La autoridad migratoria peruana ha constatado que el ex juez supremo, César Hinostroza, pudo transitar sin contratiempos a través del puesto de control ubicado en Zarumilla (Tumbes), para luego ingresar a la ciudad de Huaquillas (Provincia del Oro, Ecuador), la madrugada del 07 de octubre último. El drama de este escape reviste teorías que implicarían complicidades que aún huelgan ser esclarecidas.
La Superintendencia Nacional de Migraciones flexionó la primera versión que vertió a la opinión pública en la que sostuvo, a través de su cuenta oficial de twitter, que la fuga del ex vocal supremo “fue de manera clandestina e ilegal”, en atención a la disposición que ordenaba el impedimento de salida de Hinostroza del territorio nacional, luego de haberse activado la alerta en el sistema de control migratorio peruano.
A pocas horas de lo descrito en las redes sociales, Migraciones tuvo que virar a una segunda versión oficial en la que la institución peruana adoptaba como válida la información brindada por la República del Ecuador. Desde el Ministerio del Interior del vecino país explicaron el “paso completamente regular” del hoy acusado de liderar la banda de los cuellos blancos del puerto, debido a que “pudo presentar, previa revisión peruana, su pasaporte sin ninguna afectación”.
Migraciones brinda explicaciones que, como es de esperar, se ajustan a la defensa y a la pertinencia de sus funciones ordinarias. Sin embargo, poco o mucho podrá decir la funcionaria que estuvo en el mismo lugar de los hechos: Yhenifferd Bustamante Moretti.
Sobre ella existe una denuncia ante el Ministerio Público por incumplimiento de sus deberes y por ser partícipe de una aparente complicidad desde la inspectoría migratoria. Dicha servidora se encuentra, consciente o inconscientemente, en el centro mismo de un problema mayúsculo para varias autoridades peruanas que, desde que se confirmó la fuga del ex juez supremo, han disparado acusaciones unas contra otras por el grado de responsabilidad institucional.
Con el debido resguardo a su integridad personal, a causa del relato que su testimonio pueda brindar, se debe exigir de esta funcionaria toda la verdad que esté en su dominio o conocimiento, a la par que investigar todo nexo suyo con asociaciones civiles, grupos de interés o partidos políticos que puedan verse implicados en los datos que ella proporcione a los fiscales.
De momento, las consecuencias de la fuga de Hinostroza no solo han cobrado ya su primera víctima política en la persona del ex titular del Interior, Mauro Medina, sino que ha tenido como comparecientes ante el Pleno del Congreso al Primer Ministro, César Villanueva y al ministro de Justicia, Vicente Zeballos, para otorgar las explicaciones del caso ante una evidente carga política y administrativa, por la distracción del ejercicio de funciones. Así también, el fiscal de la Nación, Pedro Chávarri, está citado a la Comisión de Justicia, presidida por Alberto Oliva Corrales, para brindar su descargo al respecto.