Punto de Encuentro

Es hora de salvar la república, Vizcarra debe renunciar.

En su última visita a nuestro país el papa Francisco reflexionó sobre varios de los problemas más profundos y controversiales que afectan a la sociedad peruana. Siendo un país que se reconoce mayoritariamente católico importa lo que expresó aquella vez con profunda convicción “Si nos dejamos guiar por personas que solo hablan el lenguaje de la corrupción, estamos condenados”.  Parece ser que ese designio lamentable nos acompañará por mucho tiempo.

Ahora, según la nota de un importante diario del país -que hasta hace poco estaba al servicio del gobierno- un colaborador eficaz ha declarado ante un fiscal del equipo especial “lava-jato”, que una empresa constructora le entrego más de un millón de soles como soborno para adjudicarse una obra en ese entonces. Esta grave denuncia esta escoltada no solo por la versión del colaborador eficaz sino, por la prueba documental que la sustenta, por hechos concretos que corren en el expediente como cheques y frecuentes visitas que Vizcarra, hacia a las oficinas de la empresa constructora.

El Presidente hizo de la lucha contra la corrupción una bandera, que por ser este un tema muy sensible mereció el inusitado y rápido respaldo de los peruanos y a través del “lenguaje de la corrupción” que solo hablaba, ha perpetrado o consentido un sin número de atropellos a sus adversarios políticos. Nunca antes por lo menos en el siglo XX hubo un Presidente taimado, que con mucha eficacia haya intervenido la autonomía de las instituciones Constitucionales, y en el caso de la disolución del Congreso, asestarle un golpe de Estado, para impedir la investigación que la Comisión de Fiscalización de entonces realizaba sobre su empresa constructora y su relación con OBRAINSA. Con el argumento de “obstruccionista”, y los cantos sonoros de personajes y medios que lo adulaban, justificó, una medida que el próximo Congreso, en cumplimiento del saneamiento moral de nuestra República, debe sancionarlo ejemplarmente.

Vizcarra, es la pesadilla del pueblo peruano, ha hecho del manejo de la pandemia un desastre, en lo sanitario, económico, social y político. Como decía el escritor y periodista peruano, Jaime Bayly “Vizcarra es un hombre mediocre no da la talla para ser Presidente”, y es así, además es un personaje inescrupuloso y mentiroso que deshonra el delicado cargo de Presidente de la República. La verdad comienza a abrirse paso, su limitada capacidad la quiso ocultar cerrando, sometiendo y tomando las instituciones.

Es importante, reflexionar, que se hace imposible que el señor Vizcarra siga un día más en Palacio, no hay forma de continuar con su mandato, cada día salen más evidencias de sus acciones oscuras. Lo que corresponde es que Vizcarra renuncie, por el deterioro moral y ético que lo envuelve, así como lo hizo en su momento Pedro Pablo Kuczynski, frente a graves hechos de corrupción contrario a lo que corresponde a la figura Presidencial.

Milagros Salazar de la Torre.

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