Realmente Brasil es un país bello. El año 1998 lo conocí por primera vez por un tema académico, como estudiante de Arquitectura. Río de Janeiro, sus playas, su música y cielo,su audaz arquitectura reflejada por Oscar Niemeyer, Pan de azúcar ,Copacabana, Ipanema entre otros. Sin embargo sus gentes tan amables con ese acento tan sosegado y sexual como es el idioma portugués-carioca, es lo que más me impresionó. Recientemente estuve en Belo Horizonte y nuevamente tuve esa misma “mágica sensación” respirando los deliciosos aromas de su naturaleza y el jabón phebo. Es así que cuando oigo a Jorge Barata declarando, en su voz tan pausada y sosegada, pareciese que lo hiciese en el mismo Cristo del Corcovado, a pleno sol, vestido con una floreada y colorida camisa de carnaval, en pantalón corto, tomando una refrescante y fría caipiriña mientras acusa “muy tranquilo y alegre” a los políticos que sobornó en casi toda Latinoamérica.
Es paradójico pensar que aparte de los millones en sobornos que dejó ésta empresa brasileña en manos de algunos políticos peruanos, también dejó en el morro solar de Lima, una parte del Brasil, “El Cristo del Pacifico”. Una copia del Cristo del Corcovado de Río, “regalado por Odebrecht”.
Aunque en un primer momento Susana Villarán como alcaldesa de Lima se opuso a la construcción del mencionado Cristo, la decisión de Alan termino imponiéndose. Hasta ahora me pregunto. Al margen de las controversiales reputaciones de los políticos mencionados. ¿No habrá influenciado también un poquitín, el natural, sensual y sosegado acento brasileño de Barata para que Susana accediese rápidamente junto a su asesor José Miguel Castro a aceptar estos dineros ilegales?
¿Esta percepción de “acento seductor brasileiro” también se habría dado con los demás políticos peruanos y demás latinoamericanos a quien Barata casi les habría “hablado al oído”?
No lo quiero saber. Me quedo con el Brasil hermano, de gente amable, bella y sensual, de música y fútbol extraordinarios, de paisajes naturales y artificiales únicos que realmente brindan genuino sosiego y alegrías muy íntimas…¡Adelante!
Arquitecto Ecológico: Miguel Ángel Romero Maldonado.