Punto de Encuentro

Paraguay 2023: El triunfo del Partido Colorado

  • Rafael Rodríguez Campos

El domingo 30 de abril de 2023 se llevaron a cabo las Elecciones Generales en Paraguay. En este proceso los paraguayos eligieron los siguientes cargos: presidente y vicepresidente de la República; 45 senadores titulares y 30 senadores suplentes; 80 diputados titulares y 80 diputados suplentes; 17 gobernadores; y, por último 257 miembros titulares y la misma cantidad de suplentes para las Juntas Departamentales.

Al respecto, cabe precisar que en Paraguay el voto es obligatorio y que esta jornada contó con la participación de casi el 70% del electorado (superior a la elección de 2018). Asimismo, es importante señalar que en Paraguay (como en Venezuela, México, Honduras y Panamá) no existe segunda vuelta, así lo estipula el artículo 230 de la Constitución Política paraguaya de 1992: “El presidente de la República y el vicepresidente serán elegidos conjunta y directamente por el pueblo, por mayoría simple de votos, en comicios generales que se realizarán entre 90 y 120 días antes de expirar el periodo constitucional vigente”.

Los resultados     

Con el 99% de los votos procesados por el Tribunal Supremo de Justicia Electoral de Paraguay, podemos afirmar que el oficialista Santiago Peña, del Partido Colorado (conservador), ganó con claridad y amplio margen las elecciones y será el nuevo presidente guaraní a partir de agosto. Peña obtuvo casi el 43% de los votos frente al 28% alcanzado por el candidato Efraín Alegre, que lideraba una coalición de centro/izquierda que aglutinó a 40 organizaciones políticas.

Las primeras reacciones

Una vez conocidos los resultados oficiales que marcaban una tendencia irreversible, Peña dirigió un mensaje en el que partió agradeciéndoles a todos aquellos electores que “le entregaron sus sueños, confiaron en su proyecto, y depositaron sus esperanzas en una propuesta que les ofrece un desarrollo integral del país”. Además, Peña hizo un llamado a la unidad nacional al señalar que “después de los últimos años de estancamiento económico, alto déficit fiscal, altos niveles de desempleo e incremento de la pobreza extrema”, resulta necesario buscar un amplio consenso político por la prosperidad, ya que los problemas son tan grandes que no basta el esfuerzo de una persona o un partido para resolverlos.

A su turno, Alegre, luego de felicitar al ganador y reconocer democráticamente su derrota (es la tercera vez que intenta llegar a la presidencia), indicó que fue la división al interior de la coalición el factor que hizo que no hayan podido llegar al objetivo de cambio buscado. Es más, puntualizó que buena parte del electorado dispuesto a votar por una propuesta de cambio marcó la opción de la tercera fuerza política, hablamos del binomio de extrema derecha conformado por Payo Cubas (candidato presidencial) y Stilber Valdes (candidato a la vicepresidencia) que obtuvo casi el 23% de las preferencias representando al Partido Cruzada Nacional.

La hegemonía del Partido Colorado

Con el triunfo de Peña el Partido Colorado ha vuelto a demostrar todo su poderío político nacional, y es que como lo explica el analista Federico Rivas Molina, se trata de una máquina de poder que ha sorteado exitosamente todos los cambios políticos. Tengamos presente que el Partido Colorado fue la organización política del dictador Alfredo Stroessner que gobernó durante 35 años (1954-1989) y que luego –paradójicamente- lideró la transición democrática a fines de los ochentas. Se trata de una verdadera aplanadora electoral cuya única derrota en 70 años se dio en 2008, cuando debido a sus pugnas internas fue vencido por la alianza electoral consagrada entre izquierdistas y liberales que llevó al poder al ex obispo Fernando Lugo, quien luego, antes de cumplir el cuarto año de mandato, fue destituido mediante un juicio político impulsado por un Parlamento de mayoría colorada.

Hoy en día las pugnas internas por el control del Partido Colorado entre Mario Abdo, actual presidente de la República, y Horacio Cartes (ex presidente de la República entre 2013 y 2018) siguen vigentes. No obstante ello, a diferencia de lo ocurrido en 2008, los partidarios de ambos líderes decidieron darle todo su apoyo a Peña, bajo una lógica absolutamente pragmática que indicaba que las pugnas partidarias podían posponerse y resolverse desde el poder que otorga ser por 5 años más el partido de gobierno.

