Punto de Encuentro

Las instituciones del vizcarrismo: “La Junta Nacional de Justicia”

Es necesario desmontar la estructura institucional decadente del vizcarrato. Nuestros más recientes problemas de naturaleza política están relacionados a esta estructura institucional corrupta y anómala que impuso Vizcarra con el apoyo de la varios círculos de la izquierda criolla y elitista, organizada más alrededor de oenegés que de Partidos políticos.

Y aunque les moleste, esa es la verdad: el “gobierno” de Vizcarra fue en realidad un contubernio de los operadores del Moqueguano y éste enjambre burócrata y para-estatal para perdurar un esquema de saqueo de los recursos públicos que el poder permite administrar o subvertir. ¿No se preguntan, queridos lectores, como el "Dr. Muerte" (Zamora) y el fiscal-show man que se imagina ser una especie de Eliot Ness - aunque de Azángaro-, terminaron como profesores de una universidad se supone de prestigio?. La coalición vizcarrista mantuvo tras su caída cierta - bastante- influencia en la vida institucional peruana, lamentablemente. 

Y el poeta (de la zurda) Sagasti la mantuvo, no hizo ningún esfuerzo por cambiarla; más bien la reforzó en su breve y gris administración. 

Del actual gobierno, del Sr. Castillo, con su ignorancia y evidentes intereses crematísticos sobre los fondos públicos, no podemos decir mucho. Para el profesor chotano, la distinción entre un “luchador social” como él y un comunista limeño (¿Manuel Dammert?) radica en que uno come cuy mientras el “otre” come en Astrid y Gastón, en que uno tira lampa y el otro se saca selfies con los "pobladores" de la periferia (entiéndase periferia todo lo que está fuera de la Lima mesocrática o alta).

Castillo no sabe nada, pero la inteligencia limitada de éste Presidente y de éste simulacro de gobierno, abren la puerta a que el Sr. Cerrón coseche astutamente en medio de la ineficiencia y contradicciones generalizadas de la gestión.

En ese sentido, el caso de la Junta Nacional de Justicia es paradigmático. ¿Qué hizo? ¿Cuánto gastó? ¿Hay transparencia en sus actividades? ¿Viajan, sus miembros, a provincias a reunirse, al menos, con los presidentes de las cortes superiores? ¿Explicaron cuáles son los criterios de evaluación a los jueces que marcan la diferencia con el extinto Consejo Nacional de la  Magistratura?

No tienen que inventar la pólvora. Ya existen criterios internacionales para evaluar a los jueces sin lesionar la autonomía , sobre todo en un contexto político en la región donde el lawfare es práctica común. No hay que inventar nada. Por ejemplo, y con esto se evitaba la queja de los radicales por el correcto nombramiento de los jueves del TC, para la elección de altos cargos en el sistema de justicia se puede solicitar la presencia de veedores internacionales como la Corte IDH, Tribunal Europeo, etc.

Todo dictador quiere crear un nuevo orden. Lo hizo Fujimori con la magullada Constitución del 93. Lo repitió Vizcarra con la inhábil comisión para la reforma política (hija de Tuesta y Vizcarra). Crear un marco institucional para su proyecto autoritario. Por ello, consideramos que Vizcarra terminó de empujar al abismo una estructura institucional dañada: ¿De dónde creen salió Castillo?.

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