Punto de Encuentro

ALIANZA DE CORRUPTOS

11 Septiembre, 2018

Punto de Encuentro

Un bronco Martín Vizcarra ha señalado para CNN que, en Perú, existe una “alianza entre los corruptos” que impide el desarrollo armónico de los distintos episodios políticos del país. Estas palabras tornan hostiles para el conglomerado de autoridades y representantes políticos, en medio de un nada discreto fuego declarado entre los poderes ejecutivo y legislativo.

Observemos: ¿Quiénes son, para el Presidente, aquellos “corruptos” que han jurado alianza? Según su propio testimonio son “aquellos que quieren mantener la situación tal como está” (refiriéndose a la crisis consecutiva que han desatado, a nivel judicial, político y empresarial, los flagrantes audios de la denominada banda de los cuellos blancos del puerto).

¿Y cómo está la situación? En el Congreso como en la Judicatura se vienen investigando, mediante comisiones, las responsabilidades pertinentes en cada uno de los casos, con lo que se espera un progresivo desmantelamiento de las redes delictivas.

Este proceso no queda exento de hitos discordantes (tales los casos de Pedro Chavarri o Luis Cavassa), entre las fuerzas políticas llamadas a apurar las soluciones y a depurar los malos elementos. Pero, además, como punto de inflexión, se ha incorporado a la ciudadanía a participar de un próximo referéndum sobre varias cuestiones consustanciales a la reforma del Estado y a la lucha anti corrupción.

Escenario parecido al descrito debería dominar permanentemente la preocupación nacional. Sin embargo,  ¿qué consigue el presidente Vizcarra salpicando más combustible a los ardores de Fuerza Popular, con tales declaraciones internacionales?

Cierto es que el ex presidente del Congreso, Luis Galarreta, dijera una frase de kolección como aquella de los “cuellos blancos de Choquehuanca”, refiriéndose a las reuniones que mantiene Martín Vizcarra y las actuales autoridades con el ex presidente PPK, vacado por incompatibilidad de funciones con Odebrecht. Pero esto ha de ser respondido, con mayor brío y mejor cueca, por pares congresistas, no por el Presidente de la República.

Tener en cuenta que pronto la ciudadanía se podría antojar de ver dichos encuentros sanisidrinos como una verdadera “alianza entre los corruptos”, si el presidente Vizcarra no logra extraer resultados claros en beneficio popular, aun manteniendo reuniones con miembros de los ex gabinetes de lujo.

Reenfocar competencias. Las grandes demandas están pendientes. Las inmensas mayorías claman y no es oportuno que el Jefe de Estado distraiga su tiempo contestando a congresistas. Que los pleitos de un palacio no atolondren al otro.

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