Una oposición a la deriva

La otra cara de la moneda la presenta Efraín Alegre, presidente del Partido Liberal que como ya dijimos lideró a una coalición de 40 agrupaciones políticas pero que este domingo -en su tercer intento- obtuvo el peor resultado electoral de su historia. Recordemos que en 2013 obtuvo el 37% de los votos contra Cartes, y que en 2018 alcanzó el 43% frente a Abdo, perdiendo la presidencia de la República por apenas 90 mil votos. Todo hace parecer que llegó la hora de renovar los liderazgos en el Partido Liberal, que debió refrescar a su organización con rostros nuevos para esta elección, y no imponer -como lo hizo en este proceso- la candidatura de Alegre.

La clave del triunfo colorado

Como se sabe, en Paraguay no hay segunda vuelta, por ende, basta que una tercera fuerza política obtenga un resultado electoral importante para que cualquier propuesta opositora al Partido Colorado vea reducida sus posibilidades de vencerlo en las urnas. Fue justamente eso lo que pasó en esta elección con un candidato como Cubas que obtuvo casi el 23% de los votos restándole oportunidades a la oposición abriendo el paso a 5 años más de gobierno colorado.

Además, es importante tomar en consideración que el Partido Colorado -en esta oportunidad- con la misma cantidad de votos que obtuvo en 2018 tendrá el control absoluto del Poder Legislativo, ya que contará con mayoría propia en la Cámara de Diputados y, por primera vez, extenderá dicha hegemonía a la Cámara de Senadores, sumado a que 15 de las 17 gobernaciones del país también serán coloradas. En suma, el desastre electoral de Alegre y la irrupción en la escena política nacional de Cubas terminaron favoreciendo al Partido Colorado dotándolo de un poder que no había tenido durante los últimos 15 años.

Un tecnócrata para la continuidad     

Pero ¿Quién es Santiago Peña? Se trata de un economista de 44 años que fue ministro de Hacienda en el gobierno del ex presidente Cartes, director del Banco Central y ex funcionario del Fondo Monetario Internacional. Como se recuerda el 29 de octubre de 2016, Peña renunció al Partido Liberal, y se afilió al Partido Colorado. A los 37 años, mientras ejercía el cargo de Ministro de Hacienda (el más joven en la historia paraguaya), recibió el pañuelo rojo en el cuello del Partido Colorado justamente de las manos del presidente Cartes marcando el futuro de quien 7 años después se convertiría en el nuevo presidente de Paraguay.

Las promesas de campaña

Como se sabe la crisis económica por la que atraviesa Paraguay tras la pandemia, la alta tasa inflacionaria (8% en 2022), y los escandalosos casos de corrupción fueron los temas centrales durante la campaña electoral. Frente a ellos, el presidente electo prometió no solo actuar en sectores como la salud, el empleo, la educación, la seguridad social, sino básicamente “colocar más plata en los bolsillos de los paraguayos”, mediante la creación de puestos de trabajo y la formalización de la economía.

Los retos para el nuevo gobierno

A partir de agosto Peña será el nuevo presidente de Paraguay y deberá enfrentarse a una serie de problemas en un país cuya sociedad está marcada por la desigualdad entre el campo y la ciudad. Como bien lo apunta el analista Santiago Carneri “se trata de un país donde cerca del 70% de la población vive al día con lo que tiene. Donde la mayor recaudación de impuestos del Estado viene del IVA que paga la mayoría y que la élite se desgrava. Donde la inflación de la canasta básica ha sido de más del 30% desde la pandemia de la covid-19. Donde más del 60% de la gente vive autoempleada, sin vacaciones o con trabajos precarios que no cumplen ni con el salario mínimo (pero sí con las, al menos, 48 horas semanales de trabajo)”. 

En suma, se trata de una tarea que exigirá el mayor esfuerzo y compromiso por parte de todos los partidos y agrupaciones políticas de Paraguay, pero sobre todo de Peña y del Partido Colorado, pues -como ya se dijo- contará no solo con la fuerza política que en América Latina otorga el Poder Ejecutivo sino también con mayoría en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores, además de las 15 de las 17 gobernaciones a nivel nacional. Veremos su desempeño durante los próximos 5 años.

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