Los conservadores votan a favor de la nueva Ley de Paridad, mientras que los comunistas se posicionan en contra.
Portugal ha aprobado una nueva Ley de Paridad que establece el 40% como cuota mínima tanto de mujeres como de hombres en los cargos políticos y en la Administración pública.
La norma ya existía desde 2006, pero hasta ahora fijaba como tope el 33%. Hoy el Gobierno socialista va más allá y ha conseguido sacar adelante su renovada iniciativa, con una sustancial ampliación de la exigencia. Tanto es así que las listas electorales que no cumplan este requisito quedarán automáticamente anuladas, en vista de que no se tolerarán otras condiciones.
Igualmente, se ensancha la convocatoria ya que no solo incluirá las elecciones legislativas, municipales y al Parlamento Europeo, sino también las juntas de distrito, muy activas en la configuración del poder local.
Además, las listas deberán presentar de forma alternativa un candidato masculino y otro femenino, aunque puede ser al contrario: primero la mujer y luego el hombre. ¿Y qué ocurre en caso de sustitución? Pues que debe elegirse a un aspirante del mismo género.
La entrada en vigor afectará a la Administración directa e indirecta del Estado, es decir, se contemplan las instituciones de enseñanza superior y las asociaciones públicas. En el caso de puestos sujetos a la aprobación de la plaza en unas oposiciones, la comisión que determina quiénes acceden ha de tener en cuenta el 40% como baremo insoslayable.
Los supuestos de incumplimento llevaban aparejada hasta ahora una multa, pero a partir de este momento la punición pasará a ser el rechazo de la lista electoral en los tribunales.
El principal partido de la oposición, el PSD que comanda Rui Rio, votó en bloque a favor, mientras que solo uno de los dos socios radicales del Ejecutivo de António Costa secundó la propuesta: el Bloco de Esquerda. Porque los comunistas protagonizaron la gran sorpresa y se mostraron en contra, como también 12 diputados del centrista CDS. Por su parte, los Verdes decidieron abstenerse.
La ministra de Presidencia y Modernización Administrativa, Maria Manuel Leitao Marques, subrayó que el objetivo a largo plazo es más ambicioso, dado que se focaliza en alcanzar el 50% en los próximos años.
La aprobación de la nueva normativa se produce después de que un informe de la Comisión Europea certificase que, hasta noviembre de 2017, Portugal era el quinto país de la UE con menor porcentaje de mujeres en el Ejecutivo: un 16,7%. Solo tiene por delante a Malta, República Checa, Chipre y, cómo no, Hungría, donde la representación femenina en los órganos gubernamentales resulta completamente nula. En el extremo contrario, las naciones más avanzadas en este sentido son Suecia (52,2%), Francia (50%) y Eslovenia (47,1%).
Las cifras portuguesas mejoran (35,2) si se toma como referencia la representatividad parlamentaria, un apartado liderado una vez más por Suecia (46,1%), seguido de Finlandia (42%) y España (40,6%).
Según la ministra, «la experiencia y los estudios comparados muestran que, donde hubo cuotas, la representación equilibrada se logró más deprisa, lo cual no significa que no llegásemos sin imposición de cuotas, aunque igual teníamos que aguardar más décadas».
«Las mujeres no precisan de favores»
En opinión de la diputada socialista Elza Pais, «las mujeres no precisan de favores, precisan de oportunidades para superar las prácticas discriminatorias. Por eso necesitamos que se cumpla el principio de igualdad entre hombres y mujeres».
Sin embargo, la sesión parlamentaria no estuvo exenta de polémica, tal cual evidenció la intervención de Heloísa Apolónia, de los Verdes, quien dijo: «La primera vez que entré aquí, en la Asamblea de la República, fue para sustituir a un hombre elegido como diputado. Con esta nueva ley, yo no podría estar aquí. ¿Por qué, señora ministra?».
Dos de los principales partidos en Portugal, el Bloco de Esquerda y el CDS, tienen líderes femeninas en la actualidad. Se trata de Catarina Martins y Assunçao Cristas, respectivamente.
(Fuente www.abc.es)