Responsabilidad medioambiental

Es archiconocido que en los tiempos en que vivimos, hay una seria afectación al medio ambiente en casi todo el mundo y ello debido a la falta de responsabilidad de muchísimos millones de habitantes en nuestro planeta, que por un lado depredan los recursos naturales, arrasan con los bosques en un ataque deforestador inimaginable, emiten gases y humos contaminantes por doquier, generan mortandad de especies en lagos y ríos al verter en ellos elementos nocivos a la flora y fauna. Como si todo ello no fuera poco, las naves marítimas echan a los oceanos su basura, lo que se agrava con plásticos que son llevados a los mares y en donde se crean islas artificiales de dicho material que, además, es consumido por especies marinas con los peligros que ello ocasiona indirectamente para la alimentación humana.

Nuestra Constitución, con inteligencia, determina que los recursos naturales, renovables y no renovables, son patrimonio nacional, pudiéndolos el Estado concesionar a particulares, además de determinar la política nacional del ambiente y la promoción del uso sostenible de sus recursos naturales y la conservación de la diversidad biológica.  Pero adicionalmente nos otorga el derecho a gozar de un ambiente equilibrado y adecuado al desarrollo de la vida y, como todo derecho lleva correlativamente obligaciones, la nuestra es la de defender el medio ambiente.

Probablemente apreciados lectores, se preguntarán ¿a que viene todo ello? La respuesta es muy simple, leí la siguiente frase: “Si hubiera una catástrofe planetaria y tuviera la posibilidad de elegir un país para salvar y reconstruir el planeta, sin duda escogería el Perú”. Bueno pues, el autor de dicha frase es nada menos que David J. Bellamy, botánico inglés y uno de los ambientalistas más reputados y reconocidos en el mundo, con muchos pergaminos y distinciones internacionales.

Lo señalado por el doctor Bellamy nos debe obligar a ser muchísimo más cuidadosos con nuestro medio ambiente, del que podría depender el futuro de la humanidad.  El uso de nuestros recursos naturales debe ser racional y equilibrado, lo que no supone la no utilización de ellos, sino su utilización responsable y cuidando del cumplimiento de los severos estándares que hoy en día rigen la explotación de tales recursos.

La necesidad y conveniencia de la utilización responsable de esos recursos, no debe dar pie a que se vaya al extremo de no extraer recursos minerales, hidrocarburos y gasíferos, puesto que los necesitamos para nuestro desarrollo, al igual que necesitamos de la pesca, de los pastos naturales, además de otras actividades como puede ser la tala racional y regulada de árboles y el aprovechamiento de especies fuera de cautiverio.

Tenemos si que cuidarnos, de quienes escondiéndose detrás de un interés supuestamente ambientalista, se oponen a nuestro desarrollo, generando conflictos socio ambientales absolutamente artificiales.

Tan importante es el tema medio ambiental que, para los préstamos de las instituciones crediticias internacionales, se exigen estándares democráticos, de respeto a los Derechos Humanos y asimismo del medio ambiente.  ¡Estamos advertidos!