Presidente, el primer cómplice es ud.

Martín Vizcarra ha emprendido la campaña " El Covid No Mata, No Seas Cómplice", que es una estrategia de comunicación para atemorizar y someter al miedo, con el fin de distraer y responsabilizar al pueblo, de la incapacidad del Gobierno en la lucha contra la pandemia. Es una campaña insensible, ofensiva e infame que solo puede ordenar la mente de un genocida.

La vil estrategia publicitaria le cuesta al país S/140 millones. Es un saqueo a las arcas del estado, siendo está cruzada la excusa para justificar el despilfarro millonario en pagos a los medios de comunicación y que en coro diariamente limpiarán la imagen de Vizcarra. De que vale ese tipo de campañas cuándo con ese derroche de dinero, se hubiera podido instalar 100 plantas de oxígeno o adecuar 1000 camas UCI, que hoy se requiere para salvar vidas. El responsable de esta campaña lanzada por el gobierno sería Rubén Cano Mendoza, que colaboró con Luis Favre en la campaña de Humala y que ahora es colocado en la PCM, cómo Jefe de la Secretaria de Comunicaciones.

Está detestable campaña que bordea con el sadismo, es una estrategia  criminal direccionada a culpabilizar al pueblo ante el tremendo fracaso del Gobierno en el combate al Covid-19  y limpiarse de responsabilidad de los más de 60 mil muertos que ha ocasionado. No contentos con malograr la economía, hoy pretenden afectar los sentimientos y las emociones del pueblo, pues solo un depravado, puede alterar la dignidad de la persona, responsabilizando por la muerte de los abuelos, e incluso por la falta de oxígeno, cuando ha sido el propio gobierno quien bloqueó las donaciones de este elemento.

Es inaceptable tildar a la población de cómplice por las muertes de la Pandemia,  quizás la campaña se refiere al mandatario como primer complice, a sus  ministros y exministros mediocres, a una prensa financiada por el Gobierno y a las encuestas bamba. Esa complicidad nauseabunda, ha implicado a no efectuar pruebas masivas, no usar pruebas moleculares, no proveer de oxígeno, no tener camas UCI, llevando al Perú en ser considerado uno de los mayores países en el mundo de contagios y muertes por Covid-19.

Es indignante como los recursos de la patria son absorbidos por un grupillo acostumbrado a aprovecharse de las arcas estatales, usando la tragedia para llenarse los bolsillos y direccionar a la población a fin que se distraigan de los verdaderos responsables de la desgracia nacional.