Punto de Encuentro

Los Krasos errores de PPK

Marco Licinio Craso, el estadista romano, cometió un grave error en su brillante carrera. En el 55 A.C. ataca al Imperio Parto, para emular la brillantez política de sus colegas Julio Cesar y Pompeyo y consigue una derrota eterna. Su apodo para la posteridad: Crasus, palabra que se traduce como Grueso. Craso y sideral error de PPK es haber despreciado al sector evangélico, factor que le puede costar la presidencia. Ese voto en el Perú es duro, conservador, disgregado, y muy dividido en primera vuelta. Es oculto, debido al gran desinterés de su feligresía por las cuestiones políticas. Este conglomerado sólo se unifica en segunda vuelta electoral con el candidato que consigne valores a favor de la familia y la vida. Ellos le dieron el triunfo a Alberto Fujimori sobre el FREDEMO, en 1990. Gran bolsón electoral perdido. Las encuestas hablarán.

PPK, como organización en realidad tiene poco que ofrecer ideológicamente. Es sumamente frágil, de tendencia empresarial, neoliberal, pitucona, sin historial ni arraigo popular. Es un predio prestado y tiene votos prestados. Su agrupación fue arrebatada a sus principales fundadores, y son los inquilinos precarios los nuevos dueños, tales como, Araoz, Bruce, Sheput y Vizcarra. Absorbe por coyuntura electoral votos ajenos, los votos pulpinescos de Guzmán y los de APP, e ingresa sorpresivamente a segunda vuelta por el pánico limeño ante el advenimiento de una candidata bonita de discurso florido que pretendió cambiar la constitución, liberalizar la marihuana, que tiene en sus filas a antimineros, pro-martacos, a una meretriz que prometía convertir al congreso en un burdel más decente, y que quería aplicar ciertamente una suerte de chavismo ampliamente rechazado en el Perú. Andrés Townsend Ezcurra dijo alguna vez: “Federación de independientes”. Y eso son. PPK sólo ganó en Arequipa, raquíticamente, por tres puntos de diferencia a Keiko. En Lima venció en los tradicionales distritos burgueses del cuasi fenecido PPC. Después perdió en toda la república. Solo tres de sus congresistas elegidos pertenecen a su partido, lo que demuestra que es la bancada más descafeinada y menos representativa. Si gana tendrá un Congreso adversarial. La contraprestación de servicios con Acuña, y Anel Townsend no le colabora. Le suma personeros en mesa y votos del norte, pero definitivamente ahuyenta al independiente. Toledo, y Susana Villarán, generan espanto. Visto esto como repartija electoral, el bloque fuerte de indecisos al cual pretende alcanzar, puede radicalizar su voto y viciarlo en expresión de rechazo a estas componendas con políticos quemados. Esquizofrenia o miopía política en alto grado: Deja de lado al poderoso bloque evangélico y se allega con dinosaurios en una adhesión trucha que le reeditará un pésimo negocio. La moral al tacho, según Maquiavelo.

Vamos más allá. En un hipotético gobierno, Kuczynski enfrentaría obstáculos complicados: El fujimorismo opositor con una mega-bancada, y el izquierdismo anti neoliberal del Frente Amplio. Podemos avizorar que el remanente del APRA haría férrea oposición con los pesos pesados Mulder y del Castillo. En consecuencia, podrían surgir liderazgos intransigentes de izquierda como respuesta a un débil gobierno derechista, con una bancada light, y liderado por el presidente más anciano de la historia republicana, con pasaporte y esposa norteamericanos. Perita en dulce para repotenciar la opción veronikense al 2021. Preguntas de rigor. PPK como gobernante, tendrá la vitalidad suficiente para soportar los embates de todos los frentes que se le vienen y gobernar un país tan difícil y complicado?  El fujimorismo tras el trauma de dos derrotas consecutivas será tan misericordioso de otorgarle a su gobierno un periodo de gracia y la plataforma de subsistencia congresal para intentar hacer cambios estructurales de avanzada en un país que pide a gritos urgentes reformas y acallar su sagrado derecho de ejercer oposición?  El gobierno del Frente Democrático Nacional, de Bustamante y Rivero en 1948, se desplomó justamente por no tener mayoría propia congresal. Y Bustamante era un jurista, abogado, político, diplomático y escritor de talla internacional, que tenía al ilustre poeta José Gálvez Barrenechea como primer vicepresidente. Cuidado con esto. Vizcarra, no es José Gálvez ni por asomo.

Por tanto, este clima de incertidumbre podría generar espacios ampliamente favorables para la súbita aparición de alternativas izquierdistas, con promesas populacheras de cambio. No faltarán voces que elevarán a los altares a Gregorio Santos como el Evo Morales peruano, y apuntalar pesadillas electorales que se nos vienen a la mente: Antauro Humala, Nelson Palomino, Walter Aduviri, Vladimir Cerrón, etc. etc. Como decía Hurtado Miller en 1990: “¡Que Dios nos ayude!”.

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