Punto de Encuentro

Tesla llega a México.

En estas semanas, una de las noticias más sonadas en México, es la llegada del gigante de la tecnología “Tesla” a tierras mexicanas.

Para tener contexto de las relaciones entre México y nuestros vecinos del norte, plasmo un ápice de historia.  La revolución mexicana tuvo lugar por el hartazgo de la gente mexicana en 1910. La revolución concluyó, por decirlo de alguna manera, iniciada la década de 1920; ya para ese año se firmaron los Acuerdos de Bucareli y nació la relación política con los Estados Unidos.

Henry Ford, el inventor de la producción en banda y quien tuvo más de 150 patentes en los Estados Unidos, trajo a México la primera planta de autos en 1925.

Actualmente, México es uno de los 10 principales países en el mundo con industria automotriz importante, tal es el caso de Puebla con Volkswagen y, recientemente Audi. En América Latina, México es el principal productor de autos.

Se estima que la nueva planta aporte 4.7 millones de automóviles eléctricos que se desean producir para el año 2030. De conformidad con lo expresado por Francisco González, presidente de la Industria Nacional de Autopartes:

“La llegada de inversión de la empresa estadounidense (Tesla) tiene el potencial de impulsar el desarrollo de infraestructura y otros estímulos para la adopción de vehículos eléctricos, pues se prevé que, del total de vehículos que se consumirán en el mundo en 10 años, al menos el 50% serán híbridos y eléctricos, por lo que México estaría avanzando en esta materia”.

La Industria Nacional de Autopartes tasó la llegada de nuevos proveedores para la producción de los nuevos componentes, tales como baterías para los autos eléctricos, en 15,000 millones de dólares para los próximos cinco años. Asimismo, es importante mencionar que se estima que el 20% de cada unidad serán producidos en México.

Hasta aquí todo muy bonito, Una gran empresa de otras latitudes llega al país; generará empleo y un crecimiento para la región del norte del país.

Mas, como mexicano me duele que el crecimiento en el país sea por la mano de obra barata; porque seamos honestos, en México existen grandes ingenieros y gente preparada que radican en el país con sueldo raquíticos. Existen personas con Doctorados o PhD´s que terminarán trabajando en Tesla con un sueldo muy inferior al que se les pagaría si lo hicieran en Alemania, en China o en Estados Unidos mismos.

Si bien, es una gran noticia para la mayoría de la población mexicana, solo es la muestra -otra vez- que pueden venir al país a explotar a la gente a pagar 1 parte ínfima de lo que pagarían a ciudadanos estadounidenses, porque saben que en México siempre tendrán lo que necesita…trabajadores y trabajadoras que aceptan cobrar poco.

Puebla es un ejemplo que México es una nación con una industria automotriz competitiva mundialmente, empero, la mayoría de la población mexicana que labora para éstos grandes consorcios mundiales no tiene las condiciones mínimas labores para vivir dignamente; sino que deben trabajar jornadas muy largas y horas extras para poder llevar el sustento a su hogar.

Tesla es una empresa innovadora; que vende menos autos que Toyota, empresa japonesa que es la empresa que más autos vende en México, mientras que Tesla es una empresa naciente. Entonces, ¿por qué Tesla es tan transcendental?

Porque Tesla es una empresa disruptiva, que se dedica a la Investigación +Desarrollo +Innovación, ósea, que enfoca sus esfuerzos en generar nuevos productos, que ofrezcan soluciones desconocidas hasta ahora. La compañía no vale por lo que tiene actualmente, sino que vale por lo que puede llegar a lograr desarrollar en los siguientes años.

Básicamente, lo que no ha existido, ni existirá en Latinoamérica, porque no tenemos una cultura de desarrollo o inversión, sino lisa y llanamente de ventas para generar riqueza, que tampoco está mal, lo que está mal es que el talento latinoamericano acrecenté empresas de otros países. Existen diversos casos, en donde no hay créditos, ni apoyos para los micro o pequeños empresarios empresarias latinoamericanos; situación que no sucede cuando se trata de empresas estadounidenses o europeas.

Al mexicano, a la ecuatoriana, al peruano, a la boliviana no le prestan dinero ni en el banco ni el gobierno por el temor a perder la inversión, en contraste al extranjero, le construyen una autopista o le ponen un pozo para que se decida a traer su nueva filial a nuestros países latinoamericanos.

Aplaudiré el día que sean más las empresas mexicanas que llegan a otros países, que sea reconocido el talento de los mexicanos disruptivos y mexicanas disruptivas por el gobierno y por los propios mexicanos y mexicanas.

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