es la emergencia y consolidación de una nueva clase media. ¿Por qué decimos lo anterior?

Porque esta nueva clase media que ha emergido en los últimos treinta años tiene también sus propias instituciones. ¿A qué me refiero? Es decir,  ¿qué sería, por ejemplo, de los mercados populares del cono norte de Lima sin la fortaleza de las empresas familiares? ¿O en en los mercados populares de Huancayo o Juliaca sin la intervención de la familia en la construcción del empresariado? Nada, ¿no?

En ese sentido, mercado y familia son dos instituciones que son parte neural de la emergencia de esta nueva clase media popular, ancha y ajena.

El principal problema de los partidos longevos como el Apra, para seguir el ejemplo,  es que no intermedian entre esta nueva sociedad plebeya, mestiza y emergente y el poder. Si la ciencia política nos dice que un partido es una correa de transmisión de intereses y demandas de un sector de la sociedad, entonces ¿a qué sector de esta inmensa sociedad representa el Apra? A ninguna ¿cierto?

Siguiendo en el caso del Apra, vale puntualizar que este partido se formó para intermediar entre la nueva sociedad alrededor de las haciendas y la pequeña burguesía que emergió fruto del largo crecimiento económico de principios del siglo XX. Pero el Apra surgió y fue masivo y popular también por el fracaso de los partidos de la República Aristocrática de no intermediar entre esta sociedad que emergió y el poder. Hubo también una crisis de representación sistémica que produjo la aparición del Apra como partido de cuadros y de masa.

Ahora sucede un fenómeno social parecido. Aparece y se consolida una nueva sociedad plebeya, ancha y ajena y el Apra es incapaz de representarla. ¿Por qué?

La clave, todo indica, está en reconocer que la sociedad emergente plebeya y popular tiene también sus instituciones, como familia y mercado. El sociólogo caviar debe quitarse las anteojeras ideológicas y descubrirá que hay un mundo ancho plebeyo y popular que también tiene su propias instituciones. ¿O el mentado estudio del institucionalismo solo vale para un sector pudiente de la sociedad?

